Joaquín POV
El mundo es lugar bastante simple cuando eres un niño, confías en que tus padres te protegen de todo el mal afuera y que sin importar la altura de la que saltes, estarán ahí para atraparte. Cuando creces, descubres que no son los héroes que creías y en mi caso también aprendí que el mal afuera era el hombre que me cargaba desde el sofá hasta la cama cada noche.
Nuestra relación siempre fue complicada, no dudaba de su amor, en realidad era capaz de comprenderlo, tenía un sinfín de obligaciones sobre sus hombros, los intereses de la familia que se extendía por todo el mundo recaían en él y tenía que ser el ejemplo para todos aquellos bajo su mando, tener un hijo como yo debió descolocarlo desde el primer día.
Tuve que quedarme en el hospital tres semanas después de mi nacimiento, ni siquiera estaban seguros de que fuera a sobrevivir y sus hermanos le juzgaron fríamente por traer un cachorro débil a la familia, cuando lo que necesitaban era un próximo líder. Mi madre juraba que a pesar de todo lo que dijeron, Uberto no dejo el hospital ni un solo un día y que cuido de nosotros sin importarle lo que su familia decía.
Era difícil creerlo después de pasarme los últimos años de mi adolescencia metido en un colegio militarizado, forzándome a cambiar cada mínimo detalle de mi mismo, desde los apenas notorios rasgos en mi personalidad, hasta mi cuerpo en desarrollo. Al grado en que ahora al verme al espejo era incapaz de reconocerme, en especial cuando me coloque aquel traje negro que todos usaban en las juntas, en cambio veía una versión más joven de Uberto y de cada jodido alfa que tuvo mi lugar antes.
Había aceptado que este era mi trabajo, era mi destino pertenecer a esta familia y continuar con los pasos de mis antepasados, así que me presente exactamente igual que lo haría cualquiera de ellos, necesitaba que todos ahí me respetaran y temieran por igual, no podía ser el débil omega que vieron nacer, era jodido líder que habían mandado fabricar. Lo que no previeron fue que al quitarme todo lo que era, también me arrebataron la capacidad de empatizar con otros, junto a otro montón de valores básicos en un ser humano.
Y en cuanto mi madre me entregó el primer informe de la investigación sobre la muerte de mi padre, con la respuesta que todos estaban buscando, solo pude prepararme para terminar con lo que Uberto habría querido que hiciera. Mi madre lo sabía, quizás por eso fue a buscarme apenas tuvo el nombre en sus manos, después de todo, ella no tenía forma de arreglarlo sin mi ayuda y Uberto había sido el amor de su vida, necesitaba vengar su muerte.
― ¿No crees que ha sido demasiado hacerlo frente a toda la familia? ―musitó con un tono consternado, mientras me desprendía del saco negro y le entregaba mi arma a Diego, uno de mis guardaespaldas, camino a la salida de la casa reuniones.
―Hice lo que querías que hiciera, madre. ―respondí avanzando a pasos agigantados rumbo a la camioneta negra que nos esperaba, quería quitarme el disfraz antes de ir a mi siguiente reunión privada. ―No pretendas que no fuiste feliz al ver caer su cabeza sobre la mesa.
―No es eso a lo que me refiero, Joaquín. ―murmuró deteniendo mi andar colocando su mano sobre mi brazo para que la mirara. ―Todos quieren el lugar que tienes, no te conviene hacer enemigos dentro de tu propia familia. Son los únicos que estarán de tu lado sin importar nada.
―Precisamente por eso debía hacerlo, deben comprender que el lugar que tanto anhelan, es mío. Y que cualquiera que intente meterse en la línea con patéticos viejos trucos, tendrá el mismo destino que Marcus. ―respondí con simpleza, mirando esos profundos ojos marrones que tantas noches me miraron hasta quedarme dormido. ―Ahora, si me disculpas, tengo asuntos importantes que atender. Ve a casa y descansa, tu vuelo sale mañana temprano. ―añadí volviendo la vista a la puerta donde mis hombres vigilaban atentamente.
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Sr. Bondoni
FanfictionPodemos pretender que somos buenas personas, fingir que somos capaces de amar y que esto no es más que un juego de poder, pero ambos sabíamos en que nos estábamos metiendo cuando te deje entrar en mi cama. Es mi lugar lo que deseas, lo vi en tus ojo...