⚜ XXXIV ⚜

95 16 0
                                    

POV. Charly

Todo era muy brillante y blanco, todo, incluso mi ropa. No veía nada más que ese blanco cegador, intentaba gritar, pero mi voz no salía. Intentaba correr, pero mis piernas no respondían, así que decidí quedarme ahí, de pie y completamente solo.

Luego vi algo, una nota de color en aquel intenso blanco. 

Rojo 

Su cabello siempre destacaba primero, era imposible no notarlo cuando ella se acercaba

Por fin sentí mi voz regresar y pude llamarla - ¿Ariana?- a medida que se acercaba podía notar de mejor forma sus facciones. Siempre supe que era hermosa, pero ahora, vestida con ese vestido blanco impecable, con aquella diadema plateada que era adornada por una piedra roja profunda y con su cabello cuidadosamente peinado, era aún más hermosa, lo que jamás creí que fuera posible.

Ella me miraba, sus ojos estaban encendidos, pero no se veía molesta

-Ariana ayúdame, no puedo salir de aquí, algo me retiene-sin respuesta, solo me miraba, parecía ida, como si no me notara- por favor, Ariana, ayúdame

Otras siluetas se acercaban a nosotros desde detrás de ella. Leo y otro sujeto se pusieron al lado de ella, todos con ojos iguales de rojos. También vi a Tauro y Virgo junto con otra mujer, Escorpio y Piscis estaban acompañados de otra mujer, los gemelos que nos atacaron estaban al lado de Acuario y otro tipo.

Todos vestían de un blanco impecable y sus ojos eran magníficos, diferentes tonalidades, pero todas igual de magnificas.

Múltiples sonidos potentes sonaban detrás mí y recorrían todo el lugar, quería gritarles que hicieran algo, no podía soportar que se quedaran ahí sin hacer nada. Atacar o irse, algo, pero que lo hicieran rápido, pero cuando por fin se movieron no fue lo que esperaba.

En un momento estaba bien y al otro sentí una poderosa aura recorrerme, sentía la presión y no podía respirar, todo estaba cayendo. Los signos se arrodillaron y agacharon la cabeza, pero sabía que no era por mí.

Cuando por fin pude moverme, miré hacia atrás, donde venía ese poder. Era un señor, se veía entrado en años y tenía una poblada barba que recorría gran parte de su pecho.

Tenía miedo, pero él solo me sonrió con amabilidad. Quería preguntarle quien era o de donde venía, pero no pude decir nada. Él solo señaló mi pecho, el cual comenzó a doler mucho y entonces desperté.









Desperté desorientado, por un momento creí que seguía en aquel lugar completamente blanco junto con ese señor, pero estaba en el auto completamente solo.

Todo había sido un sueño, o casi todo, ya que si tenía dolor en el pecho. El dolor era leve, pero aun así molesto, cuando busqué su causa di con el collar de los signos zodiacales, el cual estaba brillante y caliente.

Lo aleje de mi piel poniendo el collar de mi padre debajo de este para que no me tocara y salí del auto dispuesto a decirle a Aries lo que estaba pasando, pero entonces me tope con la peor de las escenas.

Isabel sujetaba con fuerza a Tommy mientras gritaba a Aries, pero eso no era lo peor, lo peor era ver a ese demonio mirando a Piscis con adoración, ajeno a las miradas de odio que le dirigían. 

¿Qué hacia ese demonio tan cerca de todos nosotros? Sabia que Aries tenia el trato de no matarlo, pero no sabia que ese trato también contaba con que se acercara a nosotros y al grupo. 

Me acerque a mi hermana intentando encontrar respuestas, pero esta solo seguía gritándole a Aries y maldiciendo a todos. Supe en seguida que no era el momento ni el lugar para hablar de aquel collar, solo esperaba que el momento llegara rápido pues podía sentirlo calentando mi camisa.

Los Traidores del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora