Desesperado, así se sentía Taehyung.
Unos minutos atrás, mientras estaba sentado al volante a punto de salir de su casa, Ho Seok lo había llamado para darle una terrible noticia. Jungkook, el chico que le había robado el corazón, probablemente moriría en el transcurso de la noche.
Sin saber muy bien qué hacer o cómo reaccionar, video llamó a su hermana Na Ra. Cuando ella contestó, intentó parecer lo menos alterado posible y le pidió que llamara a Namjoon. Ésta obedeció y en menos de diez segundos estaba hablando con el mejor amigo de Jungkook.
—Namjoon... tengo noticias de Jung...—no pudo terminar de decir su nombre, porque las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y su voz se quebró.
—Taehyung, no me digas que...
El detective sólo asintió.
—Ven a casa, iremos a buscarlo, a donde sea que esté.
Diez minutos después, Namjoon estaba conduciendo el automóvil de Taehyung, junto a él, en dirección a Busan.
Taehyung estaba demasiado nervioso, no hacía más que mirar por la ventana y morderse los dedos frenéticamente. Namjoon comenzaba a preocuparse, lo veía mal. Entendía perfectamente la situación, pero creía que lo mejor era controlarse. Después de todo, Taehyung no le contó nada más y él necesitaba respuestas.
A las dos horas de viaje, se detuvieron en una estación de servicio. Namjoon necesitaba ir al baño y comer algo. Con todo el ajetreo, con suerte alcanzó a despedirse de su novia. Ah, Nara, seguramente estaba nerviosa y confundida, pero Namjoon se aseguró de que una de sus amigas fuera a quedarse con ella para no dejarla sola.
Volvió al auto y Taehyung se había dormido. En cierto modo le alivió un poco, el ambiente estaba demasiado tenso ahí dentro.
Luego de dos horas y media, gracias a una dirección de Ho Seok había enviado al teléfono de Taehyung, llegaron al hotel Westin Chosun ubicado en una de las playas de Busan. El menor bajó del vehículo corriendo, por lo que Namjoon tuvo que seguirlo y darle las llaves al botones antes de que los regañaran por no estacionar correctamente. Jaló al detective del brazo y con un semblante serio, se volteó hacia él.
—Si no vas a comportarte no voy a dejar que entres, Kim Tae Hyung. Esto es un asunto serio y si tengo que examinar a Jungkook o algo, tu llanto y tus gritos son la última cosa que necesito — le advirtió.
Luego de eso, estiró su mano hacia él.
—Dame tu teléfono, necesito hablar con quién sea que tenga el teléfono de mi amigo —agregó, a lo que Taehyung, ya más calmado ante la reprimenda, obedeció.
No pasaron muchos minutos antes de que Taehyung estuviera parado a los pies de la cama en la cual yacía Jungkook. No podía creerlo. Aquel rostro que, hasta hacía unas semanas atrás, le parecía la cosa más molesta del mundo, ahora estaba apagada; deseaba tanto escuchar alguna broma o ver esa sonrisa burlona... Namjoon se lo había advertido, por lo que contuvo las lágrimas y se mordió el labio inferior mientras aguantaba. Frustrado, iracundo, molesto con todo lo que estaba pasando. Ni siquiera tenía la fuerza suficiente como para tomar su mano y decirle que todo estaría bien, que no pasaba nada si se iba y lo dejaba solo, que todo seguiría como de costumbre. Pero Taehyung quería ser egoísta, no quería dejarlo ir. Quería abrazarlo, besarlo y gritarle que no se fuera. Que se quedara. Que permaneciera junto a él.
Justo en ese momento, el sonido de unos pies arrastrándose le distrajeron.
Ho Seok lo estaba mirando.
Para el pelirrojo, la vida después de Taehyung, al contrario de lo que cualquiera podría creer, sólo se hizo más difícil. Siempre vivió con el remordimiento de haberlo tachado como algo deshonroso y malo, casi como si se estuviera negando a sí mismo. A pesar de que siempre se dijo que el ser homosexual era un defecto y una traba para ser exitoso y respetado ¿qué respeto real e importante podía imponer un matón como él? ¿realmente había logrado el éxito que tanto deseaba luego de destruir la vida de Kim Tae Hyung? Pasar todos esos años, escondiendo quién era realmente, fue un suplicio. Y cada vez que intentaba sin quiera tocar a otro hombre, el rostro lloroso del menor le nublaba los pensamientos. Era por eso que Jung Ho Seok se obligaba a estar con mujeres, casi como si estuviera tratando de convertirse en algo que jamás fue. Lo sentía mucho por ellas, pero nunca se había planteado tanto el daño que hacía a las personas que lo rodeaban; no hasta que vio cómo Jeon Jung Kook, el perro de la policía, arriesgó su vida para salvar la de alguien a quien aborrecía.

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HOUSE OF CARDS
FanfictionKim Tae Hyung es nombrado jefe de la investigación que acaba de reabrirse después de 10 años. Luego de un "pequeño" incidente, el detective Kim y su compañero en el caso, el oficial Jeon Jung Kook, se ven arrastrados a los sucios asuntos de la agru...