• 𝟑𝟓 •

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"Hagamos ésto una vez más"
(...)

— ¿Pero qué mierda les pasó?. - Uno a uno fue repasando a sus invitados deteniéndose al ver a los hermanos Shiba limpiando la frente de Mitsuya con un pañuelo sucio. — ¿Yuzuha y Hakkai?, Por cierto ¿Dónde está, micchi? Creí oír que estaba con ustedes. - Preguntó con temor a su respuesta, Hanagaki no era un buen peleador y después de ver a Mitsuya y Chifuyu en ese estado solo esperaba lo peor.

Mitsuya fue el primero en hablar haciendo a un lado las manos de los hermanos, se puso de pie y con dificultad caminó hasta la castaña recargando su cuerpo en ella cuándo estuvo a pocos centímetros, Yuudai contuvo la respiración en espera de una respuesta y  exhaló aliviada al oír que estaba en manos de Manjiro.

— Bien...Hakkai tú no luces tan mal, ayúdame a traer unas cosas, ¿Está bien?. - Con delicadeza llevó a Mitsuya hasta el sofá y le ayudó a tomar asiendo justo a un lado del lastimado Chifuyu. — Yuzuha, si puedes moverte usa mi baño, toma algo de ropa para el frío y tomate el tiempo que quieras.

La castaña asintió algo insegura y se puso de pie para caminar hasta la habitación de su anfitriona, solo había visitado un par de veces el apartamento de Yuudai pero era fácil distinguir aquella habitación en un lugar tan relativamente pequeño. La atención regresó al trío de muchachos cuando Yuzuha cerró la puerta de la habitación y solo quedaron ellos 4 en la sala.

— Hakkai, en la cocina hay un recipiente de plástico, llénalo de agua y tráelo, ¿Puedes? - Una sonrisa amable se ilustró en sus rostro para darle seguridad al tímido Hakkai que en seguida caminó hasta la cocina para acatar la orden, una vez que el menor se alejó el semblante amable de Kanamori cambió a uno más severo al ver al par de lastimados chicos que no dejaban de quejarse en su sofá.

— Yu-Yuudai, antes de que digas algo, vamos a contarte todo, solo danos algo para el dolor y... - Mitsuya se detuvo al sentir el brazo de su amiga rodeando su cuello uniendoles a los 3 en un profundo abrazo.

— Idiotas, dejen de poner sus vidas en riesgo de esta forma, van a terminar matandome de la angustia. - Musitó ella mientras sostenía con fuerza al par de pandilleros. — Solo quiero escuchar lo que tengan que decir así que nada de quejas mientras les limpió ese cochinero.

Ambos asintieron rápidamente y unieron miradas para sonreír "Es bueno tener una Yuudai" pensaron a la vez mientras la jovencita sacaba de uno de los muebles de su sala el montón de gasas, alcohol y vendas.

El tiempo pasó rápido y el sonido de la puerta por segunda vez hizo que el par de chicas caminarán hasta allá, Yuzuha asomó la cabeza por la puerta y sonrió al ver al completamente destrozado Hanagaki tambaleándose en la entrada con una extrañamente gran sonrisa.

— H-hola, ¿Hay espacio para uno más? - Preguntó él señalando el interior del lugar y haciendo a Yuzuha reír.

— ¡Takemichi Hanagaki!. - Yuudai hizo su aparición detrás de Shiba al oír la inconfundible voz de Hanagaki desde la entrada, de forma brusca se puso frente a él y le tomó el rostro para analizar cada una de sus heridas y decidir qué haría con él. — ¿Acaso pelearon con un oso o algo? Entra rápido voy a-

Y de un momento a otro sintió como el tiempo se detenía cuando observó aquel par de ojos negros viéndola desde el estacionamiento, Manjiro estaba parado junto a la motocicleta que su hermano le había obsequiado y mantenía una expresión calmada a pesar del viento helado que estaba comenzando a correr con más fuerza. Sin despegar sus ojos de él, Yuudai ordenó a Yuzuha ayudar a Hanagaki a acomodarse en la sala y luego cerró la puerta detrás de ella después de que ambos estuvieron dentro.

𝗜'𝘁𝘀 𝗬𝘂𝘂-𝗱𝗮𝗶. [ᴛᴏᴋʏᴏ 卍 ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ]  ᴹˢ × ᶠᵉᵐ ᴿᵉᵃᵈᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora