- Claudia, por favor para, no quiero que te arrepientas de esto más tarde -susurro casi sobre sus labios conteniendo las lágrimas- No me puedo arrepentir de algo que vengo esperando hace semanas -volvió a susurrar ella
- Por favor, no juegues así Clau, te lo pido
- Yo no estoy jugando Liam -se animo a llamarlo por su nombre- Yo estoy haciendo lo que quiero hacer desde que descubrí mis verdaderos sentimientos
De repente reinó el silencio entre los dos cuerpos inertes, ambos cerraron los ojos esperando que el otro termine de cerrar ese pequeño espacio que quedaba.
Claudia se replanteo que era ahora o nunca y sin más vueltas al no recibir respuesta termino de cerrar ese espacio, sus labios se juntaron desesperadamente como si su vida dependiera del otro, al principio ninguno de los dos sabía que hacer pero luego se dejaron llevar.
Cada uno experimentaba diferentes sensaciones pero las dos eran de felicidad. El profesor la sentó en su regazo y dejó deslizar sus manos hacia la cadera de su alumna con su permiso.
Ella juntaba sus manos atrás de la nuca de el, ninguno de los dos pensaba finalizar el beso que tanto esperaron pero la falta de aire era evidente.
-Eso.. fue..
- Eso fue lo que los dos deseamos al parecer -término de completar la frase Liam mientras formaba una sonrisa
- ¿Vos también lo sentiste?
- ¿El cosquilleo en el estómago como las películas? -reía
- Si, pensé que solo pasaba en las películas pero es que, es inexplicable
Claudia se dio cuenta donde estaba sentada y decidió que era tarde arrepentirse, sabía que esto no iba a ser igual mañana y por eso aprovecho todo lo podía. Se acomodó mejor y acostó su cabeza en el pecho del profesor, analizando todo lo que acababa de pasar.
Liam apoyo su cabeza arriba de la de Claudia, aspirando el aroma tan dulce que desprendía, tan dulce como ella. En ese silencio decidió pensar en lo que acababa de pasar y por más que esto no salga bien en ese momento solo se le formó una sonrisa y unas enormes ganas de volver a probar sus labios.
- Perdoname, en serio perdóname -susurró Liam mas para el pero siendo audible para ella
- ¿Perdonarte? ¿Por qué? -levantó la cabeza conectando sus ojos con el mayor
- No te quería poner en esta situación, te juro por lo que más quiero que trate de olvidarte, esto no está bien pero no puedo alejarte, es imposible y me siento inútil por no poder, esto está mal -repetía mientras se quebraba
- Liam, mírame. En esta vida nada está bien, nadie sabe lo que está bien y lo que está mal, actuamos por lo que sentimos y eso no está mal. No sos el culpable de nada porque si yo no sentiría lo mismo no hubiera dejado que pase, no sos el culpable de nada.
- ¡SOS MI ALUMNA CLAUDIA! Odio sentir esto, lo odio
- Y vos sos mi profesor, no es el tiempo de arrepentirnos ahora y mucho menos ponernos a pelear, sentimos y somos personas, nómbrame una sola persona que se haya enamorado de la persona quería. ¡NO EXISTE! Porque nosotros nos enamoramos de las personas que menos esperamos, de esas que juramos no pensar más, de esas que nos hacen bien y nos hacen mal, de esas personas que nos traen felicidad pero que a la vez nos traen miles de dudas y nos destruyen -decia mientras sacaba las lágrimas que Liam estaba derramando
- Se que tenes razón, es increíble que vos seas la fuerte acá y yo el que estoy llorando a mares -trataba de reír- lo único que se es que despertaste emociones que no tenía hacía dos años, cuando me contestas de mala gana, cuando me llevas la contraria, cuando lloras o cuando estás festejando porque aprobaste una materia.
Claudia no necesito mas para volver a fundir sus labios en un beso que estaba curando heridas y abriendo paso a una nueva historia, o eso trataban.
- Creo que es hora de dormir Clau -mencionó separando sus labios
- ¿Vas a dormir en ese auto incómodo? -pregunto tratando de que capte lo que quería decir
- ¿estás insultando mi auto? Para tu información es bastante cómodo -reía- y si, ¿donde voy a dormir si no?
- No se, yo pensaba que podrías dormir en la carpa -soltó sin saber de donde había salido esa valentía
- Linda, no quiero que te sientas incomoda, Va a ser mejor que duerma en el auto
Hace mucho ella no escuchaba un apodo así de cariñoso salir de los labios de otro hombre que no sea math o su papá
- Porfis -puso carita de perro mojado sabiendo que era un golpe bajo para el- te lo estoy pidiendo porque estoy segura de lo que digo
- Claudia por favor no pongas esa cara, no se es que siento que no es lo correcto -mentía porque la realidad es que si quería dormir con ella
Claudia dejó de hablar y le dio la mano para que se pare, pasaron por su auto y sacaron la bolsa de dormir para finalmente cerrar la puerta y ponerle la alarma.
Abrió la carpa y obligó a que el profesor entre por más que no estaba poniendo resistencia a entrar.
Acomodo más o menos y le compartió una almohada, hasta ahora ninguno de los dos dijo una palabra.
- ¿Ya ganaste?
- No hasta que te vea acostado al lado mío -dijo con un tono de nena caprichosa
El profesor hizo caso y se acostó al lado de Claudia, se sentía raro porque la última vez que había dormido con una mujer había sido con Lidia.
Se acomodó y se puso de costado para poder admirar completamente a la mujer tan hermosa que tenía al lado de él.
- ¿Ya está? -pregunto otra vez
- Ahora si -hablo mientras se ponía igual que el para verse bien
Hubo un silencio en el que ambos se miraban a los ojos y cada uno pensaba miles de cosas pero que no iban a decir.
- ¿Sabias que hasta mandando sos hermosa? -soltó logrando sonrojar a Claudia
- No, nunca me lo dijeron -terminaba de decir para poder taparse con la frazada y que no vea lo sonrojada que estaba
- Si, hasta asi de tomate sos linda -dijo destapando su cara
- Vos también sos lindo haciéndome caso -reía ella- el profesor Payne, el que manda a toda la escuela deja que una de sus alumnas lo mande
- Yo no deje que me mandes, vos me obligaste a hacer las cosas
- Si no te gustaría lo que te mande a hacer no estarías acá -dijo dejando sin palabras al mayor- lo que pensé -bostezó
- ¿tenes sueño? Porque yo si -formaba una sonrisa- es hora de ir a dormir linda
- ¿me prometes que mañana no te vas a ir?
- Tengo que volver a casa en algún momento
- Quédate conmigo, abrázame -esto último lo dijo poniendo el brazo del profesor sobre su cintura para que la abrace, cayendo en un sueño profundo
- Prometo que me voy a quedar con vos hasta que el tiempo decida -dijo sincero sabiendo que Claudia estaba dormida- déjame quererte como te mereces -finalizó para caer el también en un sueño profundo
En esa carpa había dos personas que tenían mil sentimientos en su interior, no sabían ni cómo llevarlos y mucho menos como expresarlos.
Cada uno por su lado decidió dejarse llevar por lo que sentía y que la vida decida que iba a pasar con ellos, decididos a darse el amor que cada uno necesitaba.
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¡PELIGRO, ES MAYOR! || L.P
RomanceHistorias diferentes pero con una sola coincidencia, ambos salieron lastimados. El destino quiso que se conocieran sin saber lo que les esperaba - vamos a poder? - confía en mi