тнιятєєη

1.2K 187 22
                                        




Un pesado suspiro se escapó de sus labios cuando los recuerdos de aquel día aglomeraron su mente de golpe, sacudió la cabeza mientras se ponía en pie dejando su cómoda y suave cama.

—Gatito tonto.

Arrugó su ceño al escuchar aquel apodo por décima vez en lo que llevaba el día.

—Ardilla molestosa —replicó. El ceño del menor se arrugó con molestia provocando que una risa escape de su boca—. ¿No te gusta? Pienso que es muy lindo y que queda muy bien contigo.

—¡No soy molesto!

—¿Te lo repites todos los días frente al espejo?

—No, solo me digo lo guapo que soy...—sonrío en grande haciendo al mayor rodar los ojos.

—En fin... ¿no dejarás de ver mi ventana en todo lo que queda del día? —El menor soltó una pequeña risita logrando que sonría poco.

—Es lo que tengo al frente, no es mi culpa.

Minho negó tratando de ahogar una carcajada pero no lo logró cuando la risa del menor llegó a sus oídos.

—Lo siento, digamos que extrañe un poco tu presencia mientras estuviste ausente, digamos.

El corazón del mayor dio un pique al escuchar aquellas palabras.

—Pero solo digamos porque ajá.

—Claro, no extrañabas espiarme a través de tu ventana mientras yo bailaba en mi habitación, claro.

—¡No te espío! —Las mejillas del menor se encendieron con un tono rojizo fuerte—. Solo me tranquiliza un poco verte bailar, es todo.

Jisung bajo la mirada a sus manos mientras mordía levemente su labio inferior ¿por qué Minho lograba ponerlo tan nervioso con solo unas cuantas palabras?

—¿Bailas?

—¿Huh?

El mayor sonrío un poco mientras apoyaba su mentón sobre su mano.

—¿Tú bailas?

Jisung negó rápidamente, hace mucho tiempo, precisamente hace dos años que no lo hacía.

—¿Te gustaría intentarlo? —Jisung posó su mirada en el mayor y su corazón latió errático cuando en su lugar vio a Yeonjun—. ¿Jisung?

El menor se alejó un poco de su ventana mientras intentaba regular su respiración, tragó saliva y regresó a su sitio sin atreverse a mirar al mayor.

—Y–yo no bailo, no más.

Un pequeño silencio invadió el espacio entre ellos, un silencio que se estaba volviendo algo tortuoso.

—Lo siento...—Jisung arrugó su ceño mirando por fin al mayor—. Sí dije algo que no debí, lo siento.

—N–no, es solo que...

Sus palabras no salieron más de su boca pues sinceramente no sabía cómo explicar aquella pequeña situación que al parecer había tocado superficialmente la herida que juraba ya estaba sana.

—Todos tenemos cicatrices Han, nada quita que algunas no hayan sanado por completo a pesar del tiempo...—le regaló una pequeña sonrisa al menor—. No te quito más de tu tiempo Han.

—¡No!

—¿No?

—N–no... o sea, no me quitas tiempo —Minho soltó una pequeña risita que sonrojo al menor—. ¿Quieres ir por un helado?

нєу, ѕιℓℓу кιтту - мιηѕυηgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora