Joaquín POV
Todas las familias tenían sus problemas, el padre ausente, la madre que bebía en secreto, el hermano del que todos decidieron dejar de hablar y desapareció lentamente de las fotos familiares, mientras crecía conocí a muchos chicos en la escuela que me hacían desear que nuestros inconvenientes fueran así de sencillos, un padre ausente era más fácil de digerir que Uberto sacándome de la cama en mitad de la noche para acompañarlo a uno de sus "asuntos".
No siempre fue así, descubrí nuestros secretos entrada la adolescencia, cuando todos los miembros de la familia empezaron a cuestionar mis aptitudes para el trabajo y mi padre decidió que era momento de moldearme para tomar su lugar en un futuro. Era una tradición desde el comienzo del negocio, el puesto del jefe era heredado al primogénito, si éste moría o no había nadie en la línea directa, pasaría a los hijos de los hermanos de mi padre, la única forma en que esto podría cambiar era si el jefe en turno así lo decidía, éramos algo así como una monarquía con muy mala reputación. Pero al menos aceptábamos la clase de personas que éramos.
La pregunta sobre mi lugar en la familia nació después de que se descubriera que era el primer omega en una línea de alfas, ¿cómo un frágil omega podría liderar a la mafia más grande del mundo?, todo el mundo le reclamaba a Uberto no haberse de dado cuenta desde el momento en que nací siendo tan pequeño y débil, era una desgracia y una maldición a sus ojos.
Pero claro, no había ni una sola regla que impidiera que un omega estuviera al mando, los viejos que iniciaron con los sucios negocios se jactaban de que su sangre solo daba alfa, no tenía dudas de que esto era una gran burla desde el cielo.
El puesto seguía siendo mío sin importar cuanto les costara aceptarlo, así que mi padre rápidamente inicio mi adestramiento, sabiendo que, si yo era incapaz de suplirlo, iniciaría una guerra interna por el puesto, sus hermanos pelearían por asegurarles el puesto a sus hijos y nietos, poniendo todos los negocios del grupo en juego por las rivalidades entre ellos y era el deber del jefe asegurarse de eso no ocurriera.
Un día simplemente decidió explotar mi burbuja de golpe y las ideas infantiles que aún mantenía a los trece años, se vieron destruidas después del primer tiro de gracia que tuve que presenciar, había olvidado gran parte de esa noche, pero la imagen de aquel hombre cayendo en un charco de su propia sangre me persiguió cada noche desde entonces, acompañado por las palabras de mi padre recordándome que no importaba que tan importante fuera alguien dentro de la familia, las reglas debían cumplirse con todos y cada uno de nosotros.
Tuve un ataque de pánico como nunca antes en mi vida, recordaba vagamente las lágrimas corriendo por mis mejillas y mi rostro escondido en el vientre de mi madre rogándole que no dejara que me llevaran de nuevo, el rumor se extendió entre los hombres de mi padre y una semana después me embarco rumbo a la escuela militar.
Por mucho tiempo creí que era su forma de hacerme desaparecer, que había cumplido mi deseo, pero poco antes de cumplir la mayoría de edad, los altos mandos me mostraron que en realidad todo era parte de mi entrenamiento, me enseñaron a usar una arma sin tener siquiera que mirar el objetivo, rompieron lentamente todas las creencias a las que me aferraba, la empatía, tolerancia y paciencia salió por la puerta al mismo tiempo que la fría crueldad se impregnaba en mis huesos.
Y día tras día me hicieron aprender las reglas de la familia, hasta que era capaz de recitarlas con los ojos cerrados, hasta que llego el día en que alguien fue a buscarme y el entrenamiento terminó.
Mi puesto acababa de quedar libre y la familia me estaba esperando.
Emilio POV
Tenía quince años cuando entre en este mundo junto a muchos otros adolescentes que encontraron un refugio dentro de la "familia", al comienzo hacíamos pequeños recados y obteníamos estímulos, la mayoría ganaba un lugar para dormir y comida a manos llenas, yo solo estaba aquí por la satisfacción de que mi padre perdiera todo por lo que había trabajado.
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Sr. Bondoni
FanfictionPodemos pretender que somos buenas personas, fingir que somos capaces de amar y que esto no es más que un juego de poder, pero ambos sabíamos en que nos estábamos metiendo cuando te deje entrar en mi cama. Es mi lugar lo que deseas, lo vi en tus ojo...