Beside You Juliantina g!p adapt

Capitulo 24

Valentina estaba asustada, hacia dos días atrás que Verónica las había encontrado besándose y desde ese día Juliana no había querido hablarle, ni contestarle las llamadas, no sabía si se había peleado con Verónica o si esta le había dicho todo lo que había pasado con ella.

Verónica tampoco había contestado sus llamadas, ni sus mensajes y estaba aterrada.

Cada vez que pensaba en la morena y en la manera que la estaba ignorando sufría una punzada en su corazón, nunca antes había sentido algo así y le dolía, tenía unas ganas inmensas de llorar y sentía que se iba a volver loca si no tenía noticias de Juliana, la necesitaba.

El timbre de la puerta de su casa sonó y rápidamente bajó las escaleras esperando que fuera Juliana, pero cuando abrió se encontró con alguien diferente, alguien que sabía que la vendría a buscar.

-¡Te advertí que mantuvieras tus manos alejadas de ella!...

-No estoy para tu amenazas Verónica!... -se alejó y se sentó en uno de los muebles.

-¿Que mierda tienes en la cabeza Carvajal? te dije...

-¡Tú no tienes derecho a decirme nada! -se hartó- Juliana ya está grande y es ella la que decide si quiere estar conmigo o no, ¡No eres su madre! -se levantó- ¿Que le dijiste? ¿Por qué no quiere verme? ¿Por qué no me contesta las llamadas? -su voz era temblorosa.

-Valentina!...

-¡Contéstame de una vez! y si no lo vas a hacer, cierra tu maldita boca y lárgate... -le señaló la puerta.

-Re... ¿Realmente te gusta?...

-No es tu problema, así que vete... -se volvió a sentar y se llevó las manos a la cabeza.

-Lo siento Valentina... -susurro Verónica sentándose a su lado- Tú también le gustas...

-Lo sé... -sonrió de medio lado mirándola.

-Ella no debe enterarse de lo que paso entre nosotras -dijo con voz temblorosa- Me odiara...

-Y a mí también... -tenía miedo de la reacción de Juliana al enterarse de que se había acostado con su mejor amiga.

-Solo te pido que no la lastimes, Juliana no es igual a las demás chicas con las que has estado...

-Lo sé, no se para dónde nos llevará toda esta loca situación -dijo divertida- Pero no es mi intención hacerle daño, mucho menos estar con otras personas...

-¿Por eso ya no quisiste estar conmigo? -preguntó curiosa.

-Por una parte si y otra parte por ti -se encogió de hombros.

-Entiendo... -susurro Verónica sonriéndole.

..........

Valentina no aguantaba más, así que había decidió ir a buscar a Juliana a su casa, decidida se paró frente a la casa de la morena toco el timbre y espero que le abriera.

-¿Valentina? -una sorprendida Juliana abría la puerta.

-He estado llamándote, enviándote mensajes, buscándote y no me has respondido, has decidido ignorarme sin importarte mis sentimientos -sonaba muy dolida- Pero ya fue suficiente Valdez, me importa una mierda lo que piense Verónica, no... lo que piensen los demás, quiero estar contigo ¿Algún problema? ¿Tengo que dar explicaciones por eso? -Juliana estaba sorprendida- Yo te gusto tú me gustas ¿No es eso suficiente? pues bueno... -no termino de hablar porque Juliana la jalo hacia dentro, cerró la puerta y bruscamente la estampo contra la puerta.

-Lo siento... -susurro mordiendo sus labios.

-Juls... –suspiro.

-Creí que estabas enojada conmigo por no haberte buscado y... -presiono sus labios con los de la ojiazul- Dios me encantan tus labios...

-A mí me gustan los tuyos -invirtió posiciones y ahora era Juliana quien estaba con la espalda apoyada en la puerta.

-Te necesito... -susurro Juliana llevando a Valentina hasta uno de los muebles y la sentaba colocándose encima de ella.

Valentina gimió al sentir la lengua de Juliana abrirse paso dentro de su boca y sus caderas moviéndose sensualmente sobre ella, su pene estaba más que listo, no entendía como la morena lograba encenderla con una sola caricia, con un solo movimiento, se besaban apasionadamente y ruidosamente ambas querían sentir más, la ropa empezó a estorbar y como pudieron se desprendieron de cada una de sus prendas, sus cuerpos desnudos se rozaron, sus pechos calientes se apretaban entre ellos. Juliana seguía encima de Valentina, mientras esta le acariciaba todo el cuerpo y apretaba su trasero de una manera salvaje.

