☾ Capítulo 20

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Luego de conversar un poco más, Jimin cogió a la niña de la mano para llevársela de la cocina y se apresuró a darle las gracias al cocinero y a su ayudante

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Luego de conversar un poco más, Jimin cogió a la niña de la mano para llevársela de la cocina y se apresuró a darle las gracias al cocinero y a su ayudante.

—Cada vez te sale mejor, Sophie. Una de estas veces, SeokJin te pillará y entonces los dos tendremos problemas. ¿Sabes cómo se llama la doncella? —preguntó indicando a una joven que barría con afán la hornacina en el altar de la Virgen.

Sophie negó con la cabeza, pero Jimin no conocía el desaliento. En cuestión de un instante la doncella se estaba riendo de sus bromas y él tuvo la escoba en su poder. Los guardias sacudían la cabeza con incredulidad ante sus maneras impredecibles, pero lo siguieron escaleras arriba hasta la habitación.

Jimin los miró con sus ojos danzarines.

—Aseguraos de vigilar bien y advertirnos si el señor Jeon o SeokJin se acercan, por favor.

Los guardias se miraron entre sí con recelo.

—¿Al Signore? —le preguntó uno.

Sophie asintió con vigor.

—Vamos a...

Se tapó la boca con la mano y miró a Jimin.

—Limpiar. —terminó Jimin— Una sorpresa para SeokJin. Le produce gran desagrado el polvo y la habitación está llena.

—El señor Jeon querría que hiciera la limpieza alguien del servicio, desde luego no su novio. —indicó el guardia.

Alzó una ceja para mirar a su compañero, quien se encogió de hombros y sonrío ante el extraño comportamiento del rubio.

—El Signore SeokJin es muy exigente con ciertas cosas —corrigió Jimin empujando a Sophie a la habitación para que entrara a la habitación, donde ambos estallaron en risas— Estoy bastante acostumbrado a hacer las cosas tal y como le gustan a él. —Jimin se apresuró a cerrar la puerta a los guardias ante sus expresiones sorprendidas. —No podía mentirles o SeokJin me haria encender muchas velas a nuestra Virgen misericordiosa y arrodillarme a rezar durante un largo rato.

—¿Estás seguro de que no encontraremos i fantasmi? —preguntó Sophie.

Lo que parecía una gran aventura asustaba un poco más en el momento de ponerse manos a la obra.

—Si de verdad existieran —le respondió mientras buscaba el mecanismo bajo el extremo liso del muro. —Sólo aparecerían de noche.

Sophie suspiró y meneó su cuerpecito para introducirse entre Jimin y el muro y así poder guiar las manos de su amigo para encontrar el lugar preciso.

—Ahí dentro está muy oscuro. —advirtió Sophie— Tal vez i fantasmi no sepan distinguir la diferencia.

Retrocedieron mientras el muro parecía cobrar vida. El sol se había desplazado, y Jimin advirtió que las extrañas diferencias aportadas por las vidrieras ya no eran tan aparentes. Ahí estaban de nuevo las imágenes de maldad y fatalidad. ¿De verdad? Miró más de cerca. ¿Se estiraban esas criaturas aladas incrustadas en el mármol para intentar liberar a las victimas desventuradas de las serpientes marinas?

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑱𝒆𝒐𝒏 ✧ 𝙺𝚘𝚘𝚔𝙼𝚒𝚗.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora