♓💧 XLVII 💧♓

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POV. Piscis

Cáncer y yo luchamos para obtener el control del agua que cae a nuestro alrededor. Ella es más fuerte que yo, pero intento con todas fuerzas debilitarla.

Solo yo me enfrento a ella en esta ardua lucha, mientras a nuestro alrededor diversas batallas tienen lugar.

Leo y Aries luchan contra Sagitario ferozmente, a su paso la tierra se incendia y el fuego rodea a los tres sin lastimarlos. Desde donde estoy puedo ver los destellos de la espada de Aries cuando la blande y del arco de Sagitario cuando intenta disparar, también veo animales gigantes creados a partir de las llamas, obra de Leo. Pero Sagitario no parece verse afectado por aquel enfrentamiento.

Tauro y Virgo logran darle cara a Capricornio y dejarle sin poder, pero eso no la detiene y sigue buscando armas en todos lados y esquivándolos a ambos. Virgo hace crecer vegetación a su paso para atacar a aquella enemiga mientras Tauro remueve la tierra, pero nada parece detenerla.

Acuario es la que tiene mayor desventaja, ya que tiene que enfrentar sola a sus dos hermanos. Tanto Géminis como Libra la acorralan, pero Escorpio intercede y la ayuda, mi hermano tiene tanto coraje hacia Géminis que hace que juntos se aparten de la lucha y creen una nueva batalla entre ellos.

Pero eso me deja a mi peleando solo contra mi hermana mayor

-No te distraigas- me dice con burla mientras me impacta con fuerza y me da un puñetazo, logro desviar el siguiente e intento atacarla con el agua de la lluvia, pero ella la detiene fácilmente

Ambos intentamos controlar el agua y arrojar al otro, pero nuestros poderes se anulan mutuamente. Es la desventaja de pelear contra un hermano de elemento.

-Es tu fin- me dice y veo el destello de un cuchillo en su mano, es una daga, la antigua daga que hace tanto tiempo me perteneció.

Muevo el agua para alejarla, hago lo posible para mantenerla lejos, pero es más fuerte que yo. No soy un luchador, soy un sanador.

En un arrebato de furia ella logra quitarme el poder y me golpea con fuerza, hasta tirarme directo al suelo. El impacto de mi cuerpo al caer crea un agujero gigante en aquel baldío

Intento ponerme de pie, pero ella ya está ahí, lista para apuñalarme. Me mira con desdén, en sus ojos esta la diversión que le produce aquella situación- siempre fuiste una desgracia, un defecto, un error- me dice y levanta la daga lista para dar su último golpe- padre se equivocó al crearte

Son esas últimas palabras las que me hacen enfurecer. Como se atreve esa desgraciada a hablar de mi padre, un hombre maravilloso y fuerte que hizo lo posible por protegernos y que siempre nos amó.

La ira me domina completamente dándome el poder suficiente para levantarme y dar la cara. Siento el agua a mi alrededor y la controlo por fin. Estoy cansado de huir de ellos, cansado de esconderme en una cueva, cansado de enfrentarme a la realidad y molesto por ser débil.

-¡¿Qué estas...?!- no la dejo terminar, reúno toda el agua posible en mis manos, siendo guiado por la furia y el dolor de tantos años de jugar al escondite conmigo mismo y la impacto con esa agua cargada de furia. Ella sale disparada fuera de mi vista y por fin me permito relajarme

Gran error.

Un gran grito retumba a mis espaldas y cuando volteo veo una flecha ser disparada en mi dirección. Sagitario logra dar un último tiro antes de ser derribado, intento controlar el agua para alejarla, pero ya es muy tarde y estoy demasiado débil.

Un gran cuerpo cubre mi visión de aquella flecha y siento sus brazos fuertes rodearme mientras la flecha se clava en su espalda y nos empuja a ambos contra el suelo.

-Asmodeo...Asmodeo- lo llamo, pero él no me responde- no... por favor no...- pido y lo veo caer

Alcanzo a sujetarlo evitando que golpee contra el suelo, es entonces que veo la gran mancha de sangre formarse a su espalda.

Con cuidado saco la flecha y es entonces que veo su rostro. Me está sonriendo, está desangrándose y aún me dedica una sonrisa.

- ¿Estás bien? - me pregunta en un susurro mientras su mano acuna mi mejilla tiernamente y en su rostro se ve el dolor que le provoca aquella herida

-Estoy bien, todo estará bien- digo y reúno el agua para sanarle, pero la herida no cierra.

Intento poner más agua en la herida, pero esta no parece sanar. Nunca antes tuve problemas para curar heridos, pero cuando las heridas eran mortales y no había nada que sanar todo intento era en vano. Soy un sanador, no un resucitador, no puedo revivir a los muertos.

Pongo más agua en la herida, intento desesperadamente curarlo, pero nada parece funcionar.

-Piscis...- escucho que dice mi nombre, pero sigo intentando curarlo, cubro la herida con mis manos, pero la sangre sigue saliendo- no llores...- no sabía que estaba llorando hasta que él limpió mis lágrimas

No puedo detenerme, la herida no cierra y cuando volteo a ver sus ojos estos están cerrados.

-Asmodeo, Asmodeo- lo sacudo intentando que despierte, pero no lo hace- Hey, ¡Asmodeo!- grito y lo sacudo más fuertemente.

Pongo mi cabeza sobre su pecho intentando oír los latidos de su corazón, por un momento no escucho nada, pero luego escucho ese retumbar despacio en su pecho, son débiles, pero ahí están, sigue vivo.

Intento con todas mis fuerzas hacer algo para sanarlo, hacer que se ponga de pie. Ignoro las batallas que aun tienen lugar a mi alrededor, toda mi concentración está en sanarlo y hacer que se levante.

Veo su cuerpo ya cubierto por un charco de sangre. Observo mis manos coloreadas por aquel líquido y las lágrimas salen con más fuerza.

No. Aún no, está vivo, todavía puedo salvarlo mientras su corazón este latiendo. Lo miro y junto todo mi poder, todo lo que tengo, todo lo que puedo hacer.

Veo el agua arremolinarse a mi alrededor, creando una esfera liquida que nos encierra a ambos en un resplandor de luz cegador.

-Te salvare- le digo y beso sus labios en mi último esfuerzo por ayudarlo

Guio el agua a su corazón, es todo lo que tengo, doy una parte de mi en aquel intento. El agua entra, por unos segundos nada sucede, hasta que veo la herida cerrar por fin.

Espero con paciencia a que abra sus ojos y cuando ya creo que falle, él los abre.

Esos impresionantes ojos dorados me miran y luego él sonríe regresando el aire a mi cuerpo

-Hola- me dice intentando ser seductor y yo solo puedo reír y llorar mientras lo abrazo con fuerza- veo que me extrañaste

-¡Eres un imbécil!- grito mientras golpeo su pecho molesto

-Auch, hey, cuidado, estuve a punto de ir al otro lado se amable...

-¡No vuelvas a asustarme así, idiota!

Asmodeo me rodea con sus brazos y me aprieta haciéndome caer sobre su torso- lo siento- dice directo en mi oído y yo lo abrazo más fuertemente, haciendo que ambos quedemos en el suelo, ajenos a todo el caos que nos rodea y a las batallas que ya están culminando.

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Nuevo Capitulo 😘✨

Tres más para el final 😢⚜

Los Traidores del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora