Narcissa Black aunque era la menor de las hermanas Black siempre destacó, fue una niña especial al ser una rubia después de varias décadas pero eso solo era el principio. Posteriormente se volvió una experta en varias materias llegando incluso superar a sus hermanas mayores, sobrepasando sorprendentemente las expectativas de su familia.
Sin embargo la joven encontró el amor en Lucius Malfoy, no hubo una extravagante historia de amor pero hubo la más importante para ella: La aprobación de su familia.Porque para ella era su máxima prioridad, la familia lo era todo pues gracias a ellos eres tú, para bien o para mal ellos son una guía en este mundo tan cambiante. Pero su hermana Andrómeda se casó con quién no debía y su hermana Bellatrix fue desposada con alguien a quien no amaba, fue entonces que se dio cuenta que ella ahora debía alejarse y formar su propia familia, ser la guía que aquella vida que venía en camino necesitaría, aunque eso significará a renunciar a ciertas ambiciones...por ahora.
Recuerda haberle insistido a su esposo, una y otra vez que se alejara del señor tenebroso. Ella era simpatizante a ese ideología pero era arriesgado, no veía un buen futuro, solo terror y eso no sería vivir, no quería eso para su pequeño retoño.
Y ahora, más de 10 años después su presagio se cumplió. Las bolsas debajo de sus ojos delataban cansancio y las arrugas de su rostro denotaban la madurez que su edad le proporcionaba.
Ahora aquel lugar que alguna vez llamo hogar era similar a un cementerio lúgubre, donde alguna vez hubo risas ahora hay gritos de agonía.
Se sentó en aquella mesa junto su esposo, logro ver sin mucho esfuerzo aquella marca que los prisioneros tenían al entrar a Azkabam. Volteó a su derecha, una silla vacía y nadie parecía ansioso por tomarla.
—¿Por qué esa cara Señor y Señora Malfoy?—La mujer casi podía jurar oír burla en ese tono de voz. Los elfos domésticos trajeron platos y cubiertos de plata junto manjares y comida recién hecho junto un costoso vino—Hay que brindar, ¿No es así?.
La botella fue abierta, el líquido carmín caía en los copas que era repartida a los mortífagos que comían en la cena.
—Un brindis. Por Severus, mi más fiel mortífago que acabo con la vida del viejo ese.
Los mortífagos aplaudieron, el mencionado solo se inclinó un poco en su asiento ante esto. El señor tenebroso dejo la copa a un lado mientras los mortífagos comían.
Al acabar la cena, la pareja de esposos fueron a donde su habitación donde Narcissa rompió a llorar por su hijo.
—Oh, mi pobre angelito. Todo fue nuestra culpa, que se fuera el que te unieras al señor tenebroso, el que le dijeras esas cosas por ser...
—Ay mujer déjalo, ya se le pasará esa tontería.
—¿Y si no es así Lucius?, ¿Si realmente está enamorado de...
—¡No lo está!, ¡Es solo una etapa!.
—¡Lucius esto no es algo momentáneo!—Le gritó a su esposo haciéndolo callar—¡Tú hijo se ido porqué era infeliz!, Y si él es feliz ya sea enamorado de ese muchachito o de una chica yo quiero estar ahí para él.
Narcissa calló cuando la mano del Malfoy impacto contra su mejilla. Él jamás le había levantado la mano.Narcissa levantó la cara con un mirada furiosa, sin decir palabra alguna tomó su varita y se fue a la interperíe.Ya había sido torturada por la mujer que alguna vez llamo hermana, no iba a ser abusada por el hombre que alguna vez llamo amor.
–★
—¿Sirius está dormido?.
Preguntó Ron en voz baja, una vez casi le hechiza de quién sabe qué cuando Harry le fue a visitar.
—Desde hace rato, y cuando duerme nada lo despierta.
Comunico el moreno trayendo mantas para sus amigos. Era de noche y el frío aumentaba gradualmente en esas horas.
—Entonces, ¿Salvamos a la madre de Malfoy, buscamos los horrocruxes, los destruimos y matamos a Voldemort?.
Preguntó Hermione no tan segura de ese plan.
—¡Sí!.
—¡No!, ¿Cómo vamos hacer eso?, ¿Cómo siquiera vamos a saber que buscamos?.
—Si Potter, ¿Cómo van a hacerlo?.
De la nada salió Draco, haciendo sobresaltar a los chicos.
—¡¿De dónde--?!.
—Fui a buscar agua—Dije mostrando el vaso como evidencia—Las paredes son delgadas y se escucha todo, tu padrino lo dejo bien en claro después de mostrar que ni habitación quedaba al lado de la suya.Harry contuvo la risa algo ruborizado, Hermione simplemente quedó mudo y Ron no entendió.
—Puedes ir a dormir, se nota que estás casando.
Dijo Harry notando como Draco bostezaba, adorable según él.
—No, quiero ayudarte, ayudarlos. Les debo mucho.
Insistió resistiendo al sueño.
—Te digo por la mañana, ¿Si mi vida?.
Le susurró al oído.
—¿Lo prometes?.
Preguntó chiquito.—Lo prometo.
Harry le dio un beso en la mejilla y Draco fue a su habitación.
—Si mi vidi.Remedó Ron haciendo reír a la muchacha.
—Yo no-no sueno así.
Tartamudeo el moreno.
—Li primiti.
Ahora la chica era quien remedaba. Ambos reían a carcajadas al ver tan enamorado a su amigo.
—¡Aléjate es mi pan!.
Y de la nada apareció Sirius.
