Parado frente al espejo de cuerpo completo que yace en su habitación, observa los ajustados vaqueros oscuros que se aferran a sus trabajadas piernas más la camisa color azul petróleo de manga corta le hacen hacer una mueca, los dos botones de arriba están haciéndole competencia a Spiderman.
Tuvo que haber rechazado la orden de su capitán, pero eso es algo imposible incluso para el gran Yagi.
Bakugo baja la mirada al sentir un tirón brusco en el final del pantalón, sonríe de lado y se pone de cuclillas para acariciar la peluda cabeza de su pequeño Punk. El pequeño bastardo ha crecido mucho.
Ve el reloj de su muñeca, la hora que éste marca es las diez de la noche y eso quiere decir que ya debe de salir, necesita pasar primero por Midoriya. Es lo único que le alegra la noche, su compañero es más virgen que un bebé recién nacido así que ver sus reacciones en un burdel será divertido.
Sale de su departamento, el celular lo lleva en el bolsillo de su chaqueta estilo deportiva y las llaves en su mano derecha, realmente no cree que algo bueno (aparte de burlarse de su compañero) salga de la misión y le es sumamente irritante el tener que ir a un lugar donde solamente hay omegas.
De por si la zona magenta era un caos hormonal, agregar un único espacio para ellos era una locura.
La ciudad cuenta con zonas y distritos, estos últimos siendo exclusivos para alfas e incluso algunos betas de alto rango o pertenecientes a una familia de posición alta, ya sea en social, económica, política o religiosa, porque sí, la religión es igual de poderosa que las demás... Bakugo sospecha que más.
Por otro lado, hay cuatro zonas existentes: la verde permite el acceso de alfas de 6am a 9 pm; amarilla, 10 am a 9 pm; rosa, 12pm a 10pm, y magenta (rodeado de las demás zonas), en la cual solo los alfas pueden acceder si están emparejados o por asuntos policiales, este último siendo su boleto de entrada y de muchos otros.
Bakugo sabe de muchos compañeros del departamento que van a la zona magenta, pero no entiende el porqué. Es un lugar a donde los omegas de barrios bajos van a parar, sin esperanzas de triunfar o seguir sus sueños, deciden que lo suyo es la prostitución.
Lo cual no importa porque él piensa defenderlos, pero no le molestaría si ellos pusieran un poco de su parte.
Estaciona su vehículo fuera de la casa de Midoriya, le envía un mensaje y espera a que este salga, la verdad es que agradece lo mucho que se tarde. Suspira pesadamente y apoya la frente en el volante, se debe deshacer del maldito sentimiento que le hace hervir el estómago.
Sabe que tiene que ir sí o sí, es su trabajo y debe de parar a aquel maldito bastardo hijo de puta que sigue quitando vidas sin ninguna maldita pena.
-— Nos vemos más noche, mamá —la voz de su compañero le hace enderezarse, voltea hacia la puerta de aquella colorida casa y en el umbral se encuentra una bajita y regordeta mujer, quien al verle le saluda animadamente.
— ¡Qué se diviertan! —anima la mujer antes de entrar y cerrar, es entonces que Midoriya entra al carro.
— ¿Cuándo piensas decirle?
— Jamás, le daría un ataque —el peliverde se coloca el cinturón de seguridad—. Sabes que ella nunca ha superado lo de mi padre.
— ¿Y tú sí? —pregunta Bakugo, volviendo a las calles— Te recuerdo que sigues en esto con la esperanza de encontrar al asesino.
— Bien, yo tengo mis motivos y tú los tuyos para no tener pareja.
— ¿Qué mierda tiene que ver eso?
— Si mi madre se entera que soy detective, la tuya va a saber que no tienes pareja porque ves menos a los que son débiles —Izuku sonríe de lado, triunfante—. Estoy seguro que no quieres averiguar a quién de los dos nos va a ir peor.
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Un Omega Para Mí (BakuShima)
FanfictionLos bajos barrios tienen su atractivo, ya sea por sus centros nocturnos o que en cada esquina puedes conseguir un poco de caricias a cambio de dinero. Sin embargo, nada de ahí es bien visto ni menos los omegas que de ahí vienen, pues los problemas s...