Se levantó como cualquier otro día, no se molestaba con su cabello revuelto así que solamente se cepillo sus dientes, vistió su camisa sin abotonar los dos últimos botones, batallo con la corbata y cuando se vio ""decente"" le dejo así. Se puso su pantalón y las medias, busco sus zapatos debajo de su cama y se los puso; cuando estuvo listo se dirigió al gran comedor como cualquier otro día, pero ese día traía una gran sonrisa, ¿La razón? Un ridículo sueño que tuvo con Malfoy y era tan bizarro que cada que se acordaba no podía evitar reír.
Como cualquier otro día comía un pan tostado con jugo de calabaza acompañado de su amigo Ron, quien también comía pero a más grandes cantidades que el moreno. Fue cuando Parkinson se le acercó con ese aire tan "Slytherin" que su mañana se oscureció.
—El profesor Snape te llama.
Dijo con fastidio
—¿Para?.
—No lo sé, solo recapitula tus idioteces.
Y se fue tan espontáneamente cómo llego.Paro su desayuno para ir a la oficina del profesor, simplemente pensando en que demonios hizo, claro además de ser hijo de su padre. Cuando llegó a la oficina tocó un par de veces hasta que se le fue concedido el pase.Al entrar se topó con su profesor con esa cara gruñona de siempre, pero a un costado estaba Malfoy durmiendo tan serenamente, sus ojos se encontraban cerrados y sus largas pestañas rubias resaltaban, sus mejillas y nariz se encontraban enrojecidos y le daba un aspecto adorable y sus labios, sus labios estaban levemente separados y algo agrietados. Su mente se interrumpió al recordar que era de Malfoy de quién pensaba.
—¿Me ha llamado Profesor?.Pregunto lo obvio.
—Me parece que su cerebro no es capaz de recordar una simple orden daba apenas la noche de ayer.
—Pero yo–
—No te quiero oír hablar—Le interrumpió el mayor—Te cité hoy para aclarar las cosas de ayer, no sé cuánto oíste y no me interesa pero me veo en la obligación de aclararle—Se sentó en su asiento y por inercia el menor se sentó en una de las sillas al lado contrario del escritorio—Draco, si no te has dado cuenta, es un hombre lobo infectado por Greyback por orden del señor tenebroso, es un secreto y me gustaría que se mantenga así pero necesito tu ayuda.
Harry trato de comprender, porque aquel bizarro sueño resultó ser real, porque todo lo de anoche fue algo vivido y no un producto de su imaginación además, ¡Vio a Malfoy sin camisa!.
—Pero...¿Por qué yo?.
—Yo solo no puedo mantener en calma a Draco, aunque la poción Matalobos alivia los síntomas pero el cuerpo de Draco rechaza en cierta medida la poción.
—Por eso las cadenas, por si algo sale mal.
—Excelente observación Potter, ¿Por qué no estás en RavenClaw?—Se burló el mayor antes de retomar—Ahora, los licántropos suelen ser más pacíficos con la presencia de un animago.
»Tu padrino es un animago además de saber tratar con hombres lobos incluso sin la poción. Así que si tanto quería ser "amigo" de mi ahijado demuéstralo
Harry abrió los ojos algo sorprendido, creyendo que esta oyendo mal pues no entendía el porqué.
—Usted...quiere que, ¿Cuide a Malfoy?.
—Básicamente.
—Pero, ¿Por qué yo?.Se oyó un quejido, para después notar como el rubio se levantaba y se estiraba, sus cabellos rubios algo despeinados y las ojeras marcadas por la mala noche y sus ojos delataban dolor. Harry le vio, y pensar que durante tanto tiempo tuvo que aguantar las transformaciones en cada luna llena tendría que ser fatal, y tener que ocultar eso por los estigmas que se tienen y como jamás podría volver a tener una vida "normal", nadie se merecía eso, ni siquiera Malfoy, aunque no haya marcha atrás trataría de ayudarlo sin importar si estaba o no del lado de Voldemort
—Lo haré señor.
Dijo Potter sin dejar de ver a Malfoy, quien confundido hablo.
—¿De qué hablaban?.
