POV. Aries
Antes de salir de aquella granja, paso por el cuarto de Charly. Los veo dormir a los tres pacíficamente, vencidos por el cansancio producido por todo lo sucedido aquella tarde, los veo un momento envidiando su tranquilidad y luego me voy dejándolos descansar en brazos de Morfeo
Busco al resto de mis hermanos, encuentro a Escorpio y a Piscis hablando y no los interrumpo, Acuario está en alguna especie de "reunión" con sus súbditos y Tauro está lanzando rocas e invocando a la tierra en compañía de Virgo. No logro encontrar a Leo, pero él no me preocupa.
Una vez que sé que nadie me molestará me dispongo a salir. Tomo una de aquellas gruesas túnicas negras y la pongo sobre mi ropa intentando esconder mi espada, también me pongo la capucha para ocultar mi llamativo cabello, luego me pongo los lentes y salgo al exterior.
Nadie interrumpe mi recorrido, todos están ocupados en sus propios asuntos o descansando ajenos a las preocupaciones de la guerra.
Comienzo a caminar disimuladamente, intentando no llamar la atención en caso de haber ojos curiosos que pasen desapercibidos. Logro divisar la barrera, después de todo yo la puse en cuanto vi a Charly e Isabel tendidos en el suelo. Aquella visión fue horrible.
La atravieso y sigo caminando, hasta que empiezo a correr. Desgraciadamente es de noche y no logro ser tan rápida, pero aún así llego a mi destino.
Lo primero que veo es a un hombre joven recostado contra una motocicleta muy llamativa. No hace falta preguntar, está claro que es aquel demonio que hoy se atrevió a lastimar a uno de mis hermanos.
Pongo la mano sobre la empuñadura, dispuesta a sacar la espada para atacar, pero en cuanto cierro mi mano sobre el mango aquel tipo desaparece.
- ¿Viniste a terminar el trabajo? - escucho decir a alguien detrás de mí y siento unas garras en el cuello, fue justo por la yugular como un maldito perro
-Se podría decir- le respondo, él aprieta más mi cuello y eso me molesta. ¿Cómo se atreve a tocarme? Pero me tranquilizo recordándome que no vine a pelear, sino a obtener respuestas- ¿Por qué volver? - mi respuesta lo desconcierta y aprovecho eso para blandir mi espada sobre su cuello.
Por unos milímetros no le arranco la cabeza, ese es el límite de mi autocontrol.
Sus ojos completamente negros me miran con furia, desde donde estoy logro ver sus colmillos afilados, también veo sus garras con aquellas horribles uñas negras. El aspecto de la oscuridad reflejado en sus hijos. No puedo entender como logró engatusar a Piscis con aquella terrible apariencia, a mí solo me produce asco.
- ¡¿A ti qué diablos te importa?!- me grita y se acerca sin importarle la espada que descansa muy cerca de su cuello- ¡Esto no tiene nada que ver con una maldita como tú, otra estúpida que perdió por creerse la gran cosa!
Es necesaria toda mi fuerza de voluntad para no encajarle la espada en ese momento y que así deje de escupir basura. Al ver su furia, sé que no lograré nada si continuo así, por lo que uso mi última carta y la peor de todas
-Piscis me mando- le digo y lo veo titubear- me dijo dónde encontrarte y me dijo que viniera a conocer tus razones- miento, sé todo aquello por Isabel y Charly, sé que lo último que Piscis querría sería que me acercara a aquel tipo en su nombre, pero no puedo evitarlo, esta puede ser nuestra única oportunidad de ganar
- ¿Él te...? - pregunta con duda y la esperanza se ve reflejada en sus ojos, pero rápidamente desaparece y vuelve su furia renovada- ¡Mientes!
Veo como de su espalda salen las alas de antes, siempre odie que los demonios tuvieran aquellas alas, era difícil matarlos cuando se podían alejar volando como unos pájaros, pero por suerte nosotros nacimos con los rifles de caza integrados.
ESTÁS LEYENDO
Los Traidores del Zodiaco
FantasyLa luz creó a sus 12 hijos a partir de los elementos. Tenían la misión de proteger y salvaguardar la vida manteniendo a raya a la oscuridad y sus demonios, pero 7 se levantaron en contra de sus hermanos y por sus pecados fueron desterrados. 7 sere...