Harry Potter, es un nombre que todo el mundo mágico conocía. El hijo de James Potter y Lily Evans quien acabo con el señor tenebroso, cualquiera pensaría que es un héroe de primera.
Pero nada más alejado de la realidad, el fue un niño promedio hasta que cumplió 11 años donde se enteró que era un mago y conoció el mundo de la magia. Incluso en ese fantástico mundo era bastante normal: Notas promedia y algunas bajas, le daba pánico antes de iniciar los partidos, le gustaba pasar el tiempo con sus amigos, se enamoraba...Peleó contra un dragón, derrotó al señor tenebroso y a un así, se sentía aterrado ante la presencia del rubio cuando descubrió sus sentimientos.
Pero, ¿Qué hacía ahí? Oh cierto la hermana menor de su mejor amigo hacia el filtro de "amor" más poderoso quien sabe para qué. Por más normal que él sea, su vida no lo era.
—¿Vas a quedarte ahí parado como un bobo?.
Le preguntó Malfoy con una mirada sarcástica.
—Yo, necesito tu ayuda.
—¡No!, No no no no.
—¡¿Por qué no?!.
El rubio había tomado sus cosas y estaba dispuesto a irse de la biblioteca.—Eres un imán de problemas Potter, y atraes a los peores problemas.
—No te involucraré mucho.
—Amo verte suplicar, pero soy firme.
—Vamos Draco, eres él único que puedes ayudarme.
La espalda de Malfoy fue recorrida por un escalofrío, se dio la vuelta para evitar ver al de ojos verdes.—¿Qué ganó con eso?.
—Bueno—Volteó a los lados antes de contestar, no quería exponer al rubio—Supongo que te debes aburrir en la torre de Astronomía, quizás pueda convencer al profesor para...no lo sé, salir al bosque prohibido.
Draco bajo la mirada, luego miro al castaño para dejar las cosas.—¿En qué te soy útil?.Harry se contento con la aceptación del rubio. Se sentó a su lado para empezar a contarle, conjuro un hechizo que leyó en el libro del Príncipe Mestizo para mayor seguridad.
—Bueno, Ginny ha hecho Amortenia.
—¿Cómo lo supiste?.
Harry se ruborizó por completo antes de contestar.—Ella, ella me dijo.
—Si...claro.
Se burló, no estaba convencido pero le dejaría hablar.—Ahora, el hecho de que lo trato de ocultar y realmente sepa cómo hacerlo nos alertó.
—¿Nos?...
—Si, Mione y Ron también lo descubrieron—Ignoró la risa ahogada del rubio—Ahora, el punto es que no creo que tenga buenas intenciones con eso...o tal vez sí...el punto es.
—Quieres que investigué—Le interrumpió—Estoy halagado que confíes en mí pero, ¿Por qué yo?.
—Porque eres la persona más maquiavélica, ambiciosa, astuta pero sutil que conozco.Draco alzó sus cejas antes de contestar.
—Veré si tengo tiempo.
Tomó sus cosas, Harry (de forma no verbal) hizo el contrahechizo del conjuro antes de confrontar a Malfoy.—¿Cómo que veré?, ¿En qué más estás ocupado?, ¿En apreciarte al espejo?.Malfoy volteó mostrando una sonrisa burlona sin contestar, solo para irse.
–★
Malfoy no había traído noticias desde la última vez, de hecho este lo estaba evitando o al menos eso creía. Ginny y Dean estaban más que enamorados y eso parecía caerle mal desde que se puso a pensar lo de la Amortenia.
Durante los almuerzos, Los alumnos hablaban con interés sobre el próximo juego, con la recuperación de ambos buscadores se reanudó la temporada y el partido más próximo era Slytherin contra RavenClaw. En este tipo de situaciones usualmente iba a RavenClaw por su enemistad con la casa de las serpientes, pero ahora realmente estaba confundido a quien apoyar.
El partido llegó, Harry se puso nervioso pues la Luna llena llegaría en un par de día. Sin embargo en el equipo no aparecía esa distinguida cabellos rubia platinado, Frunció el ceño y volteó a los lados sin encontrar a aquella serpiente.
—Voy al baño.
Anunció para hacerse un camino.—Pero acaba de empezar el partido.Le contesto Ron.
—Lo sé, no tardaré mucho.
Dijo para abrirse un paso.Al salir de las gradas se paseó un poco por el castillo, si Malfoy estaba enfermo no era nada bueno. Decidió ir con rapidez a la torre de Gryffindor para buscar el mapa del merodeador.
—Juró solemnemente que mis intenciones no son buenas.
Pronunció y el mapa fue abierto para él. Empezó a buscar por los pasillos y cuartos el nombre de Malfoy, tenía un poco de miedo por lo que vaya a decir por estar invadiendo su privacidad, pero solo quería saber si estaba bien.Lo encontró en el segundo piso, en el baño de las niñas, totalmente quieto.
—Travesura realizada.
Dijo para ir a buscarlo.Caminaba entre los pasillos. Bajando los pisos hasta llegar al 2do y camino hasta el baño de las niñas. Asomo su cabeza sin hacer ruido y pudo observarlo a Draco, sollozando y temblando y con la fantasma de Mytle ahí, a su lado.
—No quiero hacerlo...No puedo hacerlo...
Dijo, el grifo estaba abierto en su totalidad y con el agua que caía se limpiaba la cara.Alzó su mirada al espejo del lavabo, se volteó aterrado y temblando y pudo apreciarlo con más facilidad: Sus ojos estaban inchados y enrojecidos, su nariz y mejillas Rojas y en sus costados estaba la marca de las lágrimas las cuales no dejaban de brotar.
—Draco...
Sus labios soltaron sin pensar el nombre. El mencionado limpio sus lágrimas tratando de mantener una cara seria.
—¿Qué coño quieres?.
Presionó sus labios contra los del Slytherin, Draco no resistió y en cambio le correspondió, saboreando sus labios con un sabor más dulce que miel al paladar, acariciando los cabellos rubios haciendo que el rubio se derritiera entre los brazos del moreno. Los Gryffindors tienen la fama de impulsivos y él no hacía más que confirmar eso.