Capítulo 31. Promesa

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Harry cayó en cuenta, finalmente tenía (Casi) todos los horrocruxes, ¡¿Pero para qué?!, ¡Si no tenía forma alguna de destruirlos!.


Hermione por su lado buscaba alguna pista en libros y pergaminos, manteniendo el perfil bajo debido a que pertenecía a los más buscados al ser alguien cercano al moreno. Dios, hasta se había peinado y teñido su cabello además de una sesión de maquillaje para evitar que le reconocieran.Sabía que la respuesta está cercana, Ron de vez en cuando iba tratando de ayudar pero más que todo comunicando lo que sucedió en el mundo mágico, pero fue gracias a él que ambos jóvenes tomaron conciencia.

—Espera, recuerdas el diario de Tom Riddle, en el 2do año.

—Si, ¿Qué tiene?.

—No me dijiste algo sobre que tenía parte del alma de Voldemort y que necesitaba un cuerpo...?

—¿Sí?.

—Que Voldemort qué.
Draco, quien pasaba cerca con una taza de té quedó asombrado y alarmado al escuchar la oración.


—¡Harry, ¿Con qué destruiste el diario?!.
La muchacha cayó en cuenta, sin embargo el moreno aún no entendía.


—Con un colmillo de basilisco.

—¡Con qué cosa!.Decía histérico y enojado de que nadie le prestará atención.

—¡¿Estas entendiendo Harry?!, ¡El veneno de basilisco puede destruir el cuerpo de un horrocrux!.
Granger finalmente le explicó, haciendo que el moreno al ver lo obvio que era se sintiera algo tonto


—¡El veneno de Basilisco!, ¡Si usamos algo que tenga impregnado...!, ¡La espada de Gryffindor!.

—¡Genial!, ¿Donde esta la espada?—Draco irrumpió en la conversación herido de haber sido ignorado—¿No lo saben verdad?, Quizás yo si sepa.

El trio de oro le miró impresionado, esperando a respuesta de este.

—Uh, si quieren que les diga deberán contarme cómo carajos termino Potter peleando contra un jodido Basilisco. Sin embargo tendré que esperar pues el té se enfría y madre odia el té frío.

–★

Después de una breve explicación que implicaba un diario, Harry descubriendo que hablaba Parsel y una Ginny que se metió con lo que no debía Draco dijo la ubicación de la espada de Gryffindor: En la bóveda de su "amada" tía Bellatrix. Sabiendo esto el trio junto al rubio se pusieron en marcha al banco de Gringotts.El dúo se encontraba debajo de la capa de invisibilidad de Potter mientras Hermione caminaba alrededor con aquel disfraz que le ha ayudado anteriormente y delante estaba el Malfoy, caminando con aquella gracia que solo un Malfoy tendría. Todos solamente esperaban que la "traición" de la madre y su hijo haya quedado entre un círculo reducido.

—Nombre.

Hablo el duende.

—Draco, Draco Malfoy. Pero no vengo a mi bóveda sino a la de un pariente, más precisamente mi tía Bellatrix Lestrange.

—¿Y por qué usted y no ella señor Malfoy?.

Le interrogó.

—Ella y su marido han estado ocupados, no diré en qué pues no es necesario solo diré que me enviaron a mi, su más querido sobrino para traerles algo de la bóveda.

—¿Podría entregarnos la varita?.

—¿Por qué debería?.
Se puso un poco a la defensiva, no traía consigo su varita, perdió el hábito hace unos meses y nunca antes el banco le había dado esa petición.

Loup // Drarry|HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora