31

99 20 0
                                    

—Hablemos de negocios, doctor Kim —Jimin alzó las últimas dos bitácoras, y tomó asiento en la silla del más alto.

Namjoon soltó un suspiro, realmente quería irse a casa.

—Habla rápido, Jimin. Sabes que mientras menos te vean aquí, mejor para el hospital —ni siquiera se molestó en ser amable.

—Bueno, voy a darte estas dos últimas bitácoras... pero no será gratis —dejó los cuadernillos sobre el escritorio y se levantó para hablarle más de cerca—. El proyecto espejo, termínalo. Te doy una semana para que me presentes algún avance y como confío en ti, las bitácoras son tuyas. Ah, y esta vez no uses niños, usa adultos —Jimin le golpeó el pecho mientras le guiñaba el ojo—. Por si te lo preguntas... decir que no, es equivalente a tu novia y su hermano siendo estudiados por otra clase de científicos, que no serán tan amables. Y sí, sé perfectamente que los niños mencionados en esa porquería, son los gemelos Kim a quien todo el mundo parece adorar. Ellos tienen el trabajo de tu padre y el dinero de mi familia, así es que, no hagas que los reclame y ponte a trabajar —fue lo último que dijo antes de dejar a Namjoon confundido y descolocado.

Minutos después de que terminara de procesar todo, tomó su teléfono con rapidez y le marcó a su mejor amigo, quien le respondió luego del tercer intento.

Hyung ¿Qué pasa? — Jungkook se escuchaba jadeante. Seguramente estaba corriendo o algo, pensó.

—Aleja a Taehyung de Seúl por unos días. No dejes que nadie te siga, no digas nada y no llames a nadie —dijo, en tono de urgencia.

Estamos...mmm... bastante le...ah...jos — Namjoon alzó una ceja, quizás no estaba ejercitando, sino que siguiendo a alguien...

—Hay problemas con Red Swan, así es que te quedas en donde sea que estés metido hasta que yo te permita volver —habló con severidad en la voz.

Vale...ahg... vale... hablamos al —se escuchó una especie de gemido al otro lado de la línea y Namjoon pestañeó pesado ¿Qué pasaba ahí— rato... tellamomañana— La llamada se cortó de golpe. El menor había hablado tan rápido que casi no pudo entender. Confundido, miró la pantalla aún iluminada de su celular.

Ahora, un poco más aliviado por haber advertido a Jungkook, se dispuso a volver a casa. Nara le estaría esperando como siempre, con esa adorable sonrisa, un agradable café y sus besos. Pero hoy sería diferente, hoy tenían que hablar. Namjoon era una persona leal y siempre iba con la verdad por delante, jamás ocultaría algo tan importante a alguien que amaba. Sería difícil, claro que sí, pero ella lo entendería. Probablemente recordaría una que otra cosa sobre sus intervenciones, y si tenían suerte (y Namjoon era lo suficientemente aplicado) podrían reparar sus cuerdas vocales. Namjoon se detuvo en ese pensamiento. La luz del semáforo en rojo. ¿Era el deseo de Nara volver a hablar o su propio ego hablando en beneficio de otro? No, no la utilizaría para saciar su orgullo, pero si, por el contrario, ella realmente quisiera recuperar esa capacidad, él la ayudaría.

Pisó el acelerador a fondo.

Capítulo corto, pero sustancioso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo corto, pero sustancioso. 

HOUSE OF CARDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora