Capítulo 1

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POV BILLIE

—¿Qué demonios está haciendo?

Cuando la luz del semáforo cambió a verde, seguí trotando en mi lugar en vez de cruzar. La escena desarrollándose al otro lado de la calle era demasiado entretenida para interrumpirla. Mi auto estaba estacionado frente a la oficina, y una chica de cabello castaño se estaba inclinando contra el parabrisas.

Su cabello aparentemente se había atascado en mi limpiaparabrisas.

¿Por qué? No tenía ni puta idea. Pero parecía bastante enojada, y la vista era cómica de ver, así que mantuve mi distancia, curiosa sobre cómo resultaría todo esto.

Era el típico día con brisa en el área de la bahía, y una ráfaga de viento golpeaba, causando que su largo cabello volara por todo el lugar mientras batallaba con mi auto. Eso pareció molestarla todavía más.

Frustrada, se jaló el cabello, pero el mechón enredado en el limpiador era demasiado grande y no se soltó. En lugar de tratar de desenredarlo suavemente, lo jaló más fuerte, esta vez irguiéndose mientras tiraba de su cabello con ambas manos.

Eso hizo el truco. Su cabello se soltó. Desafortunadamente, mi limpiaparabrisas estaba todavía adherido a él, colgando. Ella gruñó lo que supongo sería una sarta de maldiciones y luego hizo un último fútil intento de remover el desastre enmarañado.

La gente que había cruzado la calle cuando yo no lo hice ahora comenzaba a aproximarse a donde ella estaba parada, y la chica de pronto pareció darse cuenta de que alguien podría notarla.

En vez de estar enojada con esta loca que dañó mi Audi de apenas una semana de antigüedad, no pude evitar reírme cuando ella miró alrededor, luego abrió un impermeable y apretujó el limpiaparabrisas colgante dentro.

Se alisó el cabello, ajustó su cinturón y se dio la vuelta para caminar, alejándose como si nada hubiera pasado.

Pensé que ese sería el final del espectáculo, pero aparentemente pensó mejor en lo que había hecho. O eso parecía. Girándose, volvió a mi auto. Luego procedió a buscar algo en su bolsillo y lo ubicó bajo el limpiaparabrisas restante antes de alejarse.

Cuando la luz cambió a rojo de nuevo, crucé la calle y troté hasta mi auto, curiosa sobre qué diría su nota. Debió haber estado atorada allí por un rato si tuvo tiempo de escribir una nota antes de que la viera, porque no había sacado ningún bolígrafo mientras la veía.

Levantando el limpiaparabrisas restante, deslicé la nota y le di la vuelta, solo para encontrar que lo que me dejó no era para nada una nota de disculpa. La castaña me había dejado una maldita multa de estacionamiento.

***

Qué mañana. Mi auto vandalizado, no había agua caliente en el gimnasio junto a la oficina y ahora uno de los ascensores estaba de nuevo fuera de servicio. El apogeo de la mañana entraba a las carreras al único ascensor funcionando como sardinas en una lata. Miré mi reloj. Mierda. Se suponía que mi reunión con Jonny comenzara hace cinco minutos.

Y nos estábamos deteniendo en cada jodido piso.

Las puertas se deslizaron abriéndose en el séptimo piso, un piso por debajo del mío.

Xxx: —Disculpe —dijo una mujer detrás de mí.

Di un paso a un lado para dejar salir a las personas, y la mujer atrajo mi atención al pasar. Olía bien, como a loción bronceadora y playa. La miré salir. Justo cuando las puertas del ascensor comenzaron a cerrarse, se dio la vuelta, nuestras miradas se encontraron por un breve segundo.

We shouldn't (Billie Eilish y Tu) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora