Extra 1

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Juliana no sabía que le ocurría a Valentina, la ojiazul estaba actuando de una manera extraña desde hace una semana y no le estaba gustando para nada. Necesitaba saber que le ocurría y estaba decidida a averiguarlo.

-¿Estás bien? -le pregunto a la ojiazul qué estaba sentada a su lado en su cama, era sábado y estaban en su departamento viendo una película, costumbre que habían adquirido desde hace un par de meses.

-Si... -respondió Valentina sin dejar de mirar la televisión.

-No me mientas Valentina, sé que no estás bien...

-¿Soy fácil de leer?... -giro su rostro y miro a la morena qué la miraba preocupada.

-No es que seas fácil, yo he aprendido a hacerlo -esbozo una media sonrisa- Ahora dime... ¿Qué te sucede?... -la ojiazul guardo silencio- ¿Confías en mi? -le pregunto despacio y la ojiazul asintió- Pues dime qué te pasa? -vio como Valentina suspiro y finalmente se resignaba a decirle la verdad.

-Hoy volví a ver a Rose... -respondió y Juliana se tenso, Rose era la muchacha con la que la ojiazul había tenido su primera vez y por lo que sabía de ella, era una mujer despreciable.

-Ya... -suspiro profundamente- ¿Y cómo así?...

-Fui a comprar un café y me la encontré...

-¿Qué te dijo?...

-Se... Se volvió a burlar de mí por lo que paso cuando estuvimos juntas... -bajo la mirada y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

-Ahora esa estúpida si me va a conocer... -sabía que Valentina era tímida, por la experiencia que había tenido con Rose, que solo la había llenado de miedos e inseguridades.

-Ella... Ella dijo que nunca iba a encontrar a alguien que me quisiera porque era un fenómeno, que sólo iba a tener hijos si forzaba a alguna chica y que ellos me odiarían porque iban a salir iguales a mí...

-¿Qué? No, Valentina...  -se acercó a la ojiazul qué ya lloraba y la abrazo con todas sus fuerzas- No eres ningún fenómeno, tu eres una persona especial con el corazón más puro qué he conocido, mi amor mírame... -se separó y tomó el rostro de Valentina entre sus manos.

-No sé porque estás conmigo, si yo...

-¡No Valentina! -la interrumpió- No voy a permitir que digas ninguna cosa horrible sobre ti, eres hermosa, eres especial, inteligente, eres una persona única Valentina, Rose es solo una idiota que no supo ver todo lo bueno que hay en ti, te quiero...

-Yo también te quiero -dijo la ojiazul sonrojándose, la morena sonrió y beso delicadamente los labios de la chica que la miraba con los ojos llenos de lágrimas, el beso comenzó a hacerse apasionado, las manos de Juliana comenzaban a recorrer el cuerpo de la ojiazul qué gemía contra su boca.

-Juls... -Valentina intento separarse pero Juliana se lo impidió apretándola aun más contra su cuerpo. La morena coló sus manos dentro de la blusa de la ojiazul y la sintió tensarce, se separó para mirarla y vio en sus ojos miedo.

-No me tienes que tener miedo...

-No tengo miedo de ti, tengo miedo de mí, no quiero hacerte daño, no quiero arruinar las cosas...

-No lo harás, solo déjate llevar -le sonrió y volvió a atacar su boca, los besos se habían hecho apasionados y ruidosos, la temperatura iba en aumento, Juliana intentaba sacar la blusa Valentina qué seguía un poco tensa.

-Juliana?... -la puerta de la habitación se abría, dejando ver a una Mariana que en seguida abría sus ojos sorprendida- Lo siento! no quise interrumpir... -se disculpo viendo como la ojiazul se levantaba de golpe, estaba muy sonrojada y salió casi corriendo de la habitación.

-Gracias Mariana!... -dijo la morena irónicamente a su amiga, mientras se levantaba de la cama y se acomodaba la ropa.

-Lo siento, no sabía que estabas intentado meterte una vez más en los pantalones del tomatito andante sin éxito... -sonrió divertida.

-No le digas así y por si no lo recuerdas, Valentina es mi novia, es obvio que voy a querer meterte en sus pantalones...

-Aun no puedo creer que sea tu novia, aunque bueno, con...

-Mariana!... -le dio una mirada asesina.

-Pero si es verdad, el tomatito ciertamente no es tu tipo, en primer en lugar es una chica con una personalidad muy diferente a la tuya, aunque bueno técnicamente...

-Ella es especial Mariana, cuidado con lo que vas a decir...

-Muy especial!... -dijo Mariana alzando sus cejas de una manera sugerente y la morena rodó los ojos.

-Deja de fastidiarme!... -salió de la habitación en busca de su novia, seguramente estaría escondida en alguna parte del departamento muerta de la vergüenza, sonrió, Valentina hacia qué su corazón se derritiera y las ganas de protegerla crecían aun más, la encontró en la cocina bebiendo agua.

-Lo siento!... -le dijo la ojiazul apenas la vio, claramente estaba avergonzada.

-No tienes porque sentirlo... -le dio un beso y la abrazo para tranquilizarla.

-Eres un tomatito muy adorable Carvajal, me caes bien -dijo Mariana que entraba a la cocina, sonreía divertida viendo como la ojiazul una vez más se sonrojaba y evitaba mirarla- No tengas vergüenza, yo también soy tu amiga, así que estamos en confianza...

-Mariana! -Juliana se separaba de su novia y se giraba para mirar a su amiga- Porque mejor no vas a ver si la Señorita Carter finalmente acepto una de tus mil invitaciones para cenar...

-Ese fue un golpe bajo Valdez y no han sido miles invitaciones, no exageres -sacudió su cabello e hizo una mueca.

-Si claro... -la morena sonrió sabiendo que Mariana ya no molestaría a Valentina.

-Bueno tengo hambre, pidamos una pizza -dijo Mariana cambiado la conversación, sabía que saldría perdiendo y no estaba dispuesta a hacerlo.

Beside You Juliantina g!p adaptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora