❂ Capítulo 37

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Aguanta, bambino, llegaré hasta ti. Haz que siga hablando.

La voz de Jungkook le llegó dulce, tranquilizadora y muy calmada de repente para hacerlo sentir mejor.

Jimin no se atrevió ni a dar un suspiro de alivio. ¡Jungkook! Así pues, estaba vivo y lo había oído, como siempre que él estaba nervioso y acuciada por problemas, como siempre que le necesitaba con desesperación. Su corazón cantó con alivio al mitigarse el terrible pecho que oprimía su pecho.

—¿Por qué hiciste algo así?

Jimin notó su decision reavivada y se aferró con firmeza y también actitud protectora al pensamiento de que Jungkook seguía vivo.

Mia nonna me vio esa noche. Tu madre no quería acostarse conmigo y amenazaba a acudir a Jungkook, y mio fratello la hubiera defendido. Supongo que ella sabía que mi padre me la habría entregado, por eso pensaba decírselo a Jungkook y no a mí padre. La embauqué para que saliera y subiera las murallas.

Empujó a Jimin en dirección a los peligrosos escalones que descendían hasta la cala. Sin protección de montañas ni árboles, el viento azotaba y el frío lo entumecía.

—¿Cómo? —Jimin notó el miedo y la rabia en su boca. —¿Cómo la hiciste salir con el día tan horrible que hacía?

Le resbaló un pie y estuvo a punto de caer hacia una muerte segura. Como su madre; pero Taehyung lo acercó más a él y lo puso a salvo.

—En realidad no fue tan difícil, mandé a una doncella para decirle que mia nonna la precisaba en la torre. A mi padre siempre le funcionaba esta argucia cuando requería mujeres. Solía esconderme y observarle, algunas veces yo participaba también, o él participaba cuando yo llevaba el protagonismo. Tu madre no fue la primera mujer que conduje a la torre. Ahí arriba podíamos tomarnos nuestro tiempo, hacer lo que quisiéramos sin temor a interferencias. Aquel día todo el mundo estaba enterado de que nonno y nonna se habían peleado, y todos sabían que la abuela se paseaba a menudo por las murallas o que se retiraba a la torre cuando estaba afligida. Por supuesto, tu madre se presentó; todo el mundo quería a mia nonna. Tu madre creyó que era ella quien la mandaba a llamar, y nunca defraudaría a la abuela. Yo sabía que no habría nadie allí arriba en un día tan lluvioso. El viento aullaba, dudo que alguien pudiera oír sus gritos cuando se resistió a mí. En realidad, no me quedó opción: se lo habría contado a Jungkook. Tuve que matarla. Fue mala suerte que JiEun y nonna salieran a la pasarela pese a la lluvia. Me vieron forcejeando con tu madre y la abuela intentó detenerme. Como ves, no me quedó opción con ninguna.

Sonaba como si esperara su aprobación para su relato, como si diera una explicación con total naturalidad que tuviera sentido común, ciñéndose los hechos, sin remordimientos de ningún tipo.

𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑱𝒆𝒐𝒏 ✧ 𝙺𝚘𝚘𝚔𝙼𝚒𝚗.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora