Capitulo 45

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La reunión con Camilo había resultado de lo mejor, el hombre se había mostrado muy feliz de poder ayudar a su alumna favorita en todo lo que pudiera, a la vez que se lamentaba por su situación.

Habían llegado a un acuerdo y lo primero que iba a hacer Juliana era asistir a clases privadas en la universidad y realizar prácticas en el hospital, asesorada por Eva.

La morena esperaba poder volver a su trabajo en un año, cosa que sería muy difícil, pero pondría todo de sí para conseguirlo.

-Aquí es mi trabajo... -la ojiazul le señalaba el edificio en dónde se encontraba su pequeña empresa- No es muy grande, pero algún día si todo nos va bien, conseguiremos uno más grande...

-Estoy segura de que lo conseguirán mi amor... - sonrió y se aferró más al brazo de su esposa.

Juntas ingresaron al interior del lugar.

-Y está es mi oficina...

-Es muy bonita... -observaba cada una de las cosas que habían en la pequeña oficina, el escritorio, varias laptops, partes de computadoras, libros, papeles, discos- y sí que hay fotos mías aquí...

-Bueno me gusta tener presente lo hermosa que es mi mujercita...

-¿Tu mujercita?... -la miró con una ceja levantada.

-Sí, mi mujercita... -le guiño un ojo y la jalo acercándola a su cuerpo- Te amo, bebe...

-Yo también te amo... -colocó sus manos en el cuello de la ojiazul y poso sus suaves labios sobre los de ella moviéndolos con desesperación, ambas gimieron y la morena arrinconó a su esposa contra su escritorio, rápidamente se invirtieron las posiciones y ahora era Juliana quien estaba entre el cuerpo de su mujer y la dura madera.

-Dios! Juliana... -gimió alzando a la morena sobre el escritorio para acariciar sus piernas de arriba a abajo sin dejar de besarla, que llevará un vestido amarillo algo corto le facilitaba el trabajo de recorrer con sus manos el cuerpo de su mujer.

Juliana enrolló de vuelta sus brazos en su cuello y la presionaba contra su cuerpo cruzando sus piernas alrededor de su cintura.

El ambiente se empezaba a tornar caliente, los besos se hacían más ruidosos y las manos no podían quedarse quietas, tenían la necesidad de tocar todo a su paso.

-Juls... - gimió la ojiazul sintiendo la lengua de la morena entrar en su boca y acariciar la suya.

-Valentina!... oh!... lo siento!... -alguien entraba y por las mismas salía, rápidamente Juliana y Valentina se separaron de un brinco.

-¿Quién era? -Juliana se bajaba del escritorio y se acomodaba el vestido.

-Era Jessica -hacia lo mismo que la morena, aun respiraba con dificultad, oyeron un toque en la puerta y se miraron.

-Pasa... -dio la orden la ojiazul.

-Hola... -Jessica volvía a entrar- Siento mucho haber entrado así... -se veía muy avergonzada.

-No hay problema... -Valentina le dedicó una sonrisa para tranquilizarla.

-Es bueno tenerte de vuelta por aquí Juliana... -la socia de la ojiazul intentaba mirar a la morena, que estaba escondida atrás de la espalda de su esposa.

-Hola... -la morena salía de su escondite y miraba a Jessica muy sonrojada- Un... un gusto conocerte...

-El gusto es mío... -le sonreía sinceramente, sabía que no la recordaba por el accidente, la muchacha dirigió su mirada a Valentina- Tenemos un problema...

Beside You Juliantina g!p adaptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora