Le cuesta trabajo abrir los ojos; los siente pesados y su cerebro parece apoyar la idea de seguir durmiendo, pero no piensa ceder. Debe de levantarse y preparar la comida, pues tiene que alimentar a quien se encuentra recostado sobre su pecho. Siente por completo la respiración de este caer sobre su pecho y recorrer su abdomen, erizándole un poco los vellos de su zona baja.
Con esfuerzo, lleva la mano derecha a la cabellera del chico y una sonrisa se forma en sus labios al sentir la suavidad, pues él en verdad está ahí y, a pesar de que ya han tenido sexo, el dormir juntos hace todo un poco más real.
Lo que es aterrador por sí solo.
Entre ellos hay una relación que existe únicamente entre los dos, pues nadie más (dejando de lado a su capitán) sabe de ella y debía de seguir así hasta poder dar con Shigāasshu; una parte suya espera que no sea tanto el tiempo que tome, pero, por otro lado, quiere vivir esos momentos con Kirishima por más días y noches.
Niega con la cabeza, ocultándose tras su antebrazo derecho, tocando ahora la melena oscura con la zurda. Él debe atrapar un asesino usando al chico, volviéndose así el cebo de la misión, y ahora sabe que eso podría romper a Kirishima emocionalmente hablando.
Hace unas horas Eijiro se lo demostró; la forma en que lloró y empezó a sollozar, el como se derrumbó en sus brazos debido a una carga emocional demasiado grande mientras se echaba la culpa por cosas de las cuales no tuvo nada que ver, hablaba muchísimo del chico.
Suspira, abre los ojos y se incorpora lentamente, la cabeza de Kirishima recorriéndose hasta su abdomen al momento que él se apoya con los codos. Es un buen chico, dejando de lado su atractivo físico, es consciente que Eijiro protegería a sus amigos y haría una barbaridad de locuras por ellos, lo entiende, pero también le preocupa.
Teme que cometa una estupidez frente a una situación delicada.
— Oye, es hora de despertar —coloca la mano izquierda sobre el hombro del chico, sacudiéndole con suavidad—. Kirishima —vuelve a sacudirlo al no recibir respuesta—, debes de comer algo y yo también.
Los brazos de Eijiro le rodean la cintura como respuesta, ocultando el rostro en su abdomen, el caliente aliento pegando contra su piel desnuda parece viajar hasta su verga, pues una casi erección comienza a formarse. Suspira, da dos palmadas sonoras al hombro y vuelve a sacudirlo, esperando con poca paciencia a que Kirishima de señales de estar despierto.
Al no recibir ninguna, se centra en el cuerpo de este y frunce el ceño al centrar su vista en la forma que sube y baja el cuerpo del chico al respirar, no es constante ni mucho menos rítmica, y cuando este tiembla un poco, no duda en arquear una ceja. Lo ha descubierto.
Sonríe de lado, lleva la mano que colocó en el hombro del chico hasta el cabello de éste y aferra un mechón con fuerza, tirando hacia atrás para obligarlo a verlo.
La expresión de Kirishima es de sorpresa y dolor, pero cuando el rubí de aquella mirada se concentra en él, el rubor se apodera de las mejillas del chico.
— Cuando quieras fingir estar dormido, recuerda que no debes de reírte, idiota —el chico sonríe radiante, inocente, lo que le hace poner los ojos en blanco, pero no duda en bajar y besarlo rápidamente, ganándose ahora una expresión de total sorpresa del chico—. Venga, te haré de comer.
— No tengo hambre —murmura Kirishima, incorporándose poco a poco, apoyando las manos contra el colchón y él lo hace hasta quedar sentado, viendo con atención como ahora Eijiro le esquiva la mirada mientras se sienta sobre los talones—. Antes de venir fui al cine con Shoto, me llenaron las palomitas.
— Eso no es comida y no has dicho nada de que hayas desayunado, ¿lo hiciste? —el joven niega con la cabeza— Entonces, haré una comida ligera ¿te parece?
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Un Omega Para Mí (BakuShima)
FanfictionLos bajos barrios tienen su atractivo, ya sea por sus centros nocturnos o que en cada esquina puedes conseguir un poco de caricias a cambio de dinero. Sin embargo, nada de ahí es bien visto ni menos los omegas que de ahí vienen, pues los problemas s...