-Val... -Juliana gimió al sentir la dura erección de Valentina rozar su sexo, estaba más que húmeda y preparada, le mordió los labios haciéndole saber lo mucho que la necesitaba.

-Mierda Juliana... -gruño Valentina separándola de su cuerpo para levantarse a buscar un condón en el bolsillo de su pantalón- ¿Te gusta lo que ves? -le preguntaba rasgando el paquete del condón y se lo colocaba ante la atenta mirada de la morena que no perdía detalle de su pene, que estaba levantado apuntando hacia el cielo.

-Mucho... -se mordió los labios y eso fue suficiente para que Valentina perdiera la cabeza, se sentó nuevamente en el mueble, levanto a Juliana sentándola sobre ella y la penetró duramente.

-¡Mierda Valentina! -gimió tomando en su interior  de su vagina toda la longitud del pene de Valentina que la abría por completo.

-¿Te gusta? -alzaba sus caderas jadeando y apretaba el culo de Juliana que la cabalgaba deliciosamente.

-Me... me encanta -subía y bajaba sobre el pene duro de Valentina apoyándose en el espaldar del mueble, la ojiazul golpeaba ese punto nervioso dentro de ella desquiciándola- ¿Lo sientes?   -hacia movimiento apretando el pene de Valentina.

-Dios Juliana!... -gemía- Estas.... estas tan apretada y me encanta -bajaba su mirada y veía como su pene entraba y salía del coño palpitante y caliente de la morena, se recostó un poco más y alzaba más sus caderas encontrándose con el cuerpo de Juliana que no dejaba de subir y bajar- ¡Mierda!... -iba a correrse, Juliana la estaba matando con eso movimientos circulares, se entretuvo en su pechos chupándolos para ahogar sus gemidos pero le fue imposible, se salió de la morena y la recostó en el mueble volviéndola a penetrar más rápido, más fuerte, Juliana colocó sus piernas en su cintura dándole más profundidad.

-Bésame Valentina... -pidió con voz ronca y la ojiazul obedeció, el vaivén de sus caderas era descontrolado y sensual.

Juliana empezó a clavar sus uñas en la espalda de la ojiazul y eso solo significaba una cosa, estaba cerca y más cuando las paredes de su vagina se contraían apretando deliciosamente el pene de Valentina sacándole gemidos guturales.

-No... No aguanto más.... -susurro Valentina juntando sus labios con los de Juliana mientras colaba una de sus manos entre sus cuerpos y estimulaba rápidamente su clítoris llevándola al borde del orgasmo.

-¡Valentina! -Juliana fue la primera en rendirse, seguida por la ojiazul que embistió unas cuantas veces más hasta dejarse llevar por su propio orgasmo corriéndose duramente, se desplomó sobre el pecho de la morena sin salir de ella y escuchaba lo rápido que latía su corazón.

Pasaron unos minutos donde solo se escuchaban respiraciones pausadas y suspiros de satisfacción, hasta que Valentina levantó su rostro y empezó a repartir besos por todo el rostro de Juliana.

-Eres muy buena en esto... -la miraba divertida y a la vez con adoración, si antes le hubieran dicho que Juliana le iba a dar el mejor sexo de su vida se reiría en sus caras.

-Tú no te quedas atrás... -rodeó el cuello de Valentina atrayéndola hasta su boca, sentía que nunca se iba a cansar de esos labios y de esa lengua.

-¿Que te dijo Verónica? -preguntó curiosa separándose, sabía que Verónica no le había dicho sobre lo de ellas, pero tenía curiosidad.

-Primero se volvió loca, después entro en negación, pero finalmente lo entendió -soltó una risita- ¿Te reclamó algo?...

-Un poco... -sonrió apartándole un mechón de la cara a Juliana- Eres muy hermosa.... -bajo su rostro hasta su cuello y lo mordió.

-No te cansas!... -podía sentir lo dura que se estaba poniendo de nuevo el pene de Valentina que seguía en su interior.

-Nunca me cansare de ti Juls... -dijo en ronroneo juntando sus labios nuevamente...