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-Jisoo-

Me sorprendí cuando escuché la voz de mi padre al otro lado de la línea, claro que pensé que en algun momento teníamos que hablar, pero no creí que sucediera tan rápido, tal vez en unas semanas más, incluso meses, cuánto tiempo necesita un padre para asimilar que su hijo no es lo que esperaba? Y en mi caso, que no iba a cambiar solo porque él lo quería asi.

Cuando se acabó la llamada me quedé sentada en la cama unos minutos más, clarificando mi mente y preparándome para cualquier cosa que no saliera como esperaba, después de unos minutos más escuche que la puerta se abría y alce mi mirada a Rosé, quien también se encontraba mirándome mientras cerraba.

—Esa mirada significa algo bueno o algo malo?

Preguntó después de unos segundos de compartir miradas. Su tono era juguetón y sereno, tratando de aligerar las cosas.

Suspiré dejándome caer en la cama.

—No lo sé, él quiere hablar conmigo—cerré los ojos y escuché sus pasos acercándose.

—Y no dijo nada sobre secuestrarme, matarme y aventarme a un rio?—sonreí revirando los ojos.

—No.

—Entonces es algo bueno—sonrei.

—No quiero ir—confesé con los ojos cerrados sintiendo como ella se acostaba junto a mi. Todo se quedó en silencio por unos segundos y luego sentí sus labios en mi mejilla, suspiré girando mi cuerpo para abrazarla.

—Tienes miedo—no era una pregunta, sin embargo, asenti dejándome envolver por el calor que desprendía y su hermoso y adictivo aroma—Pero después de todos estos meses creo que tuvo suficiente tiempo para pensar mejor las cosas, y creo que lo que va a pasar será bueno.

—Cómo lo sabes?

—Solo lo sé. Además, sé que lo extrañas al igual que a tu hermana, sé que no me corresponde opinar, pero... No crees que es mejor hablar con él de una vez por todas?

—No seas tontita—sonreí acariciándole la mejilla— Tu siempre puedes opinar, y siempre me viene bien escucharte—hice una pausa besando sus labios— Estarás conmigo?—pregunté abriendo los ojos.

—Siempre que tú lo quieras—dijo sonriéndome.

—Te quiero ahí.

—Entonces estaré ahí.

Ambas sonreimos, nos quedemos una media hora más en la cama, sin decir una sola palabra, simplemente abrazadas, escuchando la respiración de la otra y dándonos caricias tranquilas. Cuando decidí que ya era suficiente y estaba lista para ir con mi padre, me levante y tomé la mano de Rosé.

—Bien?—preguntó.

—Bien—le respondí con un largo suspiro y asintió.

Hace algunos años había escuchado que la mayoría de personas piensa que el amor duele, pero eso no es verdad, duele el rechazo, duele la soledad, duele perder a alguien, todos confunden esas cosas con el amor, pero la verdad es que el amor es la única cosa en este mundo que cubre todo el dolor y hace sentir a alguien maravilloso otra vez, el amor es fuerza, el amor es pazy la esperanza de que las cosas no importan que tan feas y dificiles se encuentren, siempre podrán mejorar con el paso del tiempo y la compañía de las personas que te quieren.

Eso lo estaba comprobando al estar al lado de Rosé, quien sujetaba mi mano mientras íbamos de camino a casa de mi padre. Ella era mi fuerza, y yo era la de ella, ambas nos necesitábamos, pero ambas nos teníamos.

~•~•~•~•~•

-Papá de Jisoo-

Eran las 5:00 p.m. cuando se escuchó sonar el timbre de la entrada, estaba en la cocina preparando algunos bocadillos para todos, suspiré sabiendo quien estaba tocando la puerta y no podía mentir y decir que no estaba nervioso, más que nada porque no sabia muy bien como comenzar esta conversación con mi hija, sin embargo una pequeña sonrisa se formó en mis labios, habian pasado unos cuantos meses, pero para mí estar alejado de mi hija me pareció una eternidad, me tomó tiempo razonar y aceptar lo que me dijo y sobre todo, darme cuenta de que nos hacía más daño tener a Jisoo lejos que tenerla cerca.

•°Sweet Love°• ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora