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SeungBin

—Tienen que llevarlo al hospital...—dijo la mujer una vez saliendo a la sala con los demás menores—. Las heridas superficiales pueden sanar pero internamente no sabemos cómo esta y es preocupante que haya tenido hematemesis.

Todos compartieron una mirada confundido ante aquel termino desconocido para ellos, la mujer suspiró.

—Que haya tenido un vómito con sangre presente.

Los menores soltaron un ah alargado dando a entender que entendían.

—Pero él no quiere ir...—habló su hijo—. Por eso te llamamos.

—Pero tiene que ir quiera o no Minho.

—¿Qué pasa si lo llevamos y sus padres lo quieren sacar? —la voz de Seungmin se partió un poco.

—No lo permitiremos...—la voz del otro doctor presente en la casa retumbó—. Changbin me dijo que tiene un familiar de confianza al que puede llamar y cuidar de él.

La madre del pelinegro le regaló una sonrisa a su compañero.

—Además, su cuerpo es prueba suficiente como para presentar una orden contra ellos.

—Solo fue su padre...—la voz de Chan sonó—. Su madre no lo golpeó.

—Pero no hizo nada para detenerlo...—habló el hombre—. Es igual de culpable que el padre.

Los menores soltaron un pequeño suspiro mientras agachaban su mirada.

—¿Aceptó ir al hospital?

Ambos médicos compartieron una mirada rápida y luego negaron.

—Quiere esperar a su tía pero son unas largas horas de viaje...—suspiró la mujer.

—Hablaré con él —Chan se puso en pie pero antes de dar un paso JeongIn lo detuvo.

—¿Por qué no lo hace Seungmin hyung?

La mirada de todos cayó sobre el menor haciéndolo sentir algo ansioso.

—Minnie...—la mujer lo llamó logrando captar su atención—. ¿Crees poder convencerlo?

Seungmin miró a su amigo quien le regaló una sonrisa confortadora, asintió.

—Lo haré.

Ambos mayores le sonrieron antes de que el menor ingrese a la oscura habitación, encontrando al mayor recostado con su brazo cubriendo su rostro en un vago intento de dormir.

—¿Binnie?

Retiró su brazo cuando sintió el suave colchón hundirse a su lado, su mirada se posó en el rostro del chico que le regalaba una tímida sonrisa pues después de aquella conversación en la que prometía esperarlo todo había quedado en silencio.

—Seungmin...—le devolvió la sonrisa.

El más alto no iba a negar que escucharlo llamarlo por todo su nombre le dolía pero no podía quejarse en esos momentos.

—Por favor, acepta que te llevemos al hospital...—el mayor frunció el ceño así que se apresuró a continuar—. Sé que dijiste querer esperar a tu tía pero Binnie...—tomó la mano del mayor entre las suyas—. Todos sabemos que las heridas y moretones en tu cuerpo se irán pero internamente no sabemos que pasa y no todos van por la vida vomitando sangre.

—Tengo miedo que ellos vayan y quieran...

Interrumpió rápido al mayor. —Hablaran para que no se acerquen, no dejarán que te toquen, no más...—su mano acarició el rostro del mayor en busca de calmarlo—. Por favor, confía y deja que te lleven al hospital.