HOUSE OF CARDS

23

La habitación de hotel ya estaba completamente iluminada por el sol cuando Taehyung despertó.

No podía creerlo, Jungkook estaba respirando con normalidad y ya podía apreciar un color normal en su piel. Se quedó ahí, abrazado a él, observando cada detalle del rostro ajeno.

Sintió un carraspeo.

Ho Seok y Namjoon lo estaban observando.

—Taehyung, necesito revisarlo —el doctor le dedicó una sonrisa. Taehyung se levantó, todavía algo aturdido, y se sentó en la cama de Ho Seok—. Hubiera sido más fácil estabilizarlo si lo hubieran llevado a un hospital, pero entiendo que la gente con sus costumbres prefiere mantener un bajo perfil y controlarlo todo con dinero —Namjoon se dirigía a Ho Seok—. Por cierto ¿ustedes se conocían? —intentó no sonar interesado, mientras que revisaba las pupilas y heridas de Jungkook.

—Sí...—susurró Taehyung. Por algún motivo, le avergonzaba asumirlo delante del mejor amigo de la persona que le gustaba ahora.

—Entonces abstente de estar cerca de él —Namjoon le advirtió, pasando de Ho Seok—. Anoche vi algo que no me gustó y espero no tener que advertirle a Jungkook sobre tu comportamiento —miró fijamente al joven de veinticuatro años—. No me mal interpretes, eres agradable, además de ser mi cuñado, pero mi mejor amigo está así por asuntos que te involucran directamente, así que deja de besuquearte con delincuentes —le dirigió una mirada asesina al pelirrojo, quien estaba apoyado en la pared.

—No seas mal agradecido, yo le salvé la vida a ese idiota —contestó.

—¿A cambio de qué? —dijo Namjoon. Ho Seok no pudo contestar.

—¿Qué... te...—Jungkook tomó una bocanada de aire— besaste... con el imbécil?

Los ojos de Taehyung se iluminaron como dos estrellas en medio de la noche. Se acercó rápidamente hasta Jungkook y le tomó la mano. Éste la alejó como pudo, desviándole la mirada. Estaba demasiado cansado como para lidiar con eso ahora mismo y no quería tener a Taehyung cerca. Namjoon entendió lo que pasaba al observar la situación, tomó a Taehyung y le hizo salir de la habitación con él.

Jungkook y Ho Seok se quedaron solos.

—Fue una mala jugada, lo siento— se apresuró a decir Ho Seok.

Jungkook sólo apretaba los puños, ni siquiera podía mantener los ojos abiertos por mucho tiempo.

—¿Quién lo comenzó? —Jungkook quiso saber.

Ho Seok rodó los ojos y soltó un suspiro.

—¿En serio vas a comportarte así después de que casi mueres y tu noviecito vino corriendo y llorando? Lo hubieras visto. Jimin tuvo que abofetearlo para que se calmara...

—No te pregunté eso —Jungkook hablaba en tono cortante. Estaba enojado. Podía entender perfectamente que Taehyung y Ho Seok tuvieran asuntos pendientes, pero si su Tae lo había comenzado, eso significaba que no había superado su pasado, que siempre estaría en la cuerda floja, que pasara lo que pasara, siempre existiría la posibilidad de que Ho Seok se lo llevara. El dolor físico era nada comparado con escuchar tales palabras de parte de su amigo... quizás sólo él quería hacer las cosas bien. Después de todo, Taehyung jamás le dio una respuesta a la promesa que le hizo antes de venir a Busan.

Ho Seok hizo un sonido de desesperación ¿es que siempre iba a ser así?

—Yo comencé el jodido beso ¿contento? ¡Aish! No quiero volver a trabajar contigo. Eres un grano en el culo cuando se trata de Taehyung —le reprochó.

—Dile a Tae que venga, por favor —pidió. Ho Seok fue hasta la puerta mientras se rascaba el trasero.

Unos segundos después, Taehyung entró en la habitación, jugando con sus dedos mientras se mordía los labios. Como pudo, Jungkook intentó sentarse y luego palmoteó su cama para que el menor se acercara. Lo miró a los ojos.