ѕєνєη

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El mayor se encontraba acorralado bajo el cuerpo del menor aunque quisiera alejarlo no podía, el menor era muy fuerte o su fuerza se había esfumado simplemente dejándolo desahuciado.

—Minho, bésame...

Minho posó su mirada sobre los labios del menor y sintió su garganta secarse.

—Un besito —puchereó.

Tomó el rostro de menor y plasmó sus labios sobre la frente de este haciéndolo bufar.

—No te voy a besar así Jisung, no en ese estado —Jisung se quejó haciendo una pequeña sonrisa aparecer en el rostro de Minho—. Debes irte a tu casa.

Jisung negó y se desplomó sobre el cuerpo del mayor acomodando como pudiera su cabeza sobre la hendidura del cuello del chico bajo el.

—En tu pecho estoy mejor.

—No, no lo estas —el peliazul bufó ante las palabras de Minho—. Por favor, es tarde y mañana quede en verme con los chicos, de seguro tu harás lo mismo.

Negó, su nariz rozó con la piel del cuello expuesta del muchacho haciendo que a este se le erice cada vello.

—Hui de ellos porque quería estar aquí, contigo... —Minho puso los ojos en blanco—. Ni siquiera Rejun logró mantenerme a su lado, ni siquiera salías de mi mente mientras...

—¡No quiero saber eso! —el aire caliente emitido por el menor al reír hizo que se tense.

—Bésame, por favor.

Minho atrapó su labio inferior entre sus dientes, realmente estaba considerando hacerlo aunque quizá eso significara peligro para su corazón.

—Maldita sea Min, no hagas eso.

—¿Qué? —Arqueó una de sus cejas dudoso.

—No muerdas tu labio así...

Sin dudarlo pasó la mano por el labio hinchado del mayor haciéndolo sentir una corriente por su cuerpo.

—A la mierda todo —susurró.

Jisung se abalanzó sobre los belfos de su mayor, Minho no correspondió el beso al principio no hasta qué el pequeño mordió un poco su labio haciéndolo jadear. Sus labios bailaban un armonioso compás, tan dulce y suave que al parecer ninguno deseaba romper ni siquiera cuando empezaban a sentir la falta de aire.

—J-Jisung...

Minho sintió su corazón acelerarse aún más ante la imagen del menor sobre él, un poco despeinado por las manos suyas que se habían entreverado en sus cabellos, sus labios ligeramente hinchados y rojizos por el beso.

—Y-Yeonjun...—la voz del menor salió rasposa.

—¿Yeonjun? —Minho podía sentir su corazón romperse y recién, tan solo recién se habían dado un beso—. Vete Jisung.

El peliazul abrió sus ojos en demasía al caer en cuenta del nombre que había dicho, negó efusivamente y se aferró nuevamente al cuerpo del mayor quien luchaba por quitárselo de encima.

—Me llamo Lee Minho y no voy a ser el juego de nadie más.

Lo apartó bruscamente de él y poniéndose en pie se encaminó hacía la puerta de su habitación.

—Vete, quédate, como quieras... me da igual —suspiró—. Solo no quiero verte cuando me levante.

Cerró la puerta de su habitación fuerte haciendo al menor dar un pequeño brinco en su lugar, un hipido escapó de sus labios mientras se lanzaba sobre la cama apreciando el estrellado techo del menor.

нєу, ѕιℓℓу кιтту - мιηѕυηgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora