⚜ XLV ⚜

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POV. Charly

-Tenemos que irnos, alejarnos de aquí- dice mi hermana mientras carga en brazos a Tommy, ya que no ha dejado de llorar desde que nuestros amigos partieron hacia la oscuridad

Sé que tiene razón, debemos irnos, hicimos lo que pudimos y ahora depende de ellos ganar, pero no puedo obligar a mis pies a moverse, mi cuerpo parece anclado a este lugar.

-Estará bien- dice Isabel y pone su mano en mi hombro intentando consolarme- ganará, es ruda y va cargada de aliados poderosos, ellos lo lograrán...

Lo sé, sé que ganaran, pero no quiero irme. Siento que ella regresara en cualquier momento y debo estar aquí para recibirla.

No puedo seguirla, la puerta ya no está, pero puedo esperarla, puedo hacerlo, ¿no?

Miro a mi hermana, se ve preocupada, Tommy no para de llorar triste por decir adiós a nuestros amigos, no quiero hacer más difícil su trabajo, no puedo portarme como un niño ahora, debo moverme

-Bien, vámonos- le digo y ella sonríe. Me acerco más a ambos y revuelvo el cabello claro de aquel pequeño niño desconsolado- tranquilo Tommy, ellos regresaran y podremos jugar todos juntos cuando la guerra termine

Él levanta su pequeño rostro y me mira triste- ¿volverán? - pregunta entre hipidos tristes y su voz suena congestionada

-Lo harán, ¿Qué no recueras que Leo prometió jugar contigo después? - digo intentando que se anime un poco, parece que funciona ya que limpia sus lágrimas y nos regala una pequeña sonrisa tímida

-Lo hizo- nos dice mientras se pone de pie, abandonando los brazos de Isabel y caminando a nuestro lado. De la nada toma nuestras manos fuertemente- los quiero, ¿lo sabían?

Isabel y yo sonreímos por ese gesto

-Nosotros también te queremos a ti- le dice Isabel mientras besa la mejilla mojada de aquel pequeño niño haciéndolo reír- ahora vamos, las aventuras aún no terminan para nosotros

Nos sonríe con confianza y los tres caminamos dispuestos a proteger aquel peligroso collar que ahora cuelga de mi cuello, está caliente.

- ¿Podemos ir a desayunar? - pregunta tímidamente Tommy y justo en ese momento mi estomago gruñe ruidosamente, lo cual nos hace reír a los tres

-Creo que un desayuno nos vendría bien- le digo a Isabel y ella asiente de acuerdo con aquella sugerencia- pero ¿Cómo saldremos de aquí?

-Oh, yo sé cómo- dice Isabel con confianza y alza en sus manos un manojo de llaves

- ¿Las robaste?

- ¡No! Tauro me las dio, dijo que nos servirían

-Pero tú no sabes manejar

-Sí sé, bueno, algo, aprendí viendo

Tommy me mira asustado- nos matará- dice en voz baja pero mi hermana lo escucha y refunfuña molesta

-Vamos, no puede ser tan difícil- dice y caminamos hasta la camioneta de Tauro, una vez dentro Isabel intenta encenderla.

Es una gran ventaja que aquel lugar este totalmente despejado o ya habríamos atropellado a alguien.

La camioneta se para cinco veces abruptamente, derrapa cuatro y se frena de la nada o se acelera al menor toque del pedal.

Mi hermana tiene dificultades para controlar la palanca y los pedales- ¡Oh vamos! - dice molesta y golpea el volante cuando la camioneta se vuelve a quedar quieta de la nada y se apaga de nuevo.

Los Traidores del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora