Capitulo 31

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Era sábado por la mañana y Juliana estaba más feliz que de costumbre, se estaba preparando un delicioso desayuno y al mismo tiempo aprovechaba para limpiar su casa.

Se mordía los labios y sus pensamientos se desviaban especialmente hacia una ojiazul que la tenía muy enamorada, suspiraba, no podía pedirle más a la vida, finalmente había encontrado a su persona, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el timbre de su casa empezó a sonar, rápidamente salió de la cocina para ver de quien se trataba.

-Ya voy!... -abría la puerta y enseguida rodó los ojos y se molestó al ver quien era.

-Juliana necesito hablar contigo...

-No tengo nada que hablar contigo Tessa... -iba a cerrarle la puerta en su cara, pero Tessa la detuvo.

-Pues fíjate que si!... -sonrió con suficiencia.

-¿Qué es lo que quieres? -la enfrentó.

-Pues para que veas que soy una buena persona, te voy a hacer el favor de abrirte los ojos...

-¿De qué hablas?...

-Pues de Valentina y Verónica... -sonrió maliciosamente.

-¿Qué pasa con ellas? -"bingo" dijo internamente Tessa, había conseguido el interés de la morena.

-¿Sabías que se acuestan a tus espaldas? -soltó como si nada y Juliana palideció.

-¿Que mierda dices? -el corazón le latía rápidamente.

-Pues la verdad Juliana, tu mejor amiga ha estado viéndote la cara de estúpida desde hace mucho tiempo con tu novia...

-Eso no es cierto... -negaba y se le formaba un nudo en garganta.

-Claro que lo es, pregúntale a Verónica porque nos amenazó a mí y al resto de las porristas para que no te digamos nada...

-No es cierto!... -volvía a repetir con los ojos llorosos, no podía ser cierto, Valentina y Verónica no podían haberle hecho algo así, no, no podían. O si?

-¿Por qué no vas y se lo preguntas tú misma? o tienes miedo de darte cuenta de que tengo razón y no eres más que una imbécil -dijo venenosamente- te dije que no eras mujer para Valentina, es decir, Valentina no es mujer de una sola mujer, deberías saberlo -se burló- se han estado acostando a tus espaldas Juliana, una y otra vez...

-¡Cállate!... -no quería escuchar más, su mundo se estaba derrumbando.

-Bueno, no digas que no te lo advertí, me voy... -le guiño un ojo y se fue con la mejor de sus sonrisas.

Juliana no pudo aguantar más y se echó a llorar, no podía creer lo que Tessa le había dicho, entro a su casa y tomó su celular, le mando un mensaje a Verónica y a Valentina, tenía que aclarar las cosas.

Quince minutos después Valentina y Verónica se encontraban frente a la casa de la morena.

-¿Qué haces aquí?... le preguntó Verónica.

-Lo mismo te preguntó... -Valentina la miraba totalmente confundida.

-Juliana me mandó un mensaje...

-A mi también, dijo que necesitaba verme... -frunció el ceño, algo no andaba bien.

Antes de que tocaran la puerta Juliana la abría y se volvía a meter a la casa.

-Juls!... -la ojiazul era la primera en entrar seguida por Verónica- Juls, que ocurre?... -Juliana estaba de espaldas así que no podía verla bien- Juls?... -la morena se giró y pudieron ver que su rostro estaba lleno de lágrimas- ¿Que pasó, bebe?... -intentó acercarse pero Juliana la detuvo.

-Dime que es mentira! Dime que es mentira!... -alzó la voz asustando a las dos mujeres, que estaban frente a ella.

-¿Qué cosa July?...

-¿Ustedes dos se han acostado? -les preguntó y tanto Verónica como Valentina palidecieron y se miraron entre sí.

-¿Quién te dijo eso? -Verónica fue la primera en reaccionar.

