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тωєηту ƒινє

—¿Entonces puedo ir?

Minho sinceramente esperaba una respuesta positiva de parte de su madre para poder ir con el grupo a pasar el nuevo año en la casa del australiano mayor.

—¿Quieres que te deje ir a una casa lleno de chicos hormonados sin supervisión adulta?

Un suspiro pesado escapó de sus labios.

—Mamá solo son dos días, por favor...—chilló.

—¡Eso me suena a sexo sin control!

Al menor se le tiñeron las mejillas por lo fácil que su madre soltó esa frase.

—¡Mamá! —regañó—. Por favor.

—Cariño, te amo pero...

—¡Limpiaré la casa sin quejarme!

—Min...

—¡Comeré más saludable!

—¡Se supone que eso ya lo estás haciendo! —regañó.

—¡Comeré más fruta! No pondré peros y aceptaré cualquiera que me des...

Un silencio se formó en el otro lado de la línea poniendo ansioso al pelinegro.

—¿Ya tienes hecha la maleta?

—Ya estoy yendo para allá con Jisung...—rio.

Su madre soltó un suave suspiro y Minho juraba que podía ver nítidamente a su madre negar con una pequeña sonrisa divertida en sus labios.

—¿Qué haré contigo Lee Minho? —dijo mientras soltaba una pequeña risa—. Nos vemos el dos de enero entonces.

—¡Sí! —chilló alegre el menor—. Te amo mami.

—También te amo pequeño...—correspondió su madre— Cuídate mucho y cualquier cosa que pase, llámame.

Unas cuantas palabras más y el mayor cerró el teléfono con una sonrisa en sus labios.

—Eres un caso gatito...—rio el menor junto a él.

Minho liberó una pequeña risa que hizo al corazón del menor acelerar su ritmo ante lo linda que se escuchaba.

—Ella sabía que no estaba en casa desde que la llamé...—aseguró—. Mi mamá es demasiado inteligente.

—¿Y no te pudo heredar un poco a ti?

—¡Oye! —dijo mientras le daba un suave empujón que lo hizo reír—. ¿Cómo lograste que te permitieran venir?

Jisung encogió un poco sus hombros mientras dejaba un poco de aire escapar por sus labios.

—Bueno, mis padres no están estos días en casa, ya sabes...—miró de soslayo al mayor—. Están dejando todo organizado para...

—¡Genial! —interrumpió el mayor—. Pasaremos con los chicos ¿te emociona?

El menor miró fijo al pelinegro y pudo notar ese atisbo de tristeza en su mirar haciendo que un pequeño hueco se formase en su pecho, él sabía que debían hablar de su ida pero por el momento parecía que ese tema era un tabú.

—Claro...—rio—. He pasado antes con Hyunjin pero todos ustedes le dan color a mi vida y sé que estos días serán bonitos.

Minho dejó un rápido beso en los labios del chico haciéndolo sonreír mientras sus mejillas se tornaban de un suave color carmín.