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ƒινє

Minho observaba el libro en su puesto abierto, diría en otros casos que se encontraba estudiando pero realmente no lo hacía; tenían un poco de tiempo libre hasta que el siguiente docente ingresara.

—Hola... —levantó la vista de su libro posándola en el chico que habló. —¿Me puedo sentar?

El rubio miró a su alrededor como si buscará a alguien.

—Sí, le estoy hablando a usted.

—¿A mí? —Se maldijo internamente por el tono de voz tan agudo que salió.

—Sí —una pequeña risa escapó de sus labios, Minho sintió su corazón ablandarse por ella. —Lee Minho, soy Lee Félix.

—Lo sé, te vi siendo acosado por Hyunjin en la fiesta... —el pecoso soltó una carcajada. —Estuve por decirte que parpadearas si te encontrabas en peligro.

La risa del peligris aumentó haciendo que unos ojos curiosos se posen en ellos, Minho sintió su rostro enrojecerse incluso hasta sus orejas, bajó la vista nuevamente hacía su libro. No le gustaba ser el centro de atención y por el menor, en ese momento, lo estaban siendo.

—Es divertido —Minho lo miró con verdadera sorpresa. ¿Él divertido? ¿El raro? No, no era posible.

—No lo soy, soy el raro que apenas sabe y comunicarse con alguien más.

—Se está comunicando muy bien conmigo —sonrío en grande al mayor.

Minho mordió su mejilla internamente, estaba sorprendido consigo mismo pues apenas y podía hablar con alguien más en el instituto cuando no estaba con Seungmin, pero con el pecoso era fácil o así parecía.

—Es decir, no es raro Minho hyung, solo es algo de su personalidad que puede cambiar si lo intenta... —el rubio le regaló una sonrisa al peligris haciéndolo sonreír por milésima vez durante ese pequeño rato. —Ve, debería sonreír más, se ve más lindo así.

—No seas tan formal, por favor

—Pero es normal que lo sea, es mayor que yo y... —Minho negó.

—Ni a Seungmin le dejé ser formal aunque su mamá le reclamaba por no hacerlo, no me gusta. Solo pretende que tenemos la misma edad.

—Está bien hyung... —Minho enarcó una de sus cejas, Félix rio. —Está bien Minho.

Ambos compartieron una pequeña sonrisa que se vio interrumpida con la llegada del profesor. Félix mentiría si dijera que prestó atención a la clase porque no había sido así, su mirada había pasado sobre el mayor a su lado, no, no le gustaba pero no entendía porque Minho se cerraba tanto en sí, es decir, tantos eran los chicos que morían por hablarle y declararle sus sentimientos pero no lo hacían por miedo.

La clase había terminado y ahora se encontraban sobre la mesa de siempre compartiendo una que otra palabra mientras comían, a diferencia de que ahora contaban con la presencia del menor con las casi indivisibles pecas en el rostro. Minho lo había invitado a su grupo de amigos, grupo de amigos que constaba solamente de Seungmin y él pero bueno, ahora tenían un tercero.

—¿Félix usas maquillaje? —Minho miró a su amigo mientras el peligris se encogía en su asiento. —Lo siento, es que...

—No, no pasa nada... —suspiró. —Es solo para cubrir las pecas, no me gustan, son feas.

Minho frunció el ceño a la para que el más alto de los tres.

—Son lindas Félix.

—Son pequeñas constelaciones pero plasmadas en tu piel.