-¿Es verdad? -silencio solo recibió y esa era toda la respuesta que quería escuchar- ¡Maldita sea! -ahora si su corazón se terminaba por destrozar.

-Juliana!... -Valentina se acercaba.

-¡No me toques! ¿Cómo pudieron? ¿Cómo pudiste? -esta vez miraba a Verónica que se había quedado callada- me han estado viendo la cara todo este tiempo, se han estado acostando mientras se reían de mí!...

-¡No!, claro que no es así Juls... -Valentina intentaba explicarle- es verdad que nos acostamos -la morena lloraba más- pero eso fue antes de que tú y yo estuviéramos juntas, nos odiábamos en ese entonces...

-Valentina dice la verdad Juliana... -Verónica hablaba.

-¿Y ustedes creen que les voy a creer? ¿Creen que soy estúpida? -quería morirse - te pregunte miles de veces si te acostarías con Valentina y me dijiste que no! -Verónica bajaba la cabeza avergonzada- es mi mejor amiga! -ahora miraba a Valentina.

-Juls!... -la ojiazul ya no podía evitarlo y también lloraba.

-Váyanse!... -les pidió.

-Pero bebe...

-¡Lárguense! ¡No las quiero ver más! ¡Las odio! -las miró con decepción, asco y desprecio.

-Juls tienes que creernos, yo te am... -la ojiazul no siguió hablando porque la morena le cruzó la cara de una cachetada.

-¡Cállate! ¡Cierra tu maldita boca! ¡Lárgate! ¡Lárguense las dos! -a empujones las sacaba de su casa a pesar de las suplicas de Valentina, cerró la puerta y su espalda lentamente fue bajando por las misma, estaba destrozada y lloraba desconsoladamente aferrándose a sus piernas.

-¿Quién pudo haberle dicho?... -le preguntó Valentina a Verónica, aún seguían afuera de la casa de Juliana.

-Fue Tessa Valentina, Fue esa maldita perra! -Dijo Verónica con desprecio- no nos va a perdonar Valentina, la conozco demasiado bien, debimos decírselo -se lamentaba, sollozando.

-Ella cree que nos estamos acostando a sus espaldas y no es así, yo no puedo perder a Juliana, Verónica, no puedo perderla!... -se agarraba la cabeza desesperada.

-No podemos hacer nada Valentina, ella... ella no nos va a querer escuchar, por el momento será mejor dejarla tranquila...

La ojiazul miró hacia la casa de la morena, no quería irse, quería explicarle las cosas, decirle que la amaba, pero sabía que Verónica tenía razón.

-Te amo Juls!... -suspiró resignada mientras lagrimas rebeldes rodaban por sus mejillas, camino hasta su auto, por el momento no tenía sentido insistir, Juliana la estaba odiando y aunque eso le causaba un gran dolor, sabía que por ahora no iba a poder hacer nada sin que Juliana la insultara y despreciara.

Durante el trayecto hasta su casa no dejó de llorar y golpear el volante, había sido una tonta, debió haberle dicho la verdad a Juliana antes, no haber esperado que Tessa se le adelantara e inventara cosas que no eran.

Estacionó su auto frente a su casa no sin antes llorar un poco más, se limpió las lágrimas y se bajó del auto, sin saber que se iba a encontrar de frente con alguien que hace mucho no veía...

-¿Lucia?...

-Lo siento Valentina!... -la muchacha se le acercó entre lágrimas con un pequeño bulto envuelto entre sabanas, en medio de sus brazos- Lo siento!... -volvió a repetir mientras le dejaba el bulto en sus brazos y colocaba un bolso al lado de ella para luego salir corriendo, subirse a un auto y desaparecer de su vista.

Valentina se paralizó, su corazón dejo de bombear, cuidadosamente abrió la sabanas para ver que le había dejado Lucia y palideció cuando vio que se trataba de un recién nacido...





Gracias a tod@s por leer ;)

Beside You Juliantina g!p adaptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora