Beside You Juliantina g!p adapt

Capitulo 14

La clase de historia estaba siendo tan aburrida que Valentina apenas y estaba poniendo atención, su mente estaba en otro lado pensando en cierta chica que no salía de su cabeza desde hace algunos días ¿La razón? no la sabia... o si?

-Valentina ¡Valentina!...

-¡Deja de gritarme López! -la ojiazul miró de mala manera a su amiga que estaba a su lado.

-Si no quieres que te grite hazme caso cuando te hablo...

-¿Qué quieres?...

-Nada, es solo que estabas como ida ¿En qué piensas?...

-En nada... -se quedó en silencio- Bueno yo -miró al profesor que estaba entretenido escribiendo algo en la pizarra- Quería saber, es decir, ya sabes, bueno...

-Si me hablaras bien te entendería Valentina -la ojiazul rodó los ojos y suspiro.

-¿Cómo sabes que te gusta alguien? -Mariana alzo una de sus cejas- No me mires así...

-¿Cómo quieres que te mire Valentina? -Valentina rodó los ojos- A ver, ¿Cuándo te llevas a una chica a la cama no es porque te gusta?...

-Bueno si tiene que gustarme, pero no me refiero a ese gustar, sino que...

-¡Oh por Dios! ¿Te gusta alguien? ¿Estás enamorada?

-¡Baja la voz! -se removió incomoda- No sé, ni porque te pregunto estas cosas -se cruzó de brazos.

-Si me estas preguntando es por algo Valentina, además no negaste que te gusta alguien ¿Quién es? ¿La conozco?

-Ya no quiero hablar... -se concentró nuevamente en lo que escribía el profesor en la pizarra e ignoraba a su amiga.

-Sabía que este día llegaría... -susurro Mariana para sí misma con una sonrisa divertida.

Una hora más tarde Valentina caminaba por los pasillos del colegio que a esa hora estaban vacíos, mientras tarareaba su canción favorita de Twenty One Pilots, Holding On To You, su caminata fue interrumpida cuando vio como una chica con uniforme de porrista entraba a una de las tantas aulas vacías que habían en el colegio.

Parecía que estaba llorando y por el portazo que había dado, no debía estar bien. Sin hacer ruido se acercó y abrió la puerta lentamente, como lo supuso aquella chica estaba llorando, podía oírla claramente y su corazón dio un salto cuando vio de quien se trataba.

-¿Juliana?... -la morena alzo la vista y rápidamente se limpió las lágrimas- ¿Estás bien? -se acercó.

-Si... -mintió Juliana levantándose de un brinco.

-Claro que no lo estás ¿Te hizo algo Javier?...

-No, déjame en paz Carvajal... -se puso a la defensiva.

-No lo haré... -Juliana la miro sorprendida- Dime qué te pasa... -le dijo despacio y la morena solo se echó a llorar, la ojiazul la abrazó y para su sorpresa Juliana no se alejó y escondió su rostro en su pecho- Todo estará bien... -acariciaba su espalda delicadamente de arriba hacia abajo.

Después de unos minutos Juliana se tranquilizó y decidió sentarse otra vez en el piso, aunque sentía un nerviosismo por la cercanía de la ojiazul, necesitaba hablar con alguien, necesitaba desahogarse. Valentina se sentó a su lado y esperaba pacientemente a que hablara.

-¿Te has sentido completamente sola alguna vez? -Juliana rompió el silencio y miró a Valentina esperando su respuesta.

-Sí, cuando mis padres murieron, tengo a Eva, pero los extraño mucho ¿Tú te sientes sola?              -preguntó curiosa.

-Todos los días... -más lágrimas rodaban por sus mejillas.

-Creí que tu vida era perfecta...

-Pues no lo es... -dijo amargamente- Tengo a unos padres a los cuales veo tres veces al año -hizo una pausa- Nunca tienen tiempo para mí por sus trabajos, me dejan sola en su gran y lujosa casa en la que ya ni siquiera quiero vivir...

-Lo siento... -dijo sinceramente.

-Me duele que nunca estén, me duele que sus trabajos siempre sean más importantes que yo -se limpió una cuantas lágrimas- Hoy... hoy los llame para decirles que se acerca el campeonato de porristas y les pedí que estuvieran conmigo dándome su apoyo y me dijeron que no podían, que estaban trabajando para darme todo lo que necesito, cuando yo lo único que quiero es que estén conmigo...

-Son unos tontos... -soltó Valentina y al segundo se arrepintió temiendo la reacción de Juliana- Lo siento... -dijo una vez más.

-Tienes razón... -sonrió de medio lado- Así que no te disculpes -la ojiazul asintió- Les iba a contar lo de Javier pero no me quisieron escuchar, tenían una reunión "importante" así que...

-No está sola Juliana... -llevo una de sus manos a la de la morena, la apretó suavemente y sintió como Juliana se tensó, así que la aparto rápidamente- Lo siento... -se sonrojó y bajo la mirada.

-No... No te preocupes... -todo entre ellas estaba siendo raro, hace unas semanas se odiaban y ahora parecían "amigas".

-Mira sé que no soy... bueno, digamos, como decirlo -Valentina se enredaba con sus palabras.

-No te estoy entendiendo... -sonreía por como Valentina rodaba los ojos.

-Eres igual a Mariana -se cruzó de brazos ofendida y Juliana soltó una risita divertida, ya estaba más tranquila y sus lágrimas habían cesado, la compañía de Valentina se sentía bien, no lo podía negar y no lo quería negar.

-¿Me vas a decir?...

-Ok... -Valentina suspiro- Lo que quería decirte es que sé que quizás no somos muy "amigas" y que no soy Verónica, pero como tú me estas ayudando yo también podría ayudarte...

-Sigo sin entender....

-Yo podría ayudarte a no sentirte tan sola -dijo rápidamente y Juliana alzo una de sus cejas.

-No voy a caer contigo Carvajal... -nuevamente la ojiazul rodó los ojos.

-No me refería a eso -aclaró- Ahora déjame terminar ¿Quieres? -la miro seria y Juliana asintió- Cuando te sientas sola y Verónica no esté disponible, podrías ir a mi casa a... a cenar con mi hermana y conmigo...

-¿Por agradecimiento? ¿O por lastima?...

-No es por lastima Juliana, solo es una manera de retribuirte tu ayuda, además, a mi hermana le caíste bien, pero si no quieres por mi está bien, tampoco te voy a rogar...

-Lo pensaré... -dijo Juliana para sorpresa de Valentina.

-¿En serio?...

-Si Carvajal -La miro detenidamente- Gracias, no eres una perra sin sentimientos después de todo...

-Nadie dijo que lo fuera, te dije que no me conocías, aun...

-Lo sé... ¿Puedo abrazarte? -le pregunto dudosa, Valentina podría negarse y eso la desilusionaría.

-Claro Juliana... -le sonrió y poco a poco se acercaron fundiéndose en un tierno abrazo, por un lado Juliana se sentía protegida como desde el día que la ojiazul la salvo de las garras de Javier y por otro lado Valentina se sentía muy bien, demasiado bien...