Seongji cree que todos a su alrededor la odian y no valoran lo que ella especialmente hace por todos, principalmente su familia.
Aún sin conocer muy bien de si misma, su espíritu y personalidad bondadosa no te dejará pasar desapercibido.
Eso fue exa...
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— Mamá, es mi cumpleaños no mi boda— Susurro en un tono muy bajo para que solo ella pueda escucharme.
La mujer que viste con prendas costosas está sosteniendo un vestido blanco frente a mí, automáticamente mi estómago se contrae viendo la cantidad de piedrería en la parte del corcel, pareciera como si me estuviese preparando para casarme en lugar de un cumpleaños.
— ¿No te parece bonito hija?— Pregunta. Yo miro la prenda seriamente, analizándolo, pero desde luego que mi decisión es un no.
Niego con un gesto de aburrimiento.
— Olvídalo, no pienso usar algo así mamá. Es una simple fiesta.
— De ninguna manera será una simple fiesta— Objeta mi progenitora como si yo hubiese dicho la peor de las ofensas.
Resoplo lo suficientemente fastidiada, porque realmente lo estaba. Cuándo salí de la universidad no esperaba encontrarme a mamá en las afueras esperándome Como una madre que espera a su niño en las afueras del preescolar, ya de allí se imaginarán lo que sucedió después. Si no aceptaba la bendita prueba del vestido me seguiría hasta volverme mas loca de lo que ya me siento.
— El verde que me mostraste de primero, me parece mejor que esa cosa— Señalo la prenda blanca. El gesto de la muchacha que nos está atendiendo es como si le ofendiera la manera a la que me he dirigido al bendito vestido.— El vestido verde que me mostraste primero, ese usare— Finjo una sonrisa de suficiencia.
A mi mamá no le queda más remedio que aceptar, termina por susurrarle algo a la vendedora en el oído hasta que se va dejándonos a solas.
— Eres un caso Seongji— Se queja mi madre— Pareciera que no te gustara salir conmigo.
Okay, aquí vamos de nuevo con su momento dramático solo para que yo acceda a lo que ella quiere, me molesta porque cree que yo aún soy una niña a la que puede dominar.
— No es eso mamá, — Aclaro— Es solo que escogiste el día menos indicado para escoger un vestido. Debo ir a entregar algo y ya se me está haciendo...— Observo la hora en la pantalla de mi móvil— Super tarde.
— No es solo un vestido, es tu fiesta de cumpleaños.
—¿Porque le das tanta importancia?— Interrogo confusa— Dime algo mamá. ¿De donde estas sacando tanto dinero para mi fiesta?.
Veo como en cuestión de segundos ella se tensa y trata de disimular, lo que ella no sabe es que conmigo eso dejó de funcionar hace mucho tiempo. Algo está ocultando y por lo que veo se trata de algo muy serio.
— ¿Que dices? — Me evade hurgando entre uno de los percheros del local, lee lo que dice en la etiqueta de un vestido negro — No es como si estuviese gastando mucho dinero.
— Pues para mí sí.
Mamá despega su vista de la etiqueta y se enfoca en mi, y si no fuera porque se que es una dramática diría que la he ofendido.
