El sonido de la mano empuñada de Taehyung contra la mejilla de Jungkook se escuchó por todo el continente.
El menor de ambos corrió hasta el baño, mientras que Jungkook se quedó pasmado, tratando de hilar los pensamientos en su cabeza para descubrir qué es lo que estaba pasando; qué es lo que había hecho mal.
Aunque a veces se portara como un idiota, Jeon Jung Kook era un caballero. Le daría espacio al otro, al menos hasta que pudieran hablar con calma y seriedad.
Fue hasta la habitación que originalmente había sido preparada para él, rebuscó entre sus cosas y encontró ropa seca, limpia y planchada. Secó su cabello y todo lo que siguiera húmedo luego de la exposición a la lluvia. Se cambió el vestuario y se sentó al borde de la cama, mirando sus manos. Entonces comenzó a razonar ¿por qué había besado al otro? Hizo una mueca, juntó sus labios, los estiró y los movió juntos, de un lado a otro mientras pensaba. Si bien en las clases de biología explicaban muy bien que una erección era el resultado del deseo sexual por otra persona, más bien, siempre lo explicaban como un tema reproductivo; estaba bastante claro que de él y Taehyung jamás saldría un bebé. Intentó hacer memoria de todas las veces en las que tuvo que poner algo sobre su entrepierna para que nadie viera lo contento que estaba su pene, y desde hacía un mes, cada una de esas ocasiones tenía que ver con su nuevo compañero.
La primera ¿cómo olvidarla? Kim Tae Hyung convaleciente. Con sus ojos y boca cerradas, Jungkook pudo apreciar lo hermoso que era; primera urgencia biológica y reproductiva sin explicación.
La segunda fue cuando iban en el taxi, camino al hotel. Esa vez, Tae iba ensimismado, perdido en sus pensamientos, pero le pareció que el otro llamaba su nombre, con ese tono de voz tan... urgencia biológica otra vez.
La tercera, y más explícita de todas, fue loco y puede que fetichista, pero, cuando Taehyung lo apuntó con esa arma y se colocó sobre él. Vamos ¿a quién no se le pararía?
Desde entonces, para Jungkook, Kim Tae Hyung pasó a ser algo más, pero no se enteró de los sentimientos que le imperaban hasta esa mañana, cuando sintió que algo dentro de él se rompía al verlo llorar ¿era eso a lo que llamaban serendipia? Ah, sí, esa cosa valiosa que encuentras cuando no la buscas, tan inesperado como hermoso.
Se encontró sonriéndose a sí mismo; algo muy cálido se colaba dentro de él. Algo que le hacía sentir felicidad sin motivo aparente. Se puso de pie, caminó en dirección al baño y fue a lavarse la cara. Todavía le dolía el golpe. Hm, también es agresivo, me gusta. Alerta de fetiche otra vez. Negó con fuerza.
Aunque, ahora que se había puesto en evidencia... se le revolvió el estómago al recordar todas las veces en las que restregó su intimidad a la de Tae Hyung mientras dormían. Se había expuesto él solo y de seguro en un rato le daban otra paliza por violador.
Con el rostro pálido, se acercó hasta la sala de estar nuevamente.
Oh, oh.
Kim Tae hyung estaba esperándolo de brazos cruzados y con una silla separada de las otras mientras apoyaba su trasero en el borde de la mesa.
—Siéntate —le ordenó.
Urgencia biológica.
—Y no creas que no vamos a hablar sobre tus evidentes erecciones. Intenté no mencionarlo, pero me besaste y ahora es asqueroso. Siéntate ya.
Jungkook se sentía como en una película de adultos. De esas que los hombres son sometidos y... BASTA JEON JUNG KOOK, enfócate.
Se sentó, con un poco de terror (y excitación, por qué no decirlo), miró al menor a los ojos y este pareció ceder un poco en la tensión de su rostro.

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HOUSE OF CARDS
FanfictionKim Tae Hyung es nombrado jefe de la investigación que acaba de reabrirse después de 10 años. Luego de un "pequeño" incidente, el detective Kim y su compañero en el caso, el oficial Jeon Jung Kook, se ven arrastrados a los sucios asuntos de la agru...