Él conocía a su padrino como si fuese amigo de toda la vida, supo que cuando le llegaría la carta aparecería lo más rápido que pueda y no se equivocó, pues su amado ahijado es primero.
—¿Qué sucede cachorro?.Habló el animago.
—Ok, ¿Recuerdas el tema de Malfoy y los mortífagos? Puueeees me equivoqué—Harry pudo oír la voz de Hermione diciéndole "te lo dije"—Pero, en realidad es un hombre lobo—Se encargo de susurrar, si bien se encontraban solos en la sala común no iba a arriesgarse, las paredes tienen oídos.
—Oh mierda.
—Oh mierda sin duda.
—Se qué hay algo más, sino no me hubieras pedido que viniera.Harry bajo la cabeza y sus piernas se empezaron a mover antes de explicarle.
—Quiero volverme animago y poder ayudarlo.
Los verdes ojos de Potter brillaron, ese brillo lo conocía: un brillo que aparecía cada que James hablaba con Lily o hablaba de ella, ese brillo cuando pidió a Mcgonagall para le enseñase a ser animago, con el mismo fin de ayudar a su "amigo". Sonrió con nostalgia antes de contestarle.
—No será fácil.
—Lo sé.
—Lleva tiempo.
—Tengo tiempo.
—Si lo haces mal podría salirte una cola—Harry contuvo una risa antes de afirmar—Bien cachorro, entonces seré tu maestro.
–★
Su cuerpo se encontraba cansado con el tema del entrenamiento del animago, lo que no le dijo su padrino era el esfuerzo físico que se tenía que hacer. Tampoco hablaba con Malfoy después de su última charla, pues generalmente casi no se topaba con él, parecía estar evitandolo.
—Me tengo que ir.Anunció Harry recordando que tenía que hacer una poción para su entrenamiento extra.
—¿A dónde vas?.
Interrogó Granger, extrañada por la actitud del moreno.—Consiguió novia y ya se olvidó de nosotros.Se burló el pelirrojo con falsa dolencia.
—No es eso.
Rió nervioso.—Bueno, dile a tu novio que tienes amigos.
—¡No tengo pareja!—Exclamó avergonzado y el carmín se apoderó de sus mejilla—Es algo de pociones, nada interesante es aburrido, ¡Adiós!.
—¡No creas que he olvidado lo del príncipe mestizo, hablaremos de eso después!.Fue lo último que escucho antes de salir de la sala común.
Potter corrió un poco las escaleras, maldiciendo internamente cuando estás cambiaban. Sirius había sido bastante estricto con respecto a ello, contándole incluso como Colagusano le creció una cola por no tomar una poción a tiempo (Aunque luego se le cayó).
Finalmente llegó a la biblioteca, en silencio avanzó hacia un área casi remota que se había apropiado, a veces se asombraba de lo grande que son los cuartos. Sin embargo se topó con un dormido Malfoy, encima de varios libros abiertos.
—¿Malfoy?...¿Draco?.
Y como un zombie se levantó repentinamente llevando consigo los libros con recelo.—Potter, ¿Quién te dio permiso de estar aquí?.
—Perdón no había leído el letrero de decía "Propiedad de Malfoy".
Se burló colocándose al lado suyo.El rubio guardaba los libros y daba un bostezo debes en cuando mientras el moreno picaba las hojas de mandrágora con dificultad.