⚜ XXVII ⚜

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POV. Charly

Al día siguiente todos estamos listos para partir.

Nos dividiremos en dos grupos para poder ir cómodamente en los carros. Por petición (orden) de Aries los humanos iremos siempre con algún zodiaco, ya que considera que la misión se está volviendo más arriesgada.

Tommy va en el grupo de Leo, Tauro y Virgo en el Impala. A nadie le sorprendió cuando Tommy y Leo se volvieron inseparables y comenzaron a hartar a todos con su diarrea verbal, así que mandaron a los más "tolerantes" con ellos, Tauro y Virgo, aunque sospecho que fue más porque perdieron una apuesta, pero hasta el momento no logró descubrir de qué trataba.

Yo e Isabel vamos con Aries y Escorpio en la camioneta, con Piscis tras el volante. Seguimos al Impala durante todo el recorrido, pero Aries observa constantemente nuestro mapa intentando orientarse.

Así transcurre gran parte del viaje, hasta que por fin logramos observar unas pequeñas casas. Mas bien es como una granja. Entre más nos acercamos al lugar, más raro nos resulta todo.

Todas las personas tienen el cabello recogido y visten túnicas negras que caen hasta el suelo y cubren por completo su piel, dejando visibles solo los rostros. En sus caras tienen dibujados, espero que no tatuados, símbolos y estrellas. Al vernos se inclinan y continúan avanzando.

- ¿Qué demonios? - dice Aries y, aunque no puedo ver bien su expresión porque usa los lentes de sol al igual que sus demás hermanos, estoy de acuerdo con ella.

Estas personas son muy raras.

El impala se detiene y nosotros hacemos lo mismo, en cuanto bajamos unas mujeres se acercan a nosotros. La mayor tiene el cabello negro largo, tanto que parece fundirse con su capucha, la otra es pelirroja, aunque el color de su cabello no es ni de cerca tan intenso y hermoso como el de Aries.

- ¿Ustedes son parte de las estrellas? - pregunta la mayor y su voz suena tenebrosa detrás de su capucha

Yo miro confundido a las personas a mi alrededor buscando una respuesta. Isabel y Tommy parecen igual de confundidos, pero los signos no.

-Sí, lo somos- dice con fuerza Aries- venimos a buscar a la faltante

-Dime tu símbolo extraña- ordena la pelirroja con fiereza, retando a una enemiga que jamás podrá vencer.

Aries se quita los lentes oscuros dejando al descubierto sus ojos que ahora son brillantes, ambas mujeres retroceden unos pasos por la impresión. Los demás le imitan y vemos ojos rojos destellar como brazas ardientes, dos pares azules tan claros como el agua cristalina y dos ojos tan cafés como la arena

-Soy el carnero y me acompañan el toro, el león, la virgen, el escorpión y los peces- dice con fuerza y todos sus hermanos se ponen a su lado- buscamos a la portadora del agua

De repente la mayor se arrodilla y toma la mano de Aries entre las suyas- les esperábamos- dice y la pelirroja también se arrodilla- ella les está esperando

Ambas mujeres se ponen de pie y avanzan. Los signos vuelven a usar sus lentes de sol y todos las seguimos. Toda persona que vemos en nuestro camino se arrodilla al ver a los signos zodiacales.

- ¿Por qué se arrodillan? - pregunta Isabel confundida

La pelirroja la mira de reojo- porque son dioses y diosas- dice sin molestarse en disfrazar su disgusto- ¿debemos llevar a los mortales ante la sacerdotisa? - pregunta con desdén y vemos como saca una daga de su cinturón- sería mejor sacrificarlos

Isabel está lista para atacar de ser necesario, pero antes de que pueda intentarlo otra voz interrumpe su pelea- Si los lastimas te matare- dice Aries con molestia mientras acerca su mano a la funda de su espada para dar más peso a su amenaza, la joven la mira asustada por aquella amenaza y avanza con más velocidad

Los Traidores del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora