♓💧 XXIX 💧♓

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POV. Piscis

El viento golpea con fuerza contra mi rostro y siento mis brazos doler por la fuerza con que me sostiene. Intento ver el suelo debajo de nosotros, pero todo se ve borroso mientras seguimos elevándonos.

- ¡Suéltame! - ordeno molesto e intento golpearlo para que me deje en paz, no me importa si me hago papilla contra el suelo al caer ni el tiempo que me tomaría recuperarme de una caída así, solo quiero dejar de sentir sus manos contra mi cuerpo. 

No puedo soportarlo.

Él no me suelta, pero se detiene de repente mientras ambos nos elevamos en el aire. No quiero verlo, pero aún así levanto la mirada y observo su rostro.

Espero encontrar una mirada de malicia, vergüenza o diversión, lo normal para alguien malvado que vuelve para terminar el trabajo o para divertirse a costa de su objetivo. Pero solo encuentro enojo. Se ve muy molesto y eso me enfurece. Yo fui quien fue engañado por él, yo soy el que debería estar furioso, no él, él no tiene derecho a estar molesto.

Intento soltarme una vez más, pero no lo logro, sus brazos aprisionan con fuerza los míos y me mantiene sujeto contra su cuerpo

- ¡Deja de moverte o caerás! - me grita molesto, pero yo lo ignoro. 

Intento golpearlo con mis puños o hacer algo que pueda alejarme de él, tarde recuerdo que también tengo poderes, así que intento invocar al agua a mi alrededor- No lo hagas- me dice en advertencia, pero es tarde ya que una gran burbuja de agua se instala en su cabeza ahogándolo.

Veo las burbujas de aire salir de su boca, pero no me suelta. Intento zafarme y liberarme, pero él es demasiado fuerte. A medida que se ahoga lo negro de sus ojos desaparece y veo el dorado surgir. Unos minutos más y morirá.

Veo sus ojos dorados cerrarse y sé que de nuevo no podré cumplir con mi deber, destruyo la burbuja rápidamente y él comienza a toser e intenta meter aire en sus pulmones con desesperación. Sus manos aún me sujetan con fuerza, en ningún momento pensaba soltarme o dejarme caer.

-Pensé que me matarías- dice y eso me enfada

-Debí matarte- le digo con toda la crueldad que puedo y la seriedad vuelve a dominar su rostro

-Sí, debiste- me responde y lo miro con todo el coraje que en mi corazón se ha juntado por las últimas décadas.

- ¡¿Qué haces aquí?!- grito furioso- ¡¿Qué no tuviste suficiente con todo el daño que me hiciste?!

La presión aumenta aún más y siento que me romperá los brazos- les creíste - me dice con furia- creíste toda esa basura que te dijeron así de simple...- acerca su rostro al mío y veo el negro volver a dominar sus ojos, está muy molesto- ¡¿Cómo pudiste dudar de mí tan fácil?!

Su molestia me desconcierta, ¿Por qué esta tan molesto cuando fue él quien lo arruinó todo?!

- ¡Era tu letra! - le grito recordando esa maldita nota- ¡Tú escribiste esa despedida, eso no era falso, robaste el maldito collar de mi padre y te largaste!

- ¡¿Eso fue lo que te dijeron?!- me grita y me zarandea con enojo, luego me mira con tanto desprecio que duele- por lo visto el amor que decías profesarme era tan débil que las palabras de otros pudieron hacerte dudar fácilmente de mí 

Todo movimiento en mi cuerpo se detiene mientras lo miro sorprendido- ¿Cómo puedes decir eso?- siento mis ojos llenarse de lágrimas y mi autodesprecio aumenta al ver que todavía puede herirme aún cuando me juré a mí mismo no permitirle ese control sobre mi- tú fuiste el que me mintió y me dejó solo a pagar las consecuencias... ¿Tienes alguna idea de lo que sucedió cuando te largaste con ese collar?- no me dice nada, pero veo el negro disiparse llevándose con él su enojo- ¡Me torturaron por tú crimen, pagué las consecuencias y fui mandado a prisión! ¡hubo una maldita guerra y luego fui desterrado! ¡¿siquiera sabes cómo me llaman ahora?!... ¡Ya no soy el sanador o el menor... ahora solo soy el maldito pecador de la lujuria!

Los Traidores del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora