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Luego de la pequeña discusión que Taehyung y Jungkook habían tenido a causa del desafortunado evento en Busan, el detective había convencido al oficial de trasladarse hasta su departamento y recibir cuidados allí. En serio lo necesitaba cerca.

Habló con el jefe Song acerca de realizar la investigación desde casa, a lo que este le restó importancia, respondiendo que sus benefactores ya habían intervenido para que no se les molestara. Taehyung debía admitir que esos tipos jugaban sucio, pero eran bastante leales. Le daba un poco de miedo intentar descubrir hasta qué punto sería ese el caso, pero por ahora prefería pasar los días con calma.

Estaba ansioso, en unas pocas horas Jungkook volvería a vivir con él. La verdad, convencerlo no fue el problema. Namjoon sí. El mejor amigo del mayor se había opuesto con uñas y dientes, argumentando que estaría mejor atendido en su casa, que Nara lo cuidaba bien y que la comodidad de la familiaridad de un entorno era la mejor para recuperarse. Jungkook se negó rotundamente, además de agregar un "Nara es idéntica a Taehyung, quizás me confunda y la bese a ella". A Namjoon no le había quedado más opción que acceder ante la amenaza.

Según los doctores, a Jungkook le quedaban al menos dos semanas de rehabilitación para que volviera a caminar con normalidad, las heridas que obtuvo en Busan no eran broma, pero... ¿estaría bien Ho Seok? No pudo evitar recordarlo. La expresión en su rostro cuando lo rechazó o cuando Jungkook había pedido que hablaran solos. Las cosas entre ellos no habían terminado bien y hasta sentía que era normal que siguieran atados de cierto modo. También sabía que eso no era algo bueno; que sus sentimientos de adolescente estuvieran haciendo que se preguntara por alguien que le hizo tanto daño, pero a quien amó con igual fuerza.

Fue hasta el baño y se lavó el rostro con agua fría.

Basta.

Limpió la habitación con cuidado, ya que Jungkook era extremadamente perfeccionista con esas cosas.

Aun así, los recuerdos de Ho Seok volvían a invadirle. Pensó que era posible debido a que estuvo toda la semana lamentándose y llorando a escondidas por el asunto con Jungkook, que por eso ni siquiera tuvo tiempo de pensarlo antes... que por eso deseaba tanto verlo y saber que estaba bien. Se le revolvió el estómago ¿por qué? Se quedó sentado sobre la alfombra, observando el cielo a través del ventanal mientras que el viento otoñal hacía bailar las cortinas y mecía sus cabellos.

Sonó el timbre y se levantó con rapidez, sacudiéndose todos los pensamientos que le revoloteaban por la cabeza.

Abrió la puerta y su rostro se iluminó con una sonrisa.

Jeon Jung Kook había llegado. Namjoon y Nara lo acompañaban mientras cargaban algunas de sus cosas y Taehyung podía notar que el médico no estaba a gusto con eso.

Jungkook, apoyado en una muleta, se acercó como pudo y le besó. Taehyung se sonrojó, dándole un golpecito en el brazo.

—No estamos solos...

—No me importa, estos dos se la pasan besuqueándose enfrente mío ¿sabes cómo se siente ver a tu clon besando a tu mejor amigo? Claro que no, no lo entenderías —dijo Jungkook, metiéndose inmediatamente en la habitación de Taehyung.

Namjoon soltó un suspiro, acomodó los bolsos de su mejor amigo a un lado del sofá de la sala de estar y le entregó una bolsa al detective.

—Antes que preguntes, revísala cuando ya nos hayamos ido. Es algo así como un regalo para su vida juntos... pregúntale a él—señaló la ruta que había tomado Jungkook—, no a mí —se excusó el mayor—. Sólo veníamos a ayudar, ahora nos vamos —Nara le dio una mirada traviesa a su hermano antes de salir del departamento, a lo que Namjoon respondió con una mueca.

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