卍 C U A T R O 卍

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15 de Febrero del 2003

Yuudai permanecía concentrada en su videojuego mientras esperaba a sus invitados (Yuishiro y Himiko) y recibía a los compañeros de preescolar de las chiquillas; escuchó el timbre y una vez más se puso de pie, hizo una reverencia y utilizo la voz más dulce que tenía para saludar a aquellas mujeres que revisaban meticulosamente la casa de los Kofoku una vez que cruzaban la puerta.

— Yuu-nesan, ¿Ya llegaron Mikey-kun y Draken-kun? -Hitoka, quien vestía un traje de ninja, recargó su cuerpo sobre la espalda de la castaña.

— ¿Qué hay de Himiko-chan y Yuishiro-kun? -Ahora era Kiyoko vestida de princesa quién se colgaba del brazo de su hermana.

La castaña negó y se puso de pie levantando consigo a la gemela mayor.

— Ustedes parecen más preocupadas por mis invitados que por los suyos. -Dijo entre risas mientras intentaba liberarse del ataque de "Hitoka-san" y la "Princesa SparKiyoko"

El sonido del timbre llamó la atención del trío, las cumpleañeras corrieron a la puerta y la abrieron en seguida con una gran sonrisa, Yuudai solo se acomodó la ropa y justo antes de hacer la reverencia, notó quienes eran los recién llegados.

Draken, Mikey y dos rostros completamente nuevos, eran una niña rubia de ojos dorados que parecía un poco más joven y un joven alto de cabello y ojos obscuros que le parecían bastante familiares. Yuudai saludo en voz baja y les dio entrada sin despegarle la vista al mayor.

— ¡Draken-kun, viniste! -Hitoka corrió hacia el rubio más alto.

Draken se puso a su altura y le dió una sonrisa.

— Feliz cumpleaños, Hitoka-chan. -Le acarició la cabeza y luego se dirigió a la otra gemela que se hallaba escondida tras las piernas de su hermana mayor. — También tengo felicitaciones para ti Kiyoko-chan.

— Parece que te llevas bien con las cumpleañeras, Ryuguyi-kun. -Habló el mayor con una sonrisa ladina.

— Kenchin es un blandito con los niños. -Ahora fue Mikey quién habló.

Yuudai observó al trio de chicos y después fijo su mirada en la chica detrás del más grande, sonrió amablemente y la pequeña Emma respondió igual.

— Bueno, yo solo vine a traer a estos 3, me re-

— ¿Sano-kun? -La madre de Yuudai salió de la sala de estar con una bandeja de golosinas.

— Oh, señora Kanamori - Dijo en un tono casual y después dirigió su atención a la castaña con un rostro sorprendido. —  Entonces tu debes ser Yuudai Kanamori-chan.

Shinichiro se agachó para ver a la cara a la ahora confundida chica, esbozo una sonrisa alegre y le acaricio la cabeza suavemente.

— Estás más bonita, Kanamori-chan.

Y ahí fue cuando las dudas que el pelinegro le había generado desde que lo vio, se disiparon, Kanamori recordó el calido tacto de la mano del mayor de los hermanos Sano, y ahora era el resto de menores quienes estaban confundidos ante la extraña familiaridad que tenía Shinichiro con esa mujer y su hija.

— Tanto tiempo sin verte Sano-kun. -La mujer dejó la bandeja en una pequeña mesa del salón y caminó hasta el chico pelinegro.

— Lo mismo digo, Kanamori-san.

"¿Kanamori?, ¿Quién demonios era Kanamori?, el letrero de la casa claramente decía Kofoku", era lo único que llenaba la cabeza del trío de niños que había venido con el pelinegro.

𝗜'𝘁𝘀 𝗬𝘂𝘂-𝗱𝗮𝗶. [ᴛᴏᴋʏᴏ 卍 ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ]  ᴹˢ × ᶠᵉᵐ ᴿᵉᵃᵈᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora