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-Rosé-

El sol comenzaba a salir desde el horizonte, la oscuridad estaba desapareciendo y de entre las nubes los destellos amarillos y rojizos comenzaban a resplandecer, cerré los ojos y suspiré llenando mis pulmones de ese rico olor a café recién preparado mientras sentía el fresco y característico aire de las cinco de la mañana.

Por eso el momento que más me gustaba del día era el amanecer, daba una tranquilidad y un mejor comienzo a un nuevo día, lleno de colores y energía. Sostuve mi vista unos minutos más y me levanté del sillón en donde me encontraba, tomando mi taza mientras caminaba hacia la mesa de la sala, deje la taza sobre la mesa y tomé el libro "20 poemas de amor y una canción desesperada" de Pablo Neruda.

Poema 13

He ido marcando con cruces de fuego

el atlas blanco de tu cuerpo.

Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose...

Comencé a leer aquel poema que era uno de mis favoritos.

Cuando era pequeña y estaba comenzando a leer mi mamá me ponía a practicar con Neruda, siendo este su poeta favorito, para que yo mejorara mi lectura, cada noche le leía un poema antes de dormir, cuando ella y papá murieron tras un accidente de auto, esa costumbre la seguí realizando con mi abuela, y ahora que ninguna de las dos está, lo leo para sentirlas cerca. Y porque me gusta, claro.

—Leyendo tan temprano? Tu sí que eres extraña, es sábado y lo desperdicias levantándote temprano y comenzando tu dia leyendo, Es enserio?—preguntó Lisa, una de mis compañeras de la facultad y mejor amiga a lo largo de los años, con la que compartía un pequeño departamento.

Sonrei y cerré el libro dejándolo de nuevo en la mesilla.

—Y qué me dices tu? Apenas son las 5 de la mañana, Por qué despierta a esta hora?

—Vine por un vaso de agua, pero ni creas que no volveré a dormir, estudiar medicina es un desgaste, no se ni porque sigo estudiando eso.

—Porque te encanta, aunque no quieras aceptarlo—dije sonriendo. Tomé entre mis manos la taza de café y di un pequeño trago.

—Posiblemente, pero no tanto como para desgastarme también los sábados y domingos. En especial los sábados, son pocos los que tenemos libres.

—Bueno, mientras lo siga disfrutando vale la pena.

—Allá tu. Puedo servirme un poco de café? —preguntó mientras tomaba una taza de la alacena.

—Por supuesto.

—Tienes compromisos para hoy? Una chica organizó una fiesta para hoy en la noche, comenzará a las nueve, y ya que mañana es domingo, pensaba que podríamos ir.

—No lo sé..—Comencé a decir pero ella me interrumpió.

—Oh vamos, Hace cuánto que no vas a una fiesta? Seguro ya ni sabes lo que es—dramatizo y comencé a reir.

—Tampoco exageres. Pero ya me conoces, sabes que soy más mañanera que nocturna.

—Ven...te aseguro que te vas a divertir, la universidad es estresante Rosé, debemos tener el espacio para sacar ese estrés y divertirnos, sentir que somos humanas— dijo haciendo un pequeño puchero. Y solté un suspiro cansado.

—Lo siento—susurré y ella reviró los ojos.

—Por lo menos dime que tienes una cita. Para no pensar que eres un robot, extraterrestre o algo así y que tienes vida social.

•°Sweet Love°• ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora