POV. Aries
Espere algunos días más a que el ambiente se tranquilizara y ellos bajaran la guardia, en esos días me dediqué a investigar sobre la supuesta arma que Leo tenía, la arma que lo hacía avaricioso de poder.
En cuanto la encontré supe que no era el arma de mi hermano sino de aquellos malnacidos. A través de espionaje descubrí que planeaban matar a los humanos, erradicarlos, su estúpida razón era el equilibrio.
Justificaban la crueldad de su acción diciendo que era necesario, que la oscuridad en los corazones humanos era mucha y que estaba dando poder al bando incorrecto, pero yo ya no sabía cual era ese bando.
De alguna forma habían logrado cargar una parte del arma y planeaban emplear esa energía en destruir a los humanos, por lo que supe no tenían la suficiente para exterminar a toda la especie humana, pero si la suficiente para destruir todo organismo vivo en una gran extensión de la tierra.
No podía permitir eso.
Tauro me visitaba diariamente, esperando a que diera la orden de atacar, pero yo esperé hasta que él no estuviera para poner en practica mi plan.
Porte mi armadura y acaricie mi espada, aquella poderosa arma que había sido mi leal amiga por milenios. Juntas enfrentaríamos aquello, ella era todo lo que necesitaba para ganar o, al menos, eso pensaba.
Espere en el mismo lugar en que escondían su propia arma para encararlos, estaba embriagada de mi propia autosuficiencia. Me creía invencible, poderosa, fiera.
Los cinco llegaron juntos, habían intentando buscar el collar masacrando demonios, pero estos no eran tan fáciles de atrapar cuando estaban asustados
Una vez me vieron, entendieron que la hora había llegado, mi plan era lastimarlos lo suficiente para eliminarlos temporalmente y destruir aquella arma. Ahora entiendo que me equivoqué, debí haber destruido el arma y buscado a cada uno de ellos por separado para enfrentarlos, pero en ese momento, cubierta con mi armadura y con la espada latiendo en mi mano, no pensé con racionalidad.
Al verme, Sagitario sonrió y fue el primero en atacar, rápidamente esquivé sus flechas y me acerqué para apuñalarlo, pero también logró esquivarme. De fondo pude ver a los gemelos uniéndose en aquel monstruo gigante y lancé mi espada hacia ellos para evitar que lo hicieran, lo cual pareció funcionar momentáneamente, pero ahora había dejado mi arma.
Corrí hacia ella mientras despertaba el fuego en el palacio y encendía toda la habitación para que de esta forma los demás no pudieran usar su elemento, ya que el aire era transformado y el agua evaporada, solo la tierra me preocupaba, así que en cuanto recupere mi espada fui directo a Capricornio y la apuñalé con la fuerza suficiente para herirla gravemente y luego encendí la espada para que la herida continuara abierta
Ella se desmayó apenas saqué la espada y me di la vuelta para enfrentarme al resto de mis estúpidos hermanos. Cáncer intentaba desesperadamente hacer caer agua, pero el aire empezaba a faltarle y sus pulmones comenzaban a doler por el fuego. Los géminis intentaban controlar el aire para que dejara de revitalizar el fuego y este desapareciera, pero en aquel palacio eso era imposible, ya que el fuego estaba en todos lados.
Libra solo se mantenía lejos, ajeno a todo el conflicto y buscando que las llamas no lo tocaran, así que no le preste atención y fui directa a Sagitario, el mayor problema hasta entonces.
Lo vi intentando controlar el fuego para proteger su preciada arma. No tenía su arco y supuse que lo había abandonado, un descuido imprudencial propio de un narcisista, o eso quise creer.
Me acerque con paso decidido en su dirección, centrada en matar a mi propio hermano, aquel que debía ser mi mano derecha en el mandato del reino de mi padre. En cuanto me vio, la furia en sus ojos aumentó y aquella lucha dio comienzo.
Ambos signos del fuego, ambos guerreros e hijos de la luz cuyas armas se conocían en el campo de batalla.
-No sabes cuánto te odio- me decía, pero yo no me dejaba impresionar, debí saber que era un maldito ególatra- disfrutare mucho cuando mueras
Rápidamente corte sobre sus piernas haciéndolo caer, él intentaba atacarme con fuego, que imbécil, una vez estuvo en el suelo solo era cuestión de tiempo para asesinarlo. Puse mi espada justo sobre su pecho y antes de encajarla le dije- eres un estúpido por perder tu única arma
Él sonrió con maldad, no entendía porque sonreía, iba a ser apuñalado ¿Por qué reía?- ...y tú eres una estúpida por subestimar a tus enemigos
Apenas dijo eso sentí la flecha clavándose en mi espalda y luego un fuerte ardor recorriéndome. Intente sacar la flecha, pero más fueron disparadas y se clavaron en mi, todas ardían.
Al voltear a ver a quien me disparaba, me encontré con Libra riendo a mis espaldas muy contento de su cometido mientras se acercaba y le entregaba el arco a su dueño original, mientras yo solo podía maldecir para mis adentros y usaba toda mi fuerza para evitar desmoronarme en ese mismo momento
Cuando toque la punta encajada en mi espalda, sentí mi piel arder y ampollas comenzaron a formarse en mis dedos y, por el dolor, supuse que más empezaban a nacer en mi espalda -¿Qué diablos? - pregunte y los vi sonreír
-Sangre de Escorpio- dijo Sagitario contento mientras se ponía de pie – parece acido, pero duele mucho más te lo aseguro, fue difícil buscar algo que lo contuviera dentro de las flechas, pero el resultado valió la pena- me miró con una sonrisa prepotente- es hora de que mueras, Aries, por ser una maldita soberbia
No iba a dejar que unas heridas así me detuvieran, no importaba el dolor o la sangre perdida, debía acabar con aquellos imbéciles. Pero el fuego comenzó a desaparecer al sentirme flanquear y los malditos signos del aire tomaron el control.
No podía respirar y mis pulmones comenzaban a doler por la perdida, pronto quedaría vulnerable, y entonces cuando creí que estaba perdida y que mi derrota era inevitable llego mi milagro personal y la tierra se abrió tragándose gran parte del área en ella
-Suéltenla- grito Tauro y bajo a ayudarme, entonces el infierno se desató.
Jamás debí subestimar a aquel Toro. La pelea se desplazó y terminamos en el centro del palacio, a duras penas podía mantenerme de pie con el veneno consumiéndome, pero Tauro se las apañaba bien solo.
Las rocas volaban y todo el palacio se agitaba, la ira del toro se desató en todo el lugar. Gritaba y hacia que la tierra se levantara junto con todos quienes la pisaran.
Estaba descontrolado.
Partes del palacio comenzaron a caer y toda la estructura amenazaba con venirse abajo. En un momento de distracción, Sagitario logró encajarme una flecha más en el cuello y caí derrotada, incapaz de moverme y con la sangre saliendo de mi.
Desde donde estaba, veía a los cuatro intentando detener a Tauro, Géminis por fin logró fusionarse, pero Tauro golpeaba con sus puños a aquel gigante mientras Sagitario le disparaba al igual que Cáncer y Libra. Todos intentaban detenerlo, pero la furia le daba fuerza.
Sentí el cansancio vencerme y lo último que vi fue la caída de algunas estructuras y a Tauro siendo atravesado por una gran lanza mientras intentaba mantenerse en pie.
Entonces supe que nos habían vencido y que nada de aquello había valido la pena. Solo esperaba poder ver a mis hermanos para despedirme antes de desaparecer. Y con eso en mente cerré los ojos.
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Nuevo capitulo, espero les guste 😱
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Los Traidores del Zodiaco
FantasyLa luz creó a sus 12 hijos a partir de los elementos. Tenían la misión de proteger y salvaguardar la vida manteniendo a raya a la oscuridad y sus demonios, pero 7 se levantaron en contra de sus hermanos y por sus pecados fueron desterrados. 7 sere...