La mañana había llegado, la pelinegra al final quedó entre el animago y el licántropo. Los finos rayos del sol matutino despertó a los jóvenes, Draco miró a la muchacha con pesar
—Ya lo sabes...
—¿Por qué no me lo dijiste?.
—Tenía miedo de...—Soltó un suspiro—Ni siquiera sé porqué—Soltó una risita, la azabache acariciaba los cabellos rubios y negó con la cabeza.
—Juntarse con Gryffindors apendeja, ¿No?—El animago, que al parecer estaba escuchando todo, golpeó un poco a la muchacha con los cuernos y la chica rió divertida—Lo que quiero decir es, eres un hermano para mi. Prométeme, que no me ocultas más nada.El rubio bajo la cabeza quedando en silencio y luego le miró a los ojos.
—Lo prometo.
–★
Y como si aquel día jamás hubiese pasado, Draco volvió a desaparecer de su vida. Le evitaba o simplemente ni le veía, era lo que más le dolía, ni algún insulto o una broma, simplemente le ignoraba como si su existencia fuese poca cosa.Recordó que el rubio solía pasarlo en la biblioteca, miró el mapa de merodeador y lo pudo confirmar. Pero antes de partir observó cómo el nombre de "Draco Malfoy" se movía de la biblioteca hacia las escaleras; debía darse prisa así que, con el mapa para orientarse, partió hacia la dirección del rubio.No estaba tan lejos de cómo pensaba, quizás era porque estaba a un paso acelerado. Pero sea por lo que sea termino al lado del sangre pura, quien se sobresalto al notar la presencia del mestizo.
—Maldición Potter...
Se oyó como un murmuró.
—¿Cuál es tu problema?—Indagó acercándose peligrosamente, Draco retrocedió un par de pasos hacia atrás—Esta bien si no te gusto, pero al menos dímelo.
—No es eso...es so-solo que...es-es complicado.Tartamudeo nervioso.
—Entonces, ¿Te gusto?.
Pregunto, el rubio termino arrinconado en una columna cercana, Harry colocó su brazo en la única salida que poseía el licántropo.
—Si, pero...
—Si quieres tener algo conmigo hazlo—Las verdes esmeraldas de los ojos del moreno se cristalizaron—Si quieres que me aleje pídemelo y lo haré, pero...quiero que me digas algo.
Pero no hubo palabras, solo un beso proporcionado por el rubio que se abalanzó. Harry termino cerrando sus ojos y concentrándose en los labios de Malfoy, esos labios tan dulces con ese sabor que solo aquel Slytherin podría tener. Llevo una mano a la nuca del rubio, como un buen Gryffindor, tomó las riendas del asunto al profundizar el beso, mordiendo el labio inferior del Slytherin para insertar su lengua en la cavidad bucal del rubio sosteniendo fuertemente su nuca pero sin maltratarlo. El Slytherin por su parte de deja llevar, disfrutando del beso que por años solamente era fantasía, ahora podía sentir los cálidos labios del moreno, ahogo un gemido cuando esté le mordió y luego sintió como le invadía su boca, pero lo disfrutaba, era una sensación tan embriagante que no dejaría escapar fácilmente. Colocó sus manos en las mejillas del moreno, pero al recuperar la lucidez rompió el beso.
—No...Esto...no está bien.Cubrió sus ojos con el torso de su mano.
—Oye disculpa si yo, quizás hubo algo en que estés incómodo disculpa pero es que...
—Eres un idiota Harry—Aquello ni siquiera parecía un insulto, no parecía decirlo con ganas—Ya... ya te lo dije yo trabajo para quien-tu-sabes y no te importa.
—¿Sabes porqué?—Tomó la cara del Slytherin con delicadeza para mirarle a los ojos—Estabas sufriendo cuando me lo dijiste, me acababas de besar y, ¿Quieres que me importe ello? Tú eres más que solamente uno de ellos. Pero dime, ¿Te sientes cómodo con ellos?, ¿Te sientes bien?.
—No, no estoy bien, mucho menos con ellos.Finalmente confesó, confesó aquello que quería gritarlo desde que aquel aliado del señor tenebroso le mordió como un "castigo" a su padre.
—Puedes confiar en mí.
Harry cerro sus ojos y junto sus cabezas, entrelazando sus manos.
Draco era como un libro abierto, pero con escrito en un idioma extraño. Afortunadamente, Harry conocía ese idioma a la perfección
