-No comprendo por que aún no hay noticias de Hoseok. -saludó SeokJin a Jimin cuando éste entró en la cocina.
El mayor tartamudeo al descubrir a Jungkook caminando detrás del joven con la mando descansando posesivamente en su espalda. Entonces alzó la barbilla con aire beligerante para dirigirse directamente hasta el señor del palacio.
: -Entiendo que ha suspendido la búsqueda del joven Hoseok. -lo dijo como un desafío, aunque no fue capaz de encontrar la mirada negra y firme del señor Jeon.
-¿Es eso cierto? -preguntó Jimin, volviendo el rostro hacia él.
Con la luz de la mañana el aspecto de Jeon era increíblemente poderoso, ni atisbos de ternura en sus rasgos cincelados. Parecía distante, aislador, parecía por completo el hombre que había dejado a su novio recién desposado para irse a alguna misión secreta y clandestina de la que se negaba a hablar.
-Si, dolcezza... -dijo con un matiz de diversión mientras arrastraba las palabras.
Siempre dispuesto a pensar lo peor de mí.
Las palabras sonaron claras en su mente y un débil sonrojo se coló en las mejillas del rubio. Habría preferido creer que seguía soñando cuando el pelinegro regresó al dormitorio, pero se habían enredado con demasiada intimidad como para equivocarse y no saber que estaba despierto, mirando a sus relucientes ojos negros.
Jimin encontró su mirada ante la despreocupada demostración de hablarle a la mente en medio de tanta gente. Jungkook se inclinó para rozarle la cien con la boca.
-Recibí aviso de que Hoseok está sano y salvo, oculto en el villaggio que queda a un día de distancia del vuestro. Necesitaba a mis soldados y pensé que sería una humillación para el ego del joven obligarle a regresar a casa. -hizo una reverencia a SeokJin- Signore SeokJin, confío en que haya dormido bien.
Sus dientes blancos destellaron con la sonrisa de un lobo feroz antes de darse media vuelta y dejarlos solos.
SeokJin se santiguó, alarmado por el aspecto relajado y rebelde de Jungkook.
-Creo que me ha amenazado. -susurró en voz baja a Jimin, muy consciente de la proximidad de los guardias. -¿Y por qué tiene a esos hombres siguiéndote aún? Pensé que su misión era impedir que huyeras antes de la boda. Ahora es tu marido.
La cuestión era peliaguda, por lo tanto, Jimin optó por no responderle.
-¿Dónde está Sophie? -preguntó en cambio. -Esperaba verla aquí.
No podía mirar a SeokJin, no podía encontrar sus ojos firmes, pues le aterrorizaba que su mentor descubriera todas las cosas desvergonzadas que había estado haciendo con el mayor. Por un instante espantoso las lágrimas escocieron en sus ojos, amenazando con delatarlo, y es que se seguía sintiendo un poco mal al respecto. Había aprendido varias cosas a lo largo de su corta vida que ya no tenían sentido al lado de su marido.
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𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑱𝒆𝒐𝒏 ✧ 𝙺𝚘𝚘𝚔𝙼𝚒𝚗.
Fanfiction《 FINALIZADA 》 Jimin toda su vida ha sido un tanto "diferente". A sus escasos 19 años es el sanador del pueblo en el que vive y es la alegría de sus vecinos, que lo protegen a él y a su peligroso secreto. Por eso, cuando se le convoca al Palazzo de...