El ruido de los teléfonos, los pasos yendo de un lado a otro y las teclas al ser presionadas, los demás detectives hablando, la cafetera haciendo ese peculiar sonido de que ya está listo el café y los papeles apilándose parecen sonar mucho más fuerte que veces pasadas.
Siente que la cabeza le va a reventar, no puede comparar aquella sensación con su primera resaca, pues es mucho peor que aquella vez. ¿Acaso era cruda por yerba? ¿Eso existía?
Retira de sus ojos el trapo húmedo, voltea a ver hacia Mineta y Ojiro, y no le sorprende verlos tan frescos haciendo su trabajo, ambos lucen hasta renovados, cosa completamente contraría a Midoriya y él, ya que el peliverde tiene la frente pegada al escritorio, y en medio de la madera y la piel, una paleta helada con envoltorio. Ya están viejos.
— ... es por ello que no dudo que ya tengas la playlist de ayer —el rubio surfista se acomoda el abrigo, sonriendo hacia el afro—. Estabas muy animado ayer.
— ¿No viste el pedazo de hombre que se acercó a hablarme? Claro que iba a estar animado —Mineta escribe en la libreta mientras habla, demostrando que el cabrón puede estar en el trabajo y el chisme al mismo tiempo—. Por cierto, no creo que lo hayas reconocido, pero ahí estaba Shoto Todoroki.
— ¿En verdad?
— Sí, lo vi bailando muy pegado con un chico pelinegro y vaya, esos roces hasta a mí me prendieron —ese comentario le hace hacer una mueca, claro que los vio y admite que sí se veían muy bien juntos, pero no le agrada en nada saber que ese pelinegro era Kirishima—. Tal vez sea su novio.
— Hmm, ¿eso lo sigue dejando en el ojo del huracán o lo pone fuera?
— ¿De qué hablas?
— Bueno, si Shoto Todoroki fuera el Shigāasshu, no crees que su novio sería un buen punto de partida. Tal vez las victimas ligaron con el chico y él, bajo la influencia de los celos de un alfa, los mató.
— Tiene sentido.
— Error. Si todos sus ataques hubieran sido bajo la influencia de los celos, hubiera habido un mínimo cambio en estos o menos cuidado a la hora de atacar, pero no es así. Con cada víctima, él se encargó de conquistarlos, enamorarlos y apartarlos, es demasiada perfección para alguien que simplemente atacaba por celos.
— Hmm, ¿Qué me dices de dos Shigāasshu? Mientras uno está cerca de este chico, digamos el pelinegro, el otro se encarga de conquistar y matar.
— ¿Por qué lo haría?
— Amor, claro.
— Oigan, par de habladores —ambos voltean a verlo, Mineta sin dejar de escribir y Ojiro jugando ahora con un cubo de Rubik—. Toga Himiko está enamorada de Red Riot, y dudo mucho que ella pueda "amar" de igual forma a Shoto.
— Oh —Ojiro voltea a ver a Mineta y el afro se alza de hombros, volviendo su atención al papel—. Entonces concentrémonos en el bailarín entonces, ¿te parece? Aunque Shoto luzca tan cercano a él, puede que Toga sepa algo ¿sabes? Como su verdadera relación y por eso no le molesta ni a arremetido contra el joven Todoroki.
— Puede que sea al revés —el rubio logra a completar tres caras de cubo, sonriendo de lado—, ¿y si es Red Riot el asesino?
— ¿Perdón? —frunce el ceño ante eso, tal vez ambos seguían bajo los efectos de la marihuana y simplemente estaban en un viaje muy, muy alucinante.
— Ya sabes, Toga haría todo por él.
Midoriya se endereza, la frente tan roja como una manzana madura debido al frio de la paleta, voltea a ver a Mineta y Ojiro, haciendo una mueca.
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Un Omega Para Mí (BakuShima)
FanfictionLos bajos barrios tienen su atractivo, ya sea por sus centros nocturnos o que en cada esquina puedes conseguir un poco de caricias a cambio de dinero. Sin embargo, nada de ahí es bien visto ni menos los omegas que de ahí vienen, pues los problemas s...