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SeungBin

Todo a su alrededor parecía estar borroso, sus ojos pasaban de Félix a Jisung de Jisung a Chan y luego a Beomgyu quienes hablan a la lejanía buscando más información de lo que el menor había hecho; Hyunjin, Minho y JeongIn conversaban sobre algo que el menor no alcanzaba a escuchar mientras junto a él, Wooyoung decía algo que no entendía.

—Seungmin ¿entendiste?

Su mirada cayó en su pareja reflejando confusión, el chico suspiró mientras apretaba un poco su mano.

—Te decía que todo estará bien ¿sí? —otro suspiro escapó de sus labios—. Podremos encontrarlo, Changbin no pudo ir tan lejos.

El de cabellos lila asintió levemente sin procesar lo que el mayor le decía pues sinceramente, su mente lo estaba consumiendo.

¿Dónde estás Changbin?

Como si fuese enviada por el cielo, Jeongyeon apareció por las puertas del instituto, su mirada era triste y se la veía cansada.

—¡Seungmin, espera!

No supo en que momento sus pies lo habían llevado hacía donde estaba la mayor.

—¿Dónde está? —la tomó de los hombros sorprendiéndola—. Noona.

La mayor lo miró sorprendida por unos minutos pues hasta lo último que supo, por medio de Changbin, nada entre ellos estaba bien. Porque sí, Jeongyeon sabía todo lo de esos dos chicos.

—Y–yo...—susurró.

—Por favor Jeongyeon noona...

La chica posó su mirada en el chico y suspiró.

—No lo sé...—Seungmin negó—. Estuvo conmigo hace una noche pero no volvió, no me dijo a donde iría Minnie.

El menor sintió sus ojos escocer, pasó las manos por su rostro frustrado mientras sentía las manos de alguien tocar su hombro.

—Minnie...—la voz de su mejor lo calmó un poco—. Jeongyeon noona...

—Quizá no sé dónde este...—soltó ganándose la mirada de todos los que se habían empezado a acercar—. Pero sé que la situación que estaba viviendo con su papá no era la mejor, ese señor...—arrugó su ceño—. Hace muchos años lo mandó a un lugar para corregirlo.

La chica posó los ojos en el pelinegro.

—Fue por eso que se alejó de ti...—Minho abrió los ojos con sorpresa, solo Seungmin sabía que había existido una buena amistad entre ellos dos—. Por eso te dejó de hablar, porque su padre no lo dejó seguir hablándote debido a tu condición.

Hizo comillas en la última palabra con cierta pesadez en ellas.

—Y creo...—susurró—. Creo que lo que sea que ahora este viviendo tiene que ver con su papá.

Todos compartieron una mirada dolorosa, ellos más que nadie sabía cómo era el padre del petizo y como odiaba a todo aquel que vaya en contra de lo natural pero nadie nunca se había enterado que alguna vez Changbin había intentado salir de aquel lugar todo oscuro que algunos llamaban armario pero ahora que lo sabían un peso se ponía sobre sus pechos y se le aumentaba mucho más al pensar que todo había empeorado porque sinceramente había salido de él.

—Noona, por favor...—la voz del peliazul sonaba dolida—. ¿En serio no tiene idea de donde está?

La mayor volvió a negar, quería ayudar pero no recordaba nada que el chico hubiese dicho al menos no nada relevante.