卍 D I E Z 卍

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— Que tengas un buen viaje. - El joven agitó la mano con una sonrisa.

Acababan de dejar al señor Kanamori en el aeropuerto y ahora iban en el auto, el chófer debía encargarse de que llegaran hasta el apartamento y luego retirarse porque los chicos se cuidarían solos. Llegaron a la entrada del edificio y el hombre detuvo el auto para que los hermanos Kanamori pudieran bajar.

— Gracias por el viaje, Raiko-san. -Yuudai realizó una reverencia y caminó hasta su hermano quién la esperaba en el recibidor.

— Haces una reverencia al chófer pero no puedes ser amable con papá, eres rara Yuudai. -Yoishi paso su mano por los hombros de su hermana mientras subían al ascensor.

Mori sólo bufó y permaneció en silencio durante todo el trayecto hasta su "casa".

— Bien, 2 semanas, Yuudai, busca con quién te quedarás por este tiempo. -Yoishi caminó hacia su habitación. — A menos que quieras que pasemos genuino tiempo de hermanos y nos quedemos aquí.

Yuudai negó en seguida y corrio hacia su habitación para hacer su mochila.

☀️

Era otra mañana tranquila para la familia Sano, Manjiro dormitaba en la sala de estar mientras Emma hacia su tarea en el comedor y el abuelo Sano descansaba en su habitación, era sábado así que hasta Shinichiro tenía permitido descansar un poco más y abrir más tarde de lo usual. Toda esa paz terminó gracias al ruido de un motor y la risa de Baji en el jardín

— Mikey, te buscan. - Dijo Emma sin despegar la vista de su cuaderno.

Mikey permaneció acostado sin prestar atención a lo demás.

— Manjiro, sal a ver qué quiere Keisuke-kun.

El rubio no se movió. Emma suspiró y caminó hasta su hermano, jaló la cobija vieja con la que solía dormir y lo hizo despertar de golpe.

— Estan buscándote.

Mikey se quejó, se levantó y a regañadientes caminó hasta fuera para ver qué es lo que quería.

— Baji, ¿Qué mierda quieres? - Preguntó aún medio dormido.

— Mira lo que me encontré en la calle. -Keisuke se hizo a un lado y se colgó una gran mochila en el hombro.

El rubio alzó la vista de inmediato y se quedó quieto al ver a la castaña bajar de la moto del pelinegro, Yuudai solo sonrió nerviosa al ver que su amigo no reaccionaba.

— Buenos días. - Lo saludó agitando la mano.

Manjiro caminó hasta la castaña y una vez frente a ella, la rodeó con sus brazos sin pronunciar una palabra.

— Qué rarito. - Keisuke recargó su cuerpo en la motocicleta.

El rubio dejó ir a la chica y esbozo una gran sonrisa.

— ¿Cómo es que la encontraste en la calle? - Mikey giró hacia el pelinegro.

— Estaba caminando sin rumbo así que la recogí.

𝗜'𝘁𝘀 𝗬𝘂𝘂-𝗱𝗮𝗶. [ᴛᴏᴋʏᴏ 卍 ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ]  ᴹˢ × ᶠᵉᵐ ᴿᵉᵃᵈᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora