Wings (Finalizada)

Fourty-Nine.

— Si me vas a hablar de Jungkook estonces me voy— Le advierto a Haneul antes de abrir los libros de contabilidad pertenecientes a Ego.

No trabajo con la marca del Pikachu legalmente porque no me imagino cinco días a la semana al lado de un personaje tan irritante como lo es él. Además, mientras no se case con mi amiga no pienso ser amable. El que los esté ayudando con los números lo hago de manera profesional y exclusivamente por Haneul. Porque supongo que algún día parte de todo esto le pertenecerá a ella.

Claro si Hoseok le pone el anillo.

— ¡Hay no!. — Observo a Haneul.— La verdad es que contigo es imposible hablar Seongji. Eres terca y ostinada.

Rodé los ojos antes de examinar su esfuerzo en el maquillaje y la ropa.

Maldito Hoseok y lo que causa en la pobre. Hay que admitir que la Han ha mejorado sus gustos desde que lo conoció.

— ¿A dónde vas?.

— A cenar con mi novio.— Responde tomando de la barra su bolsita marca Sunshine.— ¡Ah!. Y no me esperes despierta.

— No pensaba hacerlo de todas formas.

La mayor despeina mi cabello a modo despedida. No estoy en posición de pelear por el abandono cuando yo la he tenido abandonada desde que empecé a salir con Jungkook.

— ¡Hola Jungkook!. — Escuché a Han desde la puerta.— Que sorpresa. Pero pasa adelante Seongji se pondrá contenta de verte.

Cerré el libro de contabilidad con fuerzas en lo que le lancé una mirada fulminante a mi roomie.

— Los dejo chicos — La mayor agita su mano desde la puerta.— No inventen mucho. Los conejos reproducen exageración.

Lancé la goma de borrar con fuerzas en dirección a la puerta, sin embargo la habilidad de Haneul al cerrarla a tiempo fue más rápida de lo que imaginé.

— ¡Aisch!.

Jungkook se acerca cuidadosamente. Parece un león domando a su presa. Algo así como si estuviese preparando el terreno de antemano.

— Princesa ...

— Cállate.— Ordeno cruzada de brazos.— No quiero escucharte hablar del tema ese de vivir juntos. Es la quinta vez en un año que te salvo de mis padres, ¿Que demonios te pasa Jeon Jungkook?.

— No me pasa nada— Se excusa acercándose.— Solo quiero cuidarte y asegurarme cada día que estés bien

— Estas loco.— Me levanto dirigiéndome al refrigerador por un vaso con agua.

Jungkook me detiene antes de abrir la puerta del aparato. Luce serio y preocupado.

— Se que piensas que soy un exagerado y posesivo, pero no es así.

Suspiro y lo miro.

—¿Ah no?. Pues explícame que fue eso que sucedió el otro día en la cena con mis padres.

Jungkook me arrebata el vaso con agua dejándolo sobre la barra, y toma mis manos, me conoce muy bien. En un año ha llegado a a aprender de mi más que mi propia familia.

— Entiende que cuando no estoy contigo me vuelvo loco.

— Estas siendo exagerado— Intento separarme, pero el más alto toma mis mejillas— Jeon...

Jungkook me besa unos cortos segundos. Los suficientes para debilitarme por completo.

Al separarnos intento desviar mi vista a otra parte pero Jungkook insiste en sostener mis mejillas obligandome a mirarlo.