Twenty Nine

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La pantalla de mi móvil marcaba la una y media de la madrugada, ya era imposible, me había embarcado. Sintiéndome derrotada y estúpida por mil solté una bocanada de aire fría que provocó una especie de humo producto al frío que estaba haciendo, eso sumándole a todo el tiempo que he estado aquí como una idiota esperando por alguien que solo está jugando conmigo.

Siento un nudo espantoso en la garganta y un sentimiento extraño, es algo parecido a lo que sentí cuando me di cuenta que Félix estaba jugando con mis sentimientos. Con Jungkook también fué demasiado tarde, por primera vez admití sentir algo muy profundo por él, y el sentimiento es tan fuerte que me hace pensar todo este tiempo que tal vez Jungkook no es así, que es diferente.

Esto me ha destrozado por completo, camino aquí este puente me inventé miles de historias, como por ejemplo lo que debe sentirse caminar junto a Jungkook tomados de la mano y sentir todas esas cosquillas que siento cada que estoy cerca de él, ver y escuchar su sonrisa de niño pequeño. La verdad pensé que yo le gustaba tal cual como soy, con mi mal genio y mi metro cincuenta. Pensé que ser un poco distinta a lo habitual había dejado algo bueno, pero no pasó.

Jungkook es igual al resto.

Lancé la última piedra que me quedaba en las aguas luminosas del río, me levanté del tronco donde me mantuve sentada esperando todo este tiempo y observé una vez más la tranquilidad nocturna de las aguas en lo que llevo mis manos a los bolsillos de mi polo purpura, giro sobre mis talones para regresar a casa. Había sido inútil pelear con mis propios pensamientos para poder venir hasta aquí, eso incrementó un vacío incómodo en mi pecho y un ardor en mi garganta. Estaba a nada de desbordar las primeras lágrimas, nunca había llorado por un chico, lo que quiere decir que ya ni orgullo me quedaba. Tragué con dificultad para apaciguar este horrible sentimiento y comencé a caminar de vuelta a casa de manera lenta y cabizbaja. De repente, mi vista se va a una pequeña luz brillante que palpitaba entre unas rocas. Sin dudar me acerqué tomándolo entre mis manos, no podía creer lo que estaba viendo frente a mis ojos.

Espero no intentes cambiar el destino y aceptes lo que tiene reparado para ti

Di media vuelta y miré a todas partes cuándo por un momento me dio la impresión de haber escuchado la voz de la anciana esa de la otra vez. Esto no me está gustando para nada.

- ¡SI QUIERE ASUSTARME SERÁ MEJOR QUE SALGA DE SU ESCONDITE VIEJA BRUJA!- Grito a los cuatro vientos consiguiendo como respuesta nada más que el sonido de la brisa moviéndose sobre las aguas del río.

Observo nuevamente el dije en mi mano, a excepción de mi pulsera este parece ser una cadena y contiene un ala exactamente igual a la que he llevado en mi muñeca desde que aquella vieja me la dio, diría que es como la otra mitad del que traigo puesta, el complemento que faltaba.

Tragué con dificultad en el momento que me atreví a unirlas por curiosidad consiguiendo que encajara a la perfección.

No puede ser cierto

En ese momento el viento sopla más fuerte logrando que se me erice la piel, esto es tan extraño que estoy comenzando a asustarme, y la brisa es tan fuerte que levanta polvo.

Asustada me cubro con mi antebrazo y corro a casa lo más que puedo con el dije en mi mano.

Asustada me cubro con mi antebrazo y corro a casa lo más que puedo con el dije en mi mano

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Wings (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora