Capítulo 19

21 5 0
                                    


―¿Qué hacemos? ―sentenció rápidamente Facundo.

―Repasemos fortalezas de cada uno. ¿Alguno tiene algo nuevo que no sepa el resto? ―preguntó Aradia.

―Yo ya puedo hacer portales como ustedes, pero dudo que influya en algo ahora ―comentó Máximo mirándola seriamente.

―Manejo el aire, pero solo como medio para rastrear no como ataque ―comentó Facundo―. No se si me explico.

―La verdad no, muéstranos mejor ―respondió Máximo con una mueca en el rostro.

Las manos de Facu subieron lentamente hasta la altura de su pecho. Observó ensimismado sus palmas, como si dudara como debía hacerlo. Sin pensarlo, Aradia tomó una de las manos de su hermano entre las suyas. Facundo elevó las cejas y la miró confundido.

―¿Apareció dentro del laberinto el nuevo poder? ―preguntó ella. Observó un leve gesto de afirmación―. Resuena tranquilo con la naturaleza, piensa cómo lo hiciste la primera vez, pero por sobre todo, piensa cómo te sentiste esa vez.

Su hermano tragó débilmente y puso una mueca extraña en su rostro.

―Conectar con el viento es como flotar, Facu ―agregó Max sumando su mano a la de sus hermanos―. Jala de él, pide permiso para tomarlo y usarlo a tu favor.

Facundo se separó de sus hermanos y comenzó a mover suavemente las manos. Como si acariciara el mismo aire, movió sus manos en dirección diagonal hacia la izquierda. Luego de un rato, volvió a mover las manos, como atrayendo algo en su dirección.

Un olor a agua inundó sus fosas nasales. Aradia abrió de manera exorbitante los ojos.

―Ustedes lo perciben mucho más atenuado que yo. Así logré capturar tan rápido a Shadow, el cuervo de Blackwood. Persigo olores, esencias a través del uso del viento ―dijo poniéndose colorado.

No entendía si el rubor de su hermano se debía a este nuevo poder en si o, que por primera vez, no estaba diciendo ninguna tontería.

―Creo que puedo utilizarlo de otras formas, pero no estoy seguro aún ―comentó observando a su alrededor―. Perseguir a Akemi no es como perseguir a Shadow. El no es humano, su rastro es mucho más tangible y difícil para él de camuflar. Akemi es humana y, además, sabe muy bien cómo camuflar su rastro y esencia ―agregó Facu.

Aradia estaba sorprendida de la capacidad y del dominio de Facundo sobre sus dones. El rastrear y percibir con sus diferentes sentidos, ya era algo natural en él.

―Tipo rastreo, tipo defensa, tipo ofensivo largo alcance y tipo estrategia ―dijo Aradia señalando a cada uno―. Yo dentro del laberinto pude manipular el agua. No crearla, manipular solo la existente.

―De lujo. Quiero probar si también manipulo eso ―dijo Facundo sonriendo.

―Creo que deberías encabezar el grupo, Facu. Rastrear y localizar, conmigo cerca para defenderte si algo te ataca. Sigo siendo buena en el combate cercano y tu eres el más importante del grupo en esta misión.

Su hermano sonrió de oreja a oreja al escuchar que era el más importante. Golpeó su pecho con su mano derecha, como si estuviera dándose más importancia. Aradia lo ignoró.

―Max, tú mucho más atrás cuidando la retaguardia. ¿Cuánto es la distancia máxima que puedes extender tu escudo?

―Ocho metros, pero es menos estable desde esa distancia, puedo protegerlos pero brevemente y siempre depende del tipo de ataque ―comentó preocupado.

Concilio de Brujos: La hermandad OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora