♓💧 XXII 💧♓

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POV. Piscis 

Pasan los meses, continuamos viéndonos todos los días, excepto aquellos donde él tiene que ir a hacer algo con los demonios o yo tengo que cumplir mis obligaciones con los zodiacales.

Fueron meses hermosos y muy divertidos. Nos escapábamos continuamente al mundo humano y disfrutábamos de las puestas de sol y los amaneceres, siempre tomados de la mano en aquel pequeño lago que se convirtió en nuestro lugar secreto.

Conforme los días pasan, aquel sentimiento sin nombre crece dentro de mí, hasta que puedo sentirlo en cada una de mis células. Él hace que mi corazón lata de otra forma, más rápida y sin duda mejor.

Nos besamos muy seguido desde aquella primera vez, es como si nuestros labios ya no supieran estar separados. Nuestras manos también se buscan continuamente. Antes jamás sentí la necesidad de aferrarme a alguien, mis hermanos y hermanas siempre me protegieron y menospreciaron por ser el menor de los 12, pero ahora... ahora mi cuerpo lo busca, mis manos intentan aferrarse a las suyas, mis labios cosquillean por besarle, mis ojos siempre le siguen al igual que cada uno de mis pasos.

Cada vez es más difícil separarnos, pero la promesa del reencuentro nos da fuerzas. Al inicio pensaba que solo era yo sintiéndome así, pero Asmodeo me tranquilizó diciéndome que está loco por mí y que nuestras "citas", como él las llama, son ahora su razón de ser.

- ¿Estás bien? - pregunta una voz a mis espaldas haciéndome saltar de mi lugar y sacándome así de mis pensamientos- Tienes la cara roja- Aries posa su mano en mi frente intentando encontrar alguna causa de mi mal

Si tan solo supiera que mi "mal" tiene un nombre y un rostro que parece esculpido por el mejor artista del universo

-Estoy bien- le respondo algo nervioso- solo estaba distraído...

-Ohhh "distraído"- dice Leo burlón detrás de Aries- ¿Seguro que no es por alguien que estás tan rojito? - comienza y solo puedo enrojecer más- míralo, nuestro hermanito está enamoradito

-Calla Leo, eso es imposible- dice aburrido y molesto Sagitario a su lado, pero de la nada se muestra más curioso- ...¿o no? - me mira con duda

-Vamos, no seas tan serio hombre- continua Leo molestándome mientras me abraza por los hombros-  ¿Quién es? ¿Es un guardián o una guardiana? Imposible que sea mortal ya que nunca sales... ohhhh ¿es un mortal? ¿Saliste de casa o le descubriste espiándole? ¿Te corresponde? ¿ya lo sabe?...

Sus preguntas me abruman, no puedo contestar ni una sola, pero por fortuna Aries le separa de mi- déjalo tranquilo- ella me mira inquisitiva- ¿es eso? - pregunta, me mira con una mezcla de gracia y ternura- porque sabes que está bien enamorarse ¿no? Digo, los guardianes o guardianas están bien, solo ten cuidado, con lo de Escorpio...

Sé a que se refiere, mi hermano de padre y elemento fue encarcelado hace meses por una traición y, aunque dijeron que le liberarían, aún no lo hacen. Cada día me preocupo por él y su futuro, sé que debe estar bien, pero me duele pensar en él encerrado y no poder hacer nada para ayudarlo.

-Lo tendré- le digo y ella acaricia mi cabello y se aleja sujetando del brazo a Leo para que no pueda seguir preguntándome cosas, pero Sagitario se queda atrás mirándome con molestia y duda

- ¿Es una guardiana? - pregunta con rotundidad y sé por su tono que solo aceptara un "Sí", por lo que asiento y él se aleja mirándome de reojo.

Decido ese día visitar la tumba de nuestro padre en la punta más alta del palacio. Todo el camino es dorado hasta su tumba, en las puertas hay guardianes, pero me dejan entrar sin problemas por ser uno de los doce.

Los Traidores del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora