la legalidad que tanto se hizo esperar por fin había llegado.Claudia se encontraba desayunando una cantidad gigante de chocolate y cosas dulces que su novio y amiga le habían regalado junto con un café.
un mes exactamente desde que le dijo chau al colegio, y en los cuales se había dedicado a tratar de entrar online en la facultad, obteniendo una respuesta positiva.
su panza iba creciendo de a poco, habían tenido su primer ecografía y les dijeron que todo estaba bien y que iba a ser un bebe muy sano, también bastante grande, recomendándole que deje de usar cosas apretadas en la parte de los pantalones.
últimamente tenía muchos antojos de chocolates, de todo tipo, devorando instantáneamente cualquiera que vea a su paso, como en ese preciso momento.
sus padres estaban ahí junto a ella, habían llegado en la madrugada, por lo que en la barra se encontraban las 5 personas favoritas para la menor, llenándola de amor y regalos.
el resto de su familia había quedado en ir a eso de las 13:00 para festejar todos juntos, sus tías llevaban la torta y mesa dulce y sus tíos/primos las cosas saladas.
por la parte de Liam, estaba lleno de felicidad, todo iba más que bien, tenía una familia y era lo que más amaba en ese mundo.
hace poco se había mudado a la casa de Claudia, dejando a su mejor amigo solo.
lo habían aceptado en dos escuelas, sin embargo, cuando el padrino de su novia se enteró del embarazo le dijo que podía quedarse por el tiempo que el quiera, que nada iba a cambiar entre ellos, ademas, que era muy buen profesor.
esa mañana estaba muy nervioso, tenía una sorpresa grande para la cumpleañera que quería darle antes de que se reúnan todos los familiares, por lo que espero a que termine de comerse todos los chocolates para hablar.
le pidió por favor si podían ir a arriba, viendo cómo se ponía de pie y subía la escalera, con esa panza cada vez más grande que lo volvía loco de amor.
una vez en la pieza, comenzó a hablar.
- te tengo una sorpresa
- una sorpresa? cual? -se notaba interesada
- deja de ser sorpresa si te lo digo, te voy a llevar a un lugar, así que cámbiate que en una hora tenemos que llegar
sin más palabras, la pelinegra se empezó a cambiar rápido, mientras que el mayor iba en busca de Amelia para que le entregue todo, la que había sido su cómplice desde semanas.
una vez con todo, lo guardo en su bolsillo trasero, volvió a la habitación y viendo que ya estaba bajaron para dirigirse al auto.
todos sabían ya lo que era y estaban muy emocionados por eso, deseándole suerte a la pareja antes de salir, haciendo que Claudia esté cada vez más confundida.
manejo al rededor de 10 minutos con todo el tráfico, llegando a un lujoso departamento y aparcando en la puerta.
a ese punto la menor estaba sudando, lo primero que se le vino a la mente es que iba a conocer a sus papás, muy pocas veces le hablo de ellos pero sabía que estaban en la misma ciudad.
el más alto tocó timbre, esperando a ser atendido por el altavoz y una vez que se presentó, entrando a ese hermoso lugar.
subieron por el ascensor hacia el piso 6 y tocaron la puerta del a, siendo atendidos por un señor que después de intercambiar un par de palabras con el mayor se fue por el mismo camino.
entraron a ese departamento hermoso, era todo blanco y tenía un ventanal gigante que reflejaba la ciudad, la falta de muebles generaba muchas preguntas en Claudia.
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¡PELIGRO, ES MAYOR! || L.P
RomanceHistorias diferentes pero con una sola coincidencia, ambos salieron lastimados. El destino quiso que se conocieran sin saber lo que les esperaba - vamos a poder? - confía en